Informe de la mentalidad sumisa
Enviado por EdwarS5 • 17 de Marzo de 2020 • Informe • 4.184 Palabras (17 Páginas) • 313 Visitas
Primer informe de lectura.
Institución Universitaria de Envigado
Estudiante: Edwar Yecid Salazar Trellez
Libro objeto del informe: Romano V. (1993) La formación de la mentalidad sumisa.
Profesor: Víctor Hugo Caicedo Moscote
INTRODUCCIÓN
Para muchos el escuchar que debíamos de leer por lo menos 4 libros en menos de un mes fue realmente impactante, y no por el solo hecho de leer, sino el de tener que salir de nuestra propia zona de confort, de dejar nuestras tiempos libres y dedicarlos a algo “menos recreativo” para poder cumplir con cada uno de estos informes, realmente fue exorbitante.
Al pasar los días, inicié mi búsqueda por el libro objeto de este informe, algo que no parecía nada fácil, debido a que solamente el hecho de salir y buscar el libro en una librería del centro de Medellín, era para mi un sacrificio muy grande, y al final fallido, después de haber recorrido varias librerías por unas cuantas horas.
Al encontrarme con una compañera de estudio y al verla con el libro impreso, se resaltó en mi una posible luz al final de tanta “oscuridad” al preguntarle donde exactamente había conseguido el libro, su respuesta es “En la papelería de Juan” que se encuentra a fueras de la Universidad. Fue de mucha más alegría, ya el final de mi búsqueda lograba tener un final. Consecuentemente pude sacar el libro, además con una módica suma a diferencia del precio establecido en Internet, y así fue como comencé no solamente a leer, ni ojear sino a perderme entre capítulos, párrafos, oraciones y letras del libro.
DESARROLLO
Mi primera lectura del libro la realicé, mientras iba camino a la universidad. Aproveché que el Metro en las horas de la tarde es menos congestionado y durante mi viaje que comprende de la estación hospital – estación Envigado pude desarrollar mi primer lectura del capítulo. En un principio no lograba entender la lectura, pues debía leer por lo menos 2 veces el mismo párrafo, debido al poco de ruido en el lugar. Por un momento logré concentrarme tanto que todo pasó desapercibido (Los sonidos, las conversaciones de la gente etc.) Y preciso en ese momento debía hacer el transbordo al bus integrado.
Ya estando en el bus quise retomar mi lectura, pero ya el ruido era cada vez más fuerte y se invadió de mi, la pereza, el peor de los males para este caso.
Al otro día en la mañana, ya estando en mi casa, descansado y fresco, decidí fervientemente continuar con el capítulo. Leí aproximadamente 20 minutos en los cuales mi nivel de concentración fué mucho más. Mi error fue en haber realizado la lectura en mi cama y pues entre letras y párrafos el sueño se apodero de mí, y como “buen descansador” hice una siesta de 1 hora, no pudiendo continuar con la lectura.
Un poco consternado debido a que llevaba varios días sin avanzar en el libro, tomé un espacio entre mis actividades y al llegar a mi casa dispuse un tiempo necesario para hacerlo, pero claro esta vez no podía ser en mi cama así que busqué una silla y me senté en el balcón que da a la calle. Ya en una posición de lectura diferente, inicié a leer no antes dándole una “ojeada” a las páginas anteriores para así tener un claridad de lo que estaba por leer. Pues esta vez pude leer mucho más tranquilo, recibiendo buen viento, pude encontrare un poco más de sentido a la lectura, pues no fueron 20 minutos solamente sino una hora que le pude dedicar, en la cual todavía me perdía entre los párrafos pero entendía un poco más sobre lo que estaba leyendo.
Cada vez que miraba cuantas páginas me faltaban por terminar, no dejaba de venirme a la cabeza, preguntas como ¿El por qué de éste ejercicio?, ¿cuales habían sido las razones? ¿Por qué cambiar un método evaluativo tradicional? Preguntas que les encontré respuestas finalizando la redacción de este informe y como conclusión las abarcaré.
Mientras no dejaba de pensar lo tan “malo” que era el profesor por habernos colocado un ejercicio que además de complicado, requiere de mucho tiempo y este tipo de sensaciones y malestares hizo predisponer mi ánimo hacia la lectura, haciendo que ésta se convirtiera en algo tedioso, seguía leyendo por leer, para poder cumplir y decirme a mí mismo bueno, un trabajo menos por hacer. Estas actitudes perduraron a lo largo de una semanas, en el cual cada vez que veía el libro mi ánimo se destabilizaba y al ver que mis compañeros avanzaban en la lectura y así mismo en el informe comencé a llevar el libro en el maletín para así cuando tuviese un espacio de clases o mientras iba en el metro poder adelantar un poco, pero esto se convirtió en un simple ideal, pues podía tener espacios de alrededor de 30 minutos y prefería sentarme a hablar con mis compañeros, tomar un tinto, ir al Otluet de Tennis etc. Todo por esa pereza que no me dejaba continuar.
Inicié a leer pero con sentimientos encontrados y solamente realizaba estas lecturas dentro mi rutina de viaje en el metro y solamente lo hacía cuando había un puesto donde sentarme o cuando no hubiese mucha gente y pues el no leer constantemente el libro hacía mucho más difícil mi compresión lectora, debía de dedicar por lo menos 10 minutos para mirar y medio leer hojas atrás para saber de que me estaban hablando, entre volver a leer cosas que no había entendido por mi falta de concentración lo poco que leía no se me guardaba.
De ver lo que estaba pasando inicié a leer en mi casa y tomar notas para el informe de lectura, algo que me hizo comprometerme mucho más. Ya no solamente leía sino que trabajaba en el informe, de ver que me estaba quedando, dedicaba por lo mínimo 1 hora para leer a veces hasta 3 horas, y una media hora para tomar notas o escribir. Esto hizo que iniciara a tomar ciertas posturas hacia la lectura.
Al iniciar a dedicar más tiempo como por ejemplo: en la Universidad en las horas que me encontraba libre decidía dedicarla una parte a leer el libro y otra a compartir con mis compañeros. Al leer el libro tan consecuentemente se me hizo más fácil la lectura y así mismo avanzaba mucho más rápido en el texto. Retome leer en mis viajes hacía la Universidad y no sé si fue por lo que estaba tomando el hábito de leer, se me hacía mucho más fácil el leer y el concentrarme en la lectura, cosa que no lo hacía ni con el libro, ni con mucho menos otras lecturas.
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