La Dignidad De La Mujer

LA DIGNIDAD DE LA MUJER EN EL AMOR

INTRODUCCIÓN

En un país como México, la cultura, la forma de vida en familia, y sobre todo en la vida de pareja, está fuertemente permeada con usos y costumbres tradicionalistas que, lamentablemente, son de carácter machista.

A pesar de que en nuestros días la lucha por la igualdad de géneros ha tenido un gran avance, en muchas familias y parejas, aún está el remanente de condiciones de desigualdad para la mujer que nos obligan a pensar en el papel que desempeñan, su carácter y condición y si para la realidad de nuestros días de equidad sexual, son condiciones de dignidad como ser humano o no.

En una cultura como la nuestra, es de esperarse que los papeles que desempeñan la mujer y el hombre en una pareja son totalmente desiguales. Mientras que el hombre es visto como el proovedor, aquel que sale a la calle a trabajar y a obtener los recursos necesarios para mantener a la familia, mientras que la mujer es vista como la responsable de todo lo que sucede en casa, desde el cuidado de los hijos, los quehaceres del hogar, la responsabilidad por la organización y administración, por la unidad misma de la familia, es decir, el pilar del hogar.

Esta situación, de entre muchos otros factores, proviene de la idealización de la relación en pareja, de la idealización de la entrega incondicional de la mujer hacia el sustento y cuidado de los demás, de la idealización de la forma de amar y de estar con los demás en sociedad.

Es natural, entonces , escuchar frases típicas como “El verdadero amor es incondicional”, “Si hay amor, no necesitas nada más”, “El amor es eterno” frases que nos dan el punto clave de la ideología que se persigue, y que en general tiende a desembocar en el desarrollo de situaciones de pareja completamente irracionales, de desigualdad, y de indignidad. Por lo tanto, estas situaciones nos invitan a auto cuestionarnos si tales “frases ideológicas” de verdad son de bienestar, dignidad y amor.

Ésta ideología pide a la mujer amar incondicionalmente, darlo todo por su pareja y sus hijos, por sobre todas las cosas, olvidándose de sí misma, de sus propias necesidades, respeto y dignidad. Dado que ésta ideología viene de generaciones anteriores, es muy fácil caer en un estado de ceguera, en el que ya es imposible distinguir en qué momento el amor y la relación de pareja ya no es una condición digna, y además que es aceptada y bien vista “la cruz del matrimonio”.

“Vivir para el otro” se convierte en un mandato que se cumple sin cuestionamiento. La independencia y emancipación femenina, se clasifican como signos de egoísmo, desobligación e irresponsabilidad.

¿Cómo cambiar la situación de alguien que no sabe que está mal y que parte de su malestar es visto como obligación moral? El replanteamiento y cuestionamiento de aquellas creencias es hace menester. ¿El amor es infinito?, ¿El amor debe ser completamente emocional? ¿Si el amor es incondicional, entonces estamos dispuestos a negarnos a nosotros mismos, nuestras ideas, principios, metas, deseos, necesidades y todo?

Es necesario hacer un análisis y reubicar al amor en un sitio con justa medida, es decir, bajar al amor de su definición de “infinito”, “eterno”, “que todo lo puede”, y colocarlo en un lugar donde el amor emocional y el amor racional se conjuguen en armonía y buen equilibrio.

El equilibrio de éste nuevo concepto de amor se encuentra en tres principios básicos.

El amor a sí mismo. Uno no puede dar amor si uno no tiene amor. Ese amor interno y hacia nosotros es lo más importante que debe existir en una persona, y cuya cosa es más importante que todo lo que de fuera pudiera venir, responsabilidades, obligaciones, presiones familiares, la sociedad misma, todo.

El amor en pareja. Como su nombre lo indica, debe ser “parejo”, en igualdad. No debe haber la designación innata de la responsabilidad y sacrificio de las mujeres hacia la pajera, sus hijos y el hogar.

Amar no debe permitir negociar los principios propios. Las convicciones y planes de vida, la autorrealización es lo más importante para las personas, es el objetivo fin de cada uno. La autorrealización, entonces, debe estar en primer lugar, incluso antes de pensar en una pareja.

Ideas

Idealización del Amor:

• Amor por sobre todas las cosas:

o Olvidándose de uno mismo

o Olvidándose de sus propias necesidades

• Vida de Pareja = Mayor Autorealización

• Amor = Máxima Aspiración en la Vida

• Amor = dimisión absoluta, vivir para el otro,

• La dependencia se ve mal, como una forma de egoismo

• Ejemplo: En el matrimonio, la mujer es el pilar de la familia, y para mantenerlo debe aguantar todo.

Antítesis:

• Reubicar al amor en un sitio con justa medida

• Democrático

• Amar no implica negociar los principios propios

DESARROLLO

Desde los inicios de la historia del México independiente, es sabido por todos y por la tradición, el desempeño de los tan diferentes papeles de los hombres y mujeres dentro de la pareja.

El machismo se define, en principio, por la diferenciación de las actividades entre hombres y mujeres y sobre todo en el sentido de la subordinación de las mujeres ante el favoritismo hacia los hombres. El machismo entonces, es un conjunto de conductas y creencias sociales en las que se justifica y se mantiene una denigración a la mujer.

Este tipo de creencias, acciones y hábitos que existen en la sociedad, no son producto de la casualidad, sino de una gran tradición que ha trascendido por generaciones. Desde el simple cortejo, en el que el hombre es el indicado para acercarse a la mujer, ya que si ella lo hace, puede interpretarse como una “cualquiera”, hasta las actividades cotidianas de la vida en pareja, en donde el “deber” de las mujeres es el cuidado del hogar y de los hijos.

Afortunadamente en nuestros días, existe la tendencia a sobrellevar éste tipo de situaciones, siendo que la mujer ha tenido una participación social y económica muy importante. Sin embargo, esto no es suficiente con el ámbito laboral, si no que, es necesario que la práctica de actividades de la pareja sea totalmente equitativa en ámbitos del hogar y del amor en la pareja y familia.

A pesar de los avances en la erradicación de la discriminación de sexos, sigue siendo necesaria una educación adecuada, en la cual se enseñe a nuestros hijos a ser equitativos entre sexos.

Un aspecto de vital importancia y en donde se ve explícitamente reflejada la actitud machista, es en el amor de pareja. El amor de pareja se encuentre fuertemente mitificada

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