Informe de Filosofía de las Ciencias

Informe de Filosofía de las Ciencias. [pic 1]

Capitulo Cinco “El siglo XX”.

Docente: Fabián Vivas

Alumna: María Julieta López

Introducción:

En el siglo XX empezó con un fuerte ascenso de las concepciones empiristas y positivistas con la influencia en el mundo anglosajón.

Desarrollo:

 El inmenso desarrollo de la investigación científica propulsaron a que existe un único modo de conocimiento certero y veraz “conocimiento científico” que para muchos filósofos el problema central de la epistemología paso a ser demarcación entre ciencia y pseudociencia.

Las corrientes más activas en esta tarea de encontrar un método definitivo para distinguir entre el saber garantizado o científico y la mera opinión fueron lo de los empiristas y positivistas lógicos que entre estas corrientes hubo oposición de pensamiento influida por las matemáticas y la lógica y aquellas que pretendían fundamentar la validez del conocimiento en procedimientos empíricos.

Tanto los positivistas como los empiristas buscaron una forma de compatibilizar ambas perspectivas. Esta tarea exigía una fundamentación tanto de la matemática como de las ciencias de la naturaleza.

Russell un filósofo inglés y matemático fue uno de los líderes de esta corriente que tuvo una gran influencia en la primera mitad del siglo pasado.

Hume había establecido una separación tajante entre las ciencias matemáticas y las empíricas. Su postura filosófica llego a la conclusión de que era imposible que pudiera haber una certeza objetiva a partir de los datos que aportan los sentidos.

El empirismo en el siglo XX para poder refutar esta sentencia que pendió sobre el conocimiento científico para lograrlo puso en marcha un programa de investigación centrado en lo nuevos desarrollos de la lógica formal que ligaba de una manera nueva, verdad y el significado.

La incorporación de nuevas herramientas lógicas no produjo una ampliación de los métodos y del campo de pregunta, sino que, paradójicamente provocó una drástica reducción en una amplia variedad de temas propios de epistemología que en muchos casos se redujo a una filosofía de la ciencia y aún más el interés por la ciencia se limitó casi con exclusividad a la lógica de la investigación.

Hume había demostrado que la ciencia es un tipo de conocimiento construido a partir de leyes universales validas en todo tiempo y lugar, pero la experiencia humana es particular y esta necesariamente enraizada en tiempo y espacio. ¿cómo es posible, entonces arribar a las leyes universales de la ciencia a partir de los datos de la experiencia que son necesariamente singulares?  ¿Cómo podemos estar seguros de su validez? Estas preguntas claves trabajaron los filosofo de la ciencia en la primera mitad del siglo XX.

En   1900los espectaculares desarrollos de la ciencia, la confianza en el progreso y la expansión de la cultura técnica hicieron que “científico” y “verdadero” se volvieron casi sinónimos.

La mayoría de las personas cultas creían y en muchos casos aun siguen creyendo que la ciencia es una actividad puramente racional basada en la observación sistemática de la naturaleza a partir de la cual se descubren leyes que pueden ser verificadas rigurosamente. Sin embargo, desde hacía tiempo los filósofos pensaban que esta afirmación no era precisa y que examinada en detalles presentaba muchas dificultades con respecto al proceso de producción de conocimiento, en primer lugar, en que las observaciones son “actos privados” y la ciencia “conocimiento público”. En segundo término, la observaciones y experimentaciones solo permiten gestar enunciados singulares, pues se basan en lo que el observador puede ver o experimentar en un determinado tiempo y lugar, mientras que la ciencia trata enunciados universales y necesarios como había planteado hume.

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