La Filosofía De Dejar Que Las Cosas Fluyan

La filosofía de dejar que las cosas fluyan.

• La vida ciertamente no tiene sentido, porque el verdadero sentido se lo pones tú. Que tu vida tenga o no sentido va a depender de la pasión con que impregnes tus acciones día con día.

Dejar que fluya es tener conocimiento de las acciones y reacciones, de tus decisiones de tu vida diaria, de lo cotidiano, aceptar el cambio para alcanzar los objetivos. Cuando algo no sale como esperábamos solemos entrar en desesperación. Esta no es una respuesta sana del cuerpo ni de la mente, ya que si tenemos en cuenta que pocas veces las cosas se dan como las pensamos o las planeamos. Si aprendemos a fluir, seremos capases de encontrar las oportunidades allí donde se producen los cambios. El resultado es una vida sin angustias y con la mente abierta a encontrar nuevos caminos.

En la vida diaria nos encontramos frente a muchos problemas que, simplemente, no sabemos cómo resolver. Puede ser que recibamos una oferta laboral que no nos termina de convencer, en escoger que carrera vas estudiar y esto nos coloca ante la difícil situación de decidir qué hacer. También puede pasar lo mismo con los sentimientos, a veces deseamos estar con alguien, pero no sentimos imposibilitados de hacerlo ya sea por una cosa u otra. Estas situaciones son apenas una muestra del gran numero de circunstancias en donde nos vemos obligados a tomar decisiones que no podemos afrontar. Una corriente psicológica cree que, en estos casos, lo mejor es decidir por una de las variables dice que debemos hacernos responsables del camino emprendido. Sin embargo, desde hace algunos años una nueva visión acerca de estas encrucijadas nos dice que la clave está en la alternativa natural de aprender a fluir. Es decir, no se trata de forzar decisiones ni obligamos a aceptar lo que elegimos en un momento de presión, sino de esperar que el tiempo acomode las cosas.

La filosofía de dejar que las cosas fluyan no solo es útil ante las decisiones, sino también cuando nos enfrentamos a problemas o situaciones que no se presentan como esperábamos. Aquí también es importante dejar que las cosas fluyan, dejar que todo se acomode por su cuenta o naturalmente. ¿Entonces que es lo que debemos aprender? Aprender a fluir ante lo inesperado y saber aprovecharlo es un entrenamiento que debemos aplicar en los pequeños sinsabores de la vida y los grandes fracasos. Por ninguno de los dos será tal cosa si sabemos encontrar las oportunidades.

Dia a dia esta forma de pensar filosóficamente es criticada por personas que prácticamente es ignorante ante el tema, que no tiene la misma forma de pensar para los que no aplican el dejar fluir las cosas. Para muchas personas que viven en su vida diaria donde todo lo tienen organizado y no dejan tiempo para un imprevisto, las que viven en su cuadrito individual ante el mundo que los rodea, es imposible que entiendan esta forma filosófica de pensar y es ahí cuando es juzgada por los demás. La forma en que ven el dejar fluir es que es una forma de ser valemadrista ósea que lo toman muy a la ligera. Pero dejar fluir no es eso, sino tener conocimiento de tu espacio cotidiano para saber en qué situaciones tienes que dejar que las cosas se acomoden naturalmente. Y que no haya preocupaciones al momento de dejar fluir las cosas sino la persona seguiría con la tención de ahí la frase “deja que fluya como el viento” el viento fluye por donde el se dirija nada le impide el paso simplemente cambia de dirección pero siempre va fluyendo.

¿Qué pasa cuando no salen las cosas bien dejándolas fluir? En pocas ocasiones si aplican la teoría se podrían hacer esta pregunta por qué no fluyo como esperaba, su repuesta esta en ti mismo, creyentes de esta forma de pensar y ver al mundo dicen que es porque uno no se desempeña bien en el papel de dejar que las cosas fluyan y al no estar al cien por ciento fluyendo podría suceder que las cosas pasen naturalmente pero no como uno lo esperaba. En mi forma de pensar simplemente y sencillamente creo que no siempre las cosas

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