LOS PRINCIPIOS DE EMANUEL KANT

LOS PRINCIPIOS DE EMANUEL KANT

La producción literaria de Kant abarca 50 años (1749-1799). Nació Koenigsberg, en 1724, de familia muy modesta; en 1732 fue alumno del Collegium Fridericianum que entonces dirigía Albert Schultz.

Cualquier que sea el concepto que en un plano metafísico tengamos de la libertad de la voluntad, sus manifestaciones fenoménicas, las acciones humanas se hallan determinadas, lo mismo que los demás fenómenos naturales, que por las leyes generales de la naturaleza.

PRIMER PRINCIPIO: todas las disposiciones naturales de una criatura están destinadas a desarrollarse alguna vez de manera completa y adecuada. En este principio nos dicen que cada especie tiene un papel una función primordial en un mecanismo natural

SEGUNDO PRINCIPIO: en los hombres (como única criatura racionales sobre la tierra) aquellas disposiciones naturales que se apuntan al uso de su razón, se deben desarrollar completamente en la especie y no en los individuos. En este principio hablamos de la razón que en una criatura significa aquella facultad de ampliar las reglas e intención del uso de todas sus fuerzas mucho más allá del instinto natural.

TERCER PRINCIPIO: la naturaleza ha querido que el hombre logre completamente de sí mismo todo aquello que sobrepasa el ordenamiento mecánico de su existencia y que no participe de ninguna otra felicidad o perfección que la que el mismo, libre del instinto, se procure por la propia razón. Nos habla de una división moral en el ser humano por el uso de la razón todo el cambio que debe de sentirse para buscar una función en un entorno.

CUARTO PRINCIPIO: el medio de qué sirve la naturaleza para lograr el desarrollo de todas sus disposiciones es el antagonismo de la misma en sociedad, en la medida en que ese antagonismo se convierta a la postre en la causa de un orden legal de aquellas. En este principio nos dice que el ser humano para su desarrollo en sí mismo sacrifica la naturaleza para su mejoramiento insoluto.

QUINTO PRINCIPIO: el problema mayor del género humano, a cuya solución le constriñe la naturaleza, consiste en llegar a una sociedad civil que administre el derecho en general. En este principio es que el ser humano cambio la naturaleza para en un desarrollo de la sociedad más sustentable para su bienestar en sí mismo.

SEXTO PRINCIPIO: este problema es también el más difícil y el que más tardíamente resolverá la especie humana. La dificultad que ya la mera idea de la tarea nos patentiza es la siguiente: el hombre es un animal que cuando vive con sus congéneres necesita a un señor.

SEPTIMO PRINCIPIO: el problema de la institución de una constitución civil perfecta depende a su vez del problema de una legal relación exterior entre los estados y no puede ser resuelto sin este último. La misma insociabilidad que obligo a los hombres a entrar a esta comunidad es causa nuevamente de que cada comunidad en las relaciones exteriores.

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