LA ETICA COMO FORMA DE VIDA SOCRATES

LA ÉTICA COMO FORMA DE VIDA SOCRATES

El hombre es el ser filosofo, la filosofía en Sócrates es, pues, su vida que se va transformando sustancialmente. El ethos constituye el motivo único de su vida y de su muerte, y adquiere en él una expresión cabal y original. Sócrates renueva en su tiempo la confianza en que la razón humana es capaz de perseguir la verdad, y que no consiste en un mero instrumento de poder.

“hablar de las cosas tal y como son”, “según su naturaleza”, es decir persigue la “objetividad”, que es lo que en última instancia implican la verdad y la ciencia en general. Estas son, en efecto, lo contrario del conocimiento “interesado”, meramente subjetivo, que no intenta saber lo que es, sino lo que subjetivamente nos impresiona, lo que “nos conviene” o “necesitamos” que sea es la distinción que Platón dejo establecida como la diferencia entre ciencia (episteme) y opinión (doxa).

La filosofía socrática se cifra precisamente en un cambio del “objeto” de la verdad. Sócrates busca la naturaleza esencial del hombre. “La sabiduría” no consiste en un puro conocimiento abstracto; es vivir filosofando y filosofar viviendo. La autoconciencia moral implica un efectivo cambio en la dirección y en la cualidad misma de la vida. Es una conversión existencial.

“Phrónesis” sentido de pensar y sentir a la vez. Conocimiento ético no cabe distinguir: el ver, el sentir y el hacer. El autoconocimiento socrático es, por si, el “auto-incremento” o el “auto-movimiento” en que consiste la esencia misma del alma.

Pero la verdad del hombre busca un saber de lo esencial y fundamental, de la condición humana que todos llevamos dentro. La sabiduría permite al hombre ver y distinguir el alcance real de sus actos y puede así evaluarlos, seleccionarlos y dirigirlos.

La autoconciencia socrática es, una práctica de purificación por la cual el hombre se desprende de las “falsas opiniones”. La sabiduría se centra en la ignorancia, en la pregunta, en la interrogación radical del ser, es “creerse sabio sin serlo”.

Ignorante es el que, está lleno de conocimientos, lleno de ideas, el que posee supuestas verdades, el que no se asombra, el que no interroga, el que ya sabe, el que no busca por sí mismo, a cada instante, en el seno siempre misterioso y desconocido se su ser y del ser de los otros.

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