Importancia de la filosofía y la ética en la educación
Enviado por MauricioCronopio • 30 de Julio de 2016 • Ensayo • 4.262 Palabras (18 Páginas) • 279 Visitas
IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA Y LA ÉTICA EN LA EDUCACIÓN
Por: Eduardo J. Cordero Holguín (Perú)
duarcordero1@hotmail.com
Han pasado más de dos décadas desde que se dio la génesis de la reforma educativa, por la cual se implantó el currículo por competencias, durante el primer gobierno del Ing. Alberto Kenya Fujimori. En lo administrativo y estructural, hubieron novedades, como la elaboración de los PEDI, los Concejos Educativos Institucionales, y una progresiva tercerización y semaforización, en la que el gobierno señaló al maestro como el responsable de la permanente crisis educativa. Claro que esto fue solo el inició de una permanente política de Estado seguida al pie de la letra por los sucesivos gobiernos de turno, que finalmente desembocaron en ceñirse a los dictámenes del “Nuevo Contrato Social para el Perú”1, de cuyo cuño están plasmadas Las Rutas de Aprendizaje2.
En lo pedagógico, se pusieron de moda y buscaron que ser implementadas las concepciones y metodologías de las corrientes constructivistas, los sistemas holísticos que buscaron la totalidad y construcción autónoma del conocimiento de los alumnos, y donde el maestro pasó a asumir un rol pasivo de mediador del aprendizaje. El sistema se fue imponiendo y la relación natural del hecho educativo, es decir, la enseñanza-aprendizaje, - en la que algunas veces durante el proceso de la práctica educativa, puede predominar la enseñanza, tanto como el aprendizaje, o viceversa, - se vio trastocada en la teoría de La Educación centrada solo en el Aprendizaje.
Progresivamente, se fue llegando a que las asignaturas fueran desapareciendo para integrarse en áreas académicas, tales como C.T.A. (Biología, Química y Física); Historia, Geografía y Economía, que abarcarían las ex asignaturas indicadas, tales como Historia Universal, Historia del Perú, Economía Política; Persona, Familia y Relaciones Humanas (Donde estarían la Psicología); Formación Cívica y Ciudadana (La ex Educación Cívica), manteniéndose más o menos las otras como áreas–asignaturas (Matemática y Comunicación, esta última que integraría el lenguaje, la literatura peruana y el idioma inglés)3. Como vemos, la Filosofía como área del conocimiento fue perdiendo espacio en esta nueva estructura curricular, y por tanto la ética, como parte de la misma. Aunque esta última, en realidad, nunca tuvo un espacio en la Educación Peruana, hasta donde sabemos, o en su defecto siempre estuvo ligada a la educación religiosa. Pero esto, en la educación formal.
En la educación informal, empeoraron las cosas. Desde los inicios de la reforma educativa, que aún continúa y nunca termina de consolidarse, - porque tal vez no obedece a nuestras necesidades como país, y se le quiere imponer a la fuerza, - los medios masivos de comunicación iniciaron un proceso nefasto de orientar hacia la cultura de que el fin justifica los medios, de lo simplón, de lo agresivo, de la naturalidad de la coima y la corrupción, lo banal y la chismografía como el estado natural de las personas; de la desorientación de la sexualidad, de la prostitución y uso del cuerpo como medio válido para ganar, en fin, parámetros de una convivencia tergiversada por una cultura competitiva plagada de individualismo extremo en la que todo vale para conseguir lo que se quiere. Crisis de la que nadie dice nada, por el aplastante poder de estos medios, y por la sacrosanta libertad de expresión. Es penoso ver como cada día estos programas de amplia audiencia televisiva, de contenidos que socavan la conciencia moral de nuestros niños y adolescentes, trabajan bajo el amparo de sendas resoluciones ministeriales que el propio Ministerio de Educación emite para permitírselos, y que estos flashean triunfantes antes de iniciar.
Da que pensar, y nos lleva a preguntarnos si esto en realidad es solo una vil coincidencia, una sugestión como parte de nuestra imaginación, en la que quitan la Filosofía, diluyen los cursos de Historia y distorsionan, en la educación informal, el contenido moral de la programación masiva, no solo en la televisión sino en todo medio de comunicación, escrito y televisado, fundamentalmente.
Volviendo a lo anterior, para poder desenrollar este atadero de situaciones en que se ven trenzadas la educación, la filosofía y la actuación ética, tendríamos que aproximarnos a una definición de educación y sus fines, y luego establecer si hay una relación de esta con la Filosofía y en qué dimensión se da esta relación. Respecto a la Ética, como disciplina de la Filosofía, tales como la Estética o la Gnoseología, esta relación quedaría definida al demostrar se la primera, pero habría que definir sus lineamientos como hecho práctico.
Entonces, ¿Qué entendemos por Educación? ¿Cuáles son sus fines? ¿Qué la une a la Filosofía? ¿Por qué entonces es importante su presencia, estudio y desarrollo en la educación formal, es decir y precisando, en la escuela?
En primer lugar, entenderíamos la educación como una práctica social del hombre, exclusiva e inherente a él. De acuerdo a la definición del filósofo francés Guy Besse, de que la práctica es “toda forma de actividad de la que nuestra especie es capaz, toda la actividad histórica y social de la humanidad considerada como un proceso de desarrollo indefinido”4. Pero esta práctica social, según el autor se da de dos formas: una en relación recíproca con la naturaleza y otra en relación recíproca entre los seres humanos, la cual se denomina Relación Social5. En consecuencia la Educación es una Relación Social. ¿Y para qué se da esta relación social, llamada educación? Es claro que la educación ha surgido como un hecho social de interrelación entre los grupos humanos, por necesidad de sobrevivencia. Como diría el fallecido divulgador científico Carl Sagan, hueso por hueso, músculo por músculo, no tenemos diferencias con los primates6. Esa poca diferencia que equivaldría a un 0,1%, la hace la posibilidad que tenemos los seres humanos de transmitir cultura y conocimientos, concepciones del mundo, métodos y técnicas de trabajo, valores éticos que inicialmente estuvieron en función del bienestar de la tribu, como bien lo diría el científico Dr. Michael Tomasello de la Universidad Complutense de Madrid, en una reciente entrevista otorgada sobre el tema al diario El País: “unir sus mentes para sobrevivir”7. Por tanto la educación se ha caracterizado también por ser útil para la sobrevivencia del hombre y práctica, porque le ha permitido actuar sobre la naturaleza, la sociedad y sobre sí mismo. Finalmente, ese valor histórico permite concluir que la educación ha permitido, junto al trabajo, la humanización del hombre. Sin la transmisión de cultura, conocimientos, concepciones y valores éticos, a través de la educación no se habría concretado este proceso. Concluyendo: la educación en su real dimensión, humaniza y socializa a los individuos desde su nacimiento hasta hacerlos personas.
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