LA FORMACION DEL ESPÍRITU CIENTIFICO
Enviado por neo15 • 20 de Agosto de 2013 • 2.196 Palabras (9 Páginas) • 736 Visitas
LA FORMACION DEL ESPÍRITU CIENTIFICO
Gaston Bachelard
Resumen.
Bachelard plantea el problema del conocimiento en la ciencia en términos de obstáculos. Estos obstáculos aparecen en el acto mismo de conocer, por eso se denominan obstáculos epistemológicos. El autor sostiene que el conocimiento de lo real jamás es inmediato y pleno, es siempre “una luz que proyecta alguna sombra”, en tanto se conoce en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos. Frente a lo real, lo que cree saberse claramente ofusca lo que debiera saberse.
Primer obstáculo a superar: La opinión. La ciencia se opone en absoluto a lo opinión, en tanto ella piensa mal o no piensa, traduce necesidades en conocimientos. El espíritu científico impide tener opiniones sobre lo que no comprende o sobre cuestiones que no sabe formular claramente. Ante todo es necesario saber plantear los problemas.
Planteamiento del problema: debe formularse una pregunta, en tanto todo conocimiento científico es repuesta a una pregunta.
Segundo obstáculo: El instinto conservativo. Costumbres intelectuales que fueron útiles pueden a la larga trabar la investigación, esto sucede cuando las ideas se valorizan indebidamente, cuando el espíritu prefiere lo que confirma su saber a lo que lo contradice, en el que prefiere las respuestas a las preguntas. Entonces el instinto formativo acaba por ceder frente al conservativo y el crecimiento espiritual se detiene. Este obstáculo epistemológico se incrusta en un conocimiento no formulado.
Tercer obstáculo: La observación básica. Ella se presenta como concreta, natural y fácil, basta entonces con describirla para creer que se la comprende. Pero de la observación a la experimentación no hay continuidad sino ruptura, es necesario entonces que el pensamiento abandone al empirismo inmediato.
El obstáculo epistemológico en la historia del pensamiento científico y en la práctica de la educación: Lo que se encuentra en la historia del pensamiento científico, ciertos conocimientos, detienen investigaciones útiles y la evolución del pensamiento. Por eso el epistemólogo debe seleccionar los documentos recogidos por el historiador y juzgarlos desde el punto de vista de la razón evolucionada, puesto que en el presente se pueden juzgar plenamente los errores del pasado espiritual. El historiador de la ciencia debe tomar las ideas como hechos, el epistemólogo debe tomar los hechos como ideas, insertándolas en un sistema de pensamientos. Un hecho mal interpretado en una época sigue siendo un hecho para el historiador, pero para el epistemólogo es un obstáculo a superar.
En la educación el obstáculo pedagógico se presenta bajo la forma de la irreflexión. Los profesores de ciencias imaginan que el espíritu comienza como una lección, pero no han reflexionado sobre el hecho de que el adolescente llega por ejemplo al curso de física con conocimientos empíricos ya constituidos
BACHERLARD Y LA NOCIÓN DE OBSTÁCULO EPISTEMOLÓGICO
Gaston Bachelard (1884-1962) fue, entre otras muchas cosas, un filósofo de la ciencia y profesor de física. Su obra La formación del espíritu científico (1938) puede leerse como una crítica del empirismo y del positivismo. En ella formuló el concepto de obstáculo epistemológico, mediante el cual somete a discusión la tesis de que la realidad es transparente a nuestro conocimiento.
A continuación van unas notas, mero ejercicio de escolar, que intentan precisar la noción de obstáculo epistemológico. No dispongo de tiempo (la necesidad obliga a realizar una multitud de tareas y no permite ocuparse de lo importante) para hacer otra cosa.
ADVERTENCIA: Todas las citas corresponden a la traducción efectuada por José Babini: Bachelard, Gaston. (1999). La formación del espíritu científico. México D. F.: Siglo XXI.
Bachelard se propone estudiar “las condiciones psicológicas del progreso de la ciencia” (p. 15). Para emprender esta tarea adopta un punto de vista basado en la convicción de que “hay que plantear el problema del conocimiento científico en términos de obstáculos” (p. 15). Nuestro autor no concibe estos obstáculos al modo tradicional (como lo hace el empirismo). No se trata de impedimentos externos al conocimiento, que pueden achacarse ya sea a la complejidad o a la fugacidad de los fenómenos examinados, ya sea a la debilidad de los sentidos y/o de la razón humana. Son, por el contrario, obstáculos internos (inseparables) al acto mismo de conocer.
A diferencia del empirismo, Bachelard considera que la experiencia inmediata de los hechos (por ejemplo, registrar las diferencias de temperatura de un líquido x durante n período de tiempo) no tiene sentido en sí misma. La experiencia empírica desnuda jamás es transparente. Por el contrario, Bachelard enfatiza que “el pensamiento empírico es claro, inmediato, cuando ha sido bien montado el aparejo de las razones.” (p. 15).
Toda experiencia empírica se da en el marco de una razón que da cuenta de lo que debemos considerar significativo, de lo que debemos esperar o no esperar que suceda. Es por esto que “se conoce en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos o superando aquello que, en el espíritu mismo, obstaculiza a la espiritualización.” (p. 15). El conocimiento nunca parte de la nada. En todos los casos se conoce sobre la base de conocimientos anteriores, y el conocimiento científico se construye chocando contra esos conocimientos anteriores, que operan como obstáculos para una nueva forma de concebir el fenómeno o el caso en cuestión. Bachelard sintetiza su argumento en la siguiente frase: “Es entonces imposible hacer, de golpe, tabla rasa de los conocimientos usuales. Cuando se presenta ante la cultura científica, el espíritu jamás es joven. Hasta es muy viejo, pues tiene la edad de sus prejuicios.” (p. 15).
En resumen, toda la experiencia anterior, nuestras ideas, nuestros prejuicios, juegan el papel de obstáculos al conocimiento. Estos obstáculos son propios del mecanismo propio del conocer, no son externos a este.
Bachelard sostiene de manera categórica que existe una oposición absoluta entre ciencia y opinión. Mientras que la primera se encuentra impedida “a tener opiniones sobre temas que no comprendemos, sobre cuestiones que no sabemos formular claramente” (p. 16), la opinión, en cambio, lo hace constantemente porque “traduce necesidades en conocimientos” (p. 16).
La opinión es el resultado de la necesidad de respuestas que tienen los seres humanos frente a los problemas que les
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