Principios De Kant
Enviado por Francisco8898 • 21 de Abril de 2015 • 1.551 Palabras (7 Páginas) • 297 Visitas
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Primer principio
Todas las disposiciones naturales de una criatura están destinadas a desarrollarse alguna
vez de manera completa y adecuada. Esto se comprueba en todos los animales por la observación
exterior y por la observación interior o desarticuladora. En la ciencia natural teleológica un órgano
que no ha de ser empleado, una disposición que no ha de alcanzar su fin, representan una
contradicción. Porque si renunciamos a ese principio, ya no nos encontramos con una naturaleza
regular sino con un juego arbitrario; y el desconsolador "poco más o menos" viene a ocupar el
lugar de los hilos conductores de la razón.
Segundo principio
En los hombres (como únicas criaturas racionales sobre la tierra) aquellas disposiciones
naturales que se apuntan al uso de su razón, se deben desarrollar completamente en la especie y no
en los individuos. La razón en una criatura significa aquella facultad de ampliar las reglas e
intenciones del uso de todas sus fuerzas mucho más allá del instinto natural, y no conoce límites a
sus proyectos. Pero ella misma no actúa instintivamente sino que necesita tanteos, ejercicio y
aprendizaje, para poder aprender cómo usar a la perfección de todas sus disposiciones naturales;
o, si la naturaleza ha fijado un breve plazo a su vida (como ocurre), necesita acaso de una serie
incontable de generaciones que se trasmitan una a otra sus conocimientos para que, por fin, el
germen que lleva escondido la especie nuestra llegue hasta aquella etapa de desarrollo que
corresponda adecuadamente a su intención. Y este momento, por lo menos en la idea del hombre,
debe constituir la meta de sus esfuerzos, pues de lo contrario habría que considerar las
disposiciones naturales, en su mayor parte, como ociosas y sin finalidad; lo cual cancelaría todos
los principios prácticos y, de ese modo, la naturaleza, cuya sabiduría nos sirve de principio para
juzgar del resto de las cosas, sólo por lo que respecta al hombre se haría sospechosa de estar
desarrollando un juego infantil.
Tercer principio
La naturaleza ha querido que el hombre logre completamente de sí mismo todo aquello que sobrepasa
el ordenamiento mecánico de su existencia animal, y que no participe de ninguna otra felicidad
o perfección que la que él mismo, libre del instinto, se procure por la propia razón.
Porque la naturaleza nada hace en balde y no es pródiga en el empleo de los medios para
sus fines. El hecho de haber dotado al hombre de razón y, así de la libertad de la voluntad que en
ella se funda, era ya una señal inequívoca de su intención por lo que respecta a este
equipamiento.
Cuarto principio
El medio de que se sirve la naturaleza para lograr el desarrollo de todas sus disposiciones es
el ANTAGONISMO de las mismas en sociedad, en la medida en que ese antagonismo se convierte a
la postre en la causa de un orden legal de aquellas. Entiendo en este caso por antagonismo la
insociable sociabilidad de los hombres, es decir, su inclinación a formar sociedad que, sin
embargo, va unidad a una resistencia constante que amenaza perpetuamente con disolverla. Esta
disposición reside, a las claras, en la naturaleza del hombre. El hombre tiene una inclinación a
entrar en sociedad; porque en tal estado se siente más como hombre, es decir, que siente el
desarrollo de sus disposiciones naturales. Pero también tienen una gran tendencia a aislarse;
porque tropieza en sí mismo con la cualidad insocial que le lleva a querer disponer de todo según
le place y espera, naturalmente, encontrar resistencia por todas partes, por lo mismo que sabe hallarse propenso a prestársela a los demás. Pero esta resistencia es
la que despierta todas las fuerzas del hombre y le lleva a enderezar su inclinación a la pereza y, movido por el ansia de
honores, poder o bienes, trata de lograr una posición entre sus congéneres, que no puede
soportar pero de los que tampoco puede prescindir. Y así transcurren los primeros pasos serios de
la rudeza de la cultura.
Quinto principio
El problema mayor del género humano, a cuya solución le constriñe la naturaleza, consiste en
llegar a una SOCIEDAD CIVIL que administre el derecho en general. Como sólo en sociedad, y en
una sociedad que compagine la máxima libertad, es decir, el antagonismo absoluto de sus
miembros, con la más exacta determinación y seguridad de los límites de la misma, para que sea
compatible con la libertad de cada cual, como sólo en ella se puede lograr el empeño que la
naturaleza tiene puesto en la humanidad, a saber, el desarrollo de todas sus disposiciones, quiere
también la naturaleza que sea el hombre mismo quien se procure el logro de este fin suyo, como
el de todos los fines de su destino
Sexto principio
Este problema es también el más difícil y el que más tardíamente resolverá la especie humana.
La dificultad que ya la mera idea de la tarea nos patentiza es la siguiente: el hombre es un
animal que, cuando vive entre sus congéneres, necesita
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