LAS TRAMPAS DE LA KRATOS Y LOS SUEÑOS DE LA DEMOS
Enviado por Javier NC • 3 de Noviembre de 2018 • Ensayo • 1.309 Palabras (6 Páginas) • 240 Visitas
LAS TRAMPAS DE LA KRATOS Y LOS SUEÑOS DE LA DEMOS.
Con el pecho gozoso y altivo,
Yo escalo la nave…
¡Oh mar de los libres! ¡Acógeme!
¡Oh tierra de esclavos! ¡Adiós!
Manuel González Prada (Libertaria).
En nuestras vida cotidiana somos participes de aspectos a los cuales, como seres racionables, no les tomamos importancia, y generalizo a todas las culturas del mundo globalizado, ya que nuestra comunicación neoliberalista es igual de grande como nuestra decadencia humanista. En ocasiones solemos caer en nuestro vago sentimiento bárbaro, absolutista, que es una burla, un terror, una niebla, una ceguedad, que se nos topa en el camino y nos deja progresar como personas, como sociedad, como nación, y posteriormente como mundo. La historia humana es sin duda, un parte aguas, un teje reflejos de lo que somos, y sin duda, de cuál es nuestro hueco, nuestra piedra, nuestra muerte. Somos sociedades que crean lo bello y hermoso, pero lo olvida y pierden, en el hueco de nuestro bienestar individual, “El yo y solo yo”, seria re memorable, traer como ejemplo de invidualismo propio, a un gobernante francés del siglo XVI, llamado Luis XIV, que con una peculiar frase: “L'État, c'est moi” (El pueblo soy yo), nos viene a presentar, quizá una de las tantas formas de ofuscación que tenemos como personas, y sobre todo como individuos absolutistas, era eminente que la monarquía absolutista de esa época se iba a sobreponer sobre un pueblo francés ignorante, pero es esta la parte de la historia, que nos muestra nuestro otro lado oculto, que es exagerado, imponente, exigente y sobre todo humanista, “nuestro lado de rebelión”, véase como nuestro lado anarquista, nuestro lado exasperado que busca el bien individual, y el bien común, que intente acabar con lo absoluto. Para suerte del Rey, y del más largo periodo de reinado de la corona francesa, el estado francés no se expresó como nación rebelde ante este monarca. El periodo del Rey, es más bien un ejemplo, ya que esto no nos importa tanto, lo que esencialmente es rescatable es el lado abierto y cerrado que tenemos como sociedad, en donde somos nada, pero a la vez lo somos todo. Regresando a la actualidad, nos encontramos con gobiernos, que tratan de ya no ser absolutos y monarcas, y digo tratan porque efectivamente como sociedad estamos en una etapa donde buscamos el bien común, mas no lo encontramos, nos quedamos nuevamente en un hueco vacío, en un tratar, en un intento, algo como una meta imposible, como un sueño inalcanzable, que lamentablemente para la sociedad y para mal, de los gobiernos totalitarios es posible, Herbert Read, pensador anarquista ingles dice; “No pertenecemos a ningún partido, porque ningún partido, puede encarnar nuestra meta final”. Y efectivamente cada persona, es una mente diferente, y por ende un grupo pequeño que tiene posibilidades intelectuales y económicas, no puede conocer del todo los bienes comunes de una sociedad. La finalidad de una buena democracia, no es la de demostrar solamente la participación de un pueblo a la hora de las elecciones presidenciales o de cualquier tipo de cargo político, la finalidad primordial es demostrar nuestro alto grado de conciencia, que tenemos como sociedad y como individuos. Efectivamente a lo largo de la historia de todas las naciones del mundo, se presenta un poder místico, invisible pero presente, que busca ahogar el bien de la sociedad y del individuo, un poder que sobrepasa los límites de la vergüenza humanista, que encarna y toma forma de gobernante, que corrompe el poder de la lealtad, que mata la esperanza y sobre todo falla, falla como gobernante, dictador o monarca, falla como persona ante su nación y se falla a sí mismo. Es evidente como algo que visto como una forma abstracta e inexistente en nuestro mundo, nos invade como persona y nos ahoga. La sociedad mexicana actual, ha presentado y nos presenta actualmente, tantos modos de liberación y represión, los cuales a nivel mundial son representación de nuestra cultura, nos podemos mostrar retrógradamente en el mundo, como la sociedad ofuscada, que sabe su pasado, presente y futuro, y pese a esto no hace el intento o no busca el cambio, que prefiere ahogarse con el poder de las palabras mal dictadas. Cabe recalcar que presentamos una de las mejores constituciones a nivel mundial, véase por su belleza y precisión de las palabras, y como bien se sabe, la constitución de una nación es el modo de vida de la misma, el orden de una sociedad no es símbolo de control o represión, por el contrario, es un símbolo de unión, una unión de ideales que buscan y encuentran el bien común, y para mantener dicho bien hacen surgir la necesidad del orden, que no busque lo contrario a lo establecido. Nuestra independencia y nuestra revolución, buscaron el mismo objetivo, pero ambas partieron de ideales completamente diferentes, nuestra independencia, se encontró en el camino a la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, y se dejó guiar en gran parte por los principios de libertad y de justicia, principios que no habían nacido de la necesidad mexicana, por otra parte nuestra revolución, nació de la necesidad del pueblo mexicano, fue un hecho que nació de nuestra tierra y de los ideales de una sociedad que no se dejó guiar por los principios o ideales de las naciones externas, la revolución marco el parte aguas ideológico de una nación, que busco y consiguió, la validación de los derechos y necesidades, exigidos no solo por las clases sociales altas, sino también por las clases bajas. Actualmente nuestra sociedad, se es guiada por los principios capitalistas, el paso que dimos se vio una vez más oscurecido, ante las trampas del dinero y capital extranjero, “las constituciones o leyes de una nación, ya no solo buscan el bien común sino también lo capitalizan”. Citando al filósofo argelino, Albert Camus; “Vivimos en el mundo de la abstracción, el mundo de las oficinas y las maquinas, de las ideas absolutas y del mesianismo sin matices. Nos asfixia esa gente que cree tener la razón absoluta, ya sea con sus máquinas o con sus ideas”, nuestra sociedad actual ya no se abre a la libertad y a la diversidad ideológica, efectivamente recaemos en nuestro hueco, nuestro hoyo, nuestra ofuscación al exterior, todo sea por nuestro bien capital. La tecnología, ha marcado la historia de la humanidad, pero también la ha condenado. Nos hemos refugiado en el bien de las ciencias y las artes, pero también nos hemos ocultado, para quedarnos ahí estancados. Nuestros medios de comunicación, véase como: la televisión, el periódico, el radio, etc., dicen hablar con la verdad, pero la realidad es otra. Los libros, diccionarios, enciclopedias, atlas, etc., se ven opacados por la velocidad de búsqueda de información de las computadoras. Nuestros representantes políticos buscan decir mas no cumplir lo que la sociedad quiere escuchar y ver, dejamos el poder en las manos de alguien que sabe que no va a ejercer su puesto como debe ser, en alguien que sabe que va a caer en el vicio de lo capital y es capaz de traicionarse a sí mismo y a toda una nación para saciar su sueño de color moneda de oro y billete color verde.
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