LA VIDA NO ES FACIL, PERO ES LINDA

LA VIDA NO ES FACIL, PERO ES LINDA.

Cuando llego el día, aun lo recuerdo como si lo estuviera viviendo hoy mismo, eran las siete de la mañana, y en doce horas tenía que estar en el aeropuerto. Era un día emocionante, especial y todos los adjetivos buenos que se me podrían haber ocurrido, yo era una chica de veintiséis años, con un título de medica y me quedaba medio año de la especialidad de traumatología, con mi temperamento de una mujer soñadora, sin miedo de nada y valiente, sentía que el viaje me iba a ayudar a crecer como persona, me iba a dejar muchos valores, y así fue.

Mi primer viaje sola, sin amigas, ni familia, estaba dispuesta a disfrutarlo cien por ciento. El tema de las valijas me había estresado un poco, tenía que llevar bastantes cosas, casi dos meses fuera en los cuales recorrí Europa implicaba llevar suficiente ropa, había preparado una maleta llena de remeras, pantalones, etc, y otra en la cual llevaba abrigos y varios pares zapatos y zapatillas. Recorrí 5 países, España, Francia, Alemania, Italia y por último Grecia; los lugares que de chica soñaba con visitar, y hoy puedo decir que cumplí un sueño, el mejor sueño. Le tenía demasiada fe a ese viaje, además de que me iba a buscar un lugar donde poder trabajar y vivir, me iba a encontrar a mi prima en Italia y mi mejor amigo en España. Unas horas antes de irme al aeropuerto sonó el timbre, había venido mi mejor amiga, Sofía, se despidió y me deseó suerte, estaba acompañada de su novio, Valentino, un amigo de mi infancia, el cual me encargo una camiseta de un equipo de Barcelona, el tan conocido Barça, uno de los equipos más populares de Cataluña y de Europa. Ya casi eran las seis de la tarde, me había terminado de bañar y me preparaba para que mi mamá me pase a buscar y me deje en el aeropuerto. No encontraba mis lentes de sol y eso me puso nerviosa, más de lo que estaba, los busque durante diez minutos, y donde menos pensé que estaban, fue ahí donde los encontré. Ordene mi departamento, y les deje las llaves a mi hermana que vivía a la vuelta y me despedí de ella con lágrimas en los ojos, que difícil fue esa situación, pero si algo te enseña es ser más fuertes, y que la distancia no vale si el amor es más poderoso.

• “Que disfrutes todo lo que te toca vivir y seas muy feliz” – me dijo mi hermana con la voz quebrada.
• “Gracias y a pesar de la distancia siempre te llevaré en mi corazón” le dije y- me despedí de ella con un fuerte abrazo.

Cuando estaba en camino al aeropuerto con mi mamá y papá, en el auto, me empezó a sonar el teléfono, lo miré y era mi abuela y con un tono amoroso, pero con llanto en su voz, me dijo: - “Buen viaje querida, acordate siempre esta frase: tomá nota cuando explores tu vida, tendrá más sentido y se feliz”

- “Gracias abue, solo gracias, te amo”, le contesté.

Solo me salieron esas palabras, me costaba hablar y realmente, no quería irme. Me despedí de mis papas con lágrimas en los ojos, nunca nadie me abrazó tan fuerte como lo hizo ese día mi mamá. No hay amor mas fuerte como el de madre e hija, amor sincero y del bueno.

Ya estaba arriba del avión cuando me llegó un mensaje justo antes de apagar el celular, era Francisco, mi mejor amigo, decía que estaba ansioso por verme y me esperaba en el aeropuerto, luego íbamos a su casa. No sabía qué decirle, solo le contesté con un simple “gracias”.

Pasarón diez horas de viaje, llegué a Chicago, donde hice una escala de siete horas, aproveché a chateé con Sofi y con mi prima y de paso leí un libro: “Los días de la sombra” de Liliana Bodoc, y así es como pasó el tiempo.

Llegó la hora, me subí al segundo avión, y puse buena música, para calmar un poco nervios y enseguida me quedé dormida. Aterricé en Barcelona luego de varias horas, y lo ví a Fran sentado, estaba esperándome, como me había dicho, me emocione, vino corriendo, nos abrazamos muy fuerte, y me besó, sin darme cuenta, lo dejé pasar.

Me subí en su auto y fuimos a comer a su casa, estaba muy cansada. Miramos una película en su sillón, lo abracé, y me dormí. Me levante en la misma posición en la cual me había dormido, con Fran al lado, me volvió a besar y me acompañó hasta el hotel. Por la noche me invitó a comer a un hermoso restaurante, la pasamos excelente, demasiado bien. Hablamos de muchas cosas, aun recuerdo un pedacito de la conversación que me ayudo a tomar la decisión de donde trabajar:          

-” Mi padre es uno de los dueños de uno de los hospitales más importantes en Barcelona, yo estoy en ultimo año de neurocirugía, si queres podes trabajar con mi padre”- dijo Fran -  mientras tomábamos un buen vino, con una gran vista a la playa.

–“¡¿Cómo no me contaste antes?!, le dije sorprendida, y agregué “tendré que pensarlo es una gran decisión”- Pero en mi interior estaba convencida de que quería trabajar ahí.

Recorrí Barcelona, y me llevo a ver un partido de fútbol al Camp Nou, el estadio del Barça, que jugaba la final de la Champions Legue, fue un increíble partido, ganó el Barcelona, fuimos a festejar con sus amigos; vimos al mejor jugador del mundo, Lionel Messi. Fue un día muy difícil de olvidar.

El último día en Barcelona, lo pase con Fran, me llevó a una plaza hermosa, y me propuso ser su novia, aun recuerdo sus palabras:

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