LA PEDAGOGÍA DE LA ARGUMENTACIÓN: EL DESPERTAR DEL LIDERAZGO ESTUDIANTIL.
Enviado por Pedro Cisneros • 19 de Agosto de 2016 • Ensayo • 1.104 Palabras (5 Páginas) • 377 Visitas
LA PEDAGOGÍA DE LA ARGUMENTACIÓN: EL DESPERTAR DEL LIDERAZGO ESTUANTIL.
“El argumento se asemeja al disparo de una ballesta, es igual de efectivo dirigido a un gigante que a un enano”.
Sir Francis Bacon.
Actualmente vivimos un proceso de paz nunca antes visto, ni en Colombia ni en otro lugar del mundo, con las garantías de entes internacionales que observan el asunto desde una mirada distinta, incluso a la de nosotros, los más beneficiados o afectados.
Sobre esta cuestión se ha hablado demasiado, algunos con pesimismo, otros muy positivistas y otros más escépticos, sin embargo sería pertinente presentar una reflexión a cerca de la manera en que esto se está llevando a las escuelas, donde los estudiantes son muy influenciados por los medios de comunicación y difícilmente lograr diferenciar entre la verdad y la falsedad de ciertos argumentos “politiqueros”. Ante esto surge un interrogante: ¿en nuestras escuelas y colegios se está enseñando a argumentar o diferenciar entre un argumento y una falacia en los discursos de nuestros representantes y políticos? ¿Se debe aprender a argumentar y diferenciar entre lo verdadero y lo falso que nos muestran las noticias manejadas por la élite política?
Precisamente la estadounidense Martha Craven Nussbaum en el libro: “Sin Fines De Lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades”, realiza un análisis de cómo se desarrolla y vivencia la educación, no solo en Estados Unidos, sino igual en Colombia y en el resto de países “tercer mundistas” que dependen de las políticas que rigen el Banco Mundial y otros organismos internacionales, donde cada vez más el neoliberalismo conduce y encadena los pensamientos y vidas de los menos favorecidos.
Es importante resaltar cómo desde la antigüedad Sócrates ya vislumbraba y se preocupaba por el contenido en la educación y la forma en que está es impartida en la sociedad; si la Grecia antigua en la que vivió Sócrates estuvo manchada por la manipulación y la opresión de quienes tienen el poder, imaginemos como lo será ahora donde las rivalidades por tenerlo y mantenerlo corrompen cada día aún más esta sociedad capitalista.
La argumentación es un “arma” que podemos tener a nuestro favor, no solo para dominar o ser respetado, admirado e incluso hasta temido, sino como una oportunidad de darse a entender sin menos preciar al otro, pero también de colocarse en los zapatos de quienes nos escuchan, pues definitivamente si no se está seguro de que quien escucha comprende, no sehabrá logrado impactar verdaderamente en el otro, de esta forma sería un ser farsante, ídolo de multitudes que siguen solo la voz de quien les habla pero no a un sujeto que les puede ayudar a transformar su mundo.
Lamentablemente, son muchos los casos donde las personas solo escuchan esa voz dirigente, la siguen y hasta repiten sus argumentos, pero son vacios y escasos de comprensión lógica e independiente, incapaces de distinguir entre lo real y lo irreal, entre lo verdadero y lo falso. Esto lo vemos a diario en nuestro país con las aseveraciones de algunos políticos de extrema derecha que son capaces de reunir multitudes embelesadas que olvidan la realidad del país y lo peor la niegan.
Colombia sigue siendo azotada por el desenfreno de quienes manipulan la mentalidad de aquellos que solo se siguen por “las venas informativas del poder ruin” de los canales de televisión privada, quienes fueron sus grandes benefactores en las campañas que los llevaron al poder. Precisamente Nussbaum cita una frase que aquí cobra gran importancia: “Nuestra mente no obtiene libertad verdadera adquiriendo materiales de conocimiento, ni poseyendo las ideas ajenas, sino formando sus propios criterios de juicio y produciendo sus propios pensamientos” (Rabindranath), es la educación que cada vez más cargada de contenidos y asignaturas pragmáticas, conlleva a un compendio de saberes retóricos, pero poco análisis de lo que sucede en la realidad.
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