La Carta Robada

La lectura de Edgar Allan Poe titulada la Carta Robada es muy interesante, ya que

el autor tiene una manera fascinante de narrar la historia. Al desarrollar la lectura

me pareció muy interesante un personaje, que se llama Auguste Dupin, ya que

tiene una gran personalidad que lo identifican en su forma de ser comoes el ser

astuto y por supuesto inteligente.

Dupin es un gran sabio en conocimientos ya que él estudia el conocimientos

humanos y algunas ramas de lo que son las artes y las ciencias. Pero es ahí

cuando llega el prefecto de la policía de Paris que se llama G, él les empieza a

platicar sobre un problema que a él le intriga mucho, donde él dice que se ha

perdido un documento que es de gran valoración a la persona que lo tengo en su

posesión y hace la suposición que ese documentos pudo haber sido robado por el

ministro D, pero él no lo puede culpar ya que no tiene ninguna prueba de lo

acontecido, y también ha tenido varios intentos fallidos al buscar la carta en la

carta del ministro G.

Encontré el pensamiento crítico en Dupin ya que; que no se conforma con lo que

dice el prefecto, quien tiene un pensamiento muy metódico, “para quien todo lo

que excedía su comprensión era <<raro>>”. Este pensamiento podemos ver el

desarrollo de la historia y como también la resolución del problema del documento.

Cuando el prefecto empieza a contar su problema surge este pensamiento

“distinto” o crítico, pues desde el inicio Dupin lo cuestiona sus argumentos:

“¿Cómo se sabe eso?” a lo que el prefecto simplemente responde que se deduce

sin tener pruebas clara para tal afirmación.

Uno de los mejores pensamientos críticos elaborado por Dupin, es cuando el

prefecto de policía no pensó como el ministro, sino de acuerdo a las prácticas

metódicas que la policía parisiense aplica, pero que no aplican a casos

“diferentes”: “Si la carta hubiera estado dentro del ámbito de su búsqueda, no cabe

la menor duda de que los policías la hubieran encontrado…Las medidas eran

excelentes en su género y fueron bien ejecutadas; su defecto residía en que eran

inaplicables al caso y al hombre en cuestión.” Otro pensamiento crítico es cuando

Dupin explica al prefecto G que el Ministro D. no es cualquier tonto qué pensaría

igual que el trayendo consigo el documento que le da el poder, ya que la policía

parisiense podría inmiscuirse y detectar fácilmente el papel: “Supongo que D… no

es completamente loco y que debido prever esos falsos asaltos como

consecuencia lógica.”

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