La Imaginación Nos Entrega Felicidad

¿La imaginación nos entrega felicidad?

La imaginación es la capacidad que tiene la mente humana para representar las imágenes de cosas, hechos reales o ideas aunque estas no existan. Mediante la imaginación podemos ver sin ver, es decir, somos capaces de reproducir en imágenes todo lo que nosotros imaginemos, no hay barreras ya que todo está permitido acá, porque la imaginación es dejar volar la mente humana hasta salirse de los límites de lo terrenal, ya sea falso o real. Los sucesos que nos imaginemos podrán ser posibles (por ejemplo, imaginarse viajando a la playa en el próximo verano) o irrealizables (caminar entre dinosaurios o conversar con un perro). En este ensayo se respaldará que la imaginación si nos entrega felicidad a través de distintos tipos de argumentos.

La imaginación es capaz de darnos felicidad por distintas razones, en primer lugar dentro de la imaginación tenemos la fantasía (facultad de imaginar cosas que no existen en la realidad) que es capaz de poder alterar el mundo terrenal, de dar forma sensible a las ideas y sentimientos que no le son propios, este mundo es algo que cada uno se crea, donde todo lo que pueda pasar por nuestra mente es incorporado sin dejar ningún pensamiento por muy poco válido que sea en el mundo real. Por ejemplo, una persona que tiene un amor incondicional por los animales, lo más probable es que le encantaría poder saber los sentimientos más profundos de estos y lo que piensan de cada cosa, ya sea si les duele algo, si están felices, si tienen hambre, si necesitan cariño, entre muchas otras, por lo que quizás alguna vez se haya imaginado que estos le hablasen o que pudiera existir alguna comunicación entre esa persona y estos seres vivos incapaces de hablar. Esto que es algo muy atractivo para el ser humano, ya que dentro de los seres vivos estamos acostumbrados a que solo nosotros nos podamos comunicar, sin saber lo que piensan los otros seres vivos como plantas y animales, es sólo uno de los ejemplos que nos llevan a poder imaginar cosas que nos sacan de la monotonía de lo cotidiano y que incluso pueden hacer nuestros pensamientos mucho más placenteros haciéndonos en cierto aspecto más felices. Estas fantasías son esperanzas no realistas de que los objetos y la naturaleza sean capaces de poder desafiar las leyes de las ciencias y de la lógica, y que así funcionen de una manera distinta de la que han sido diseñados.

Es así como la imaginación nos sirve para desconectarnos del día a día, de los problemas de un mundo imperfecto que ha perdido toda la pasión y energía para reinventarse. Nos hemos ido desconectando de la fantasía y dejando de lado la imaginación. Muchas veces la gente piensa que imaginarse cosas fantásticas es solo parte de la inocencia de la niñez, pero el adulto también tiene que imaginar para poder llevar una vida más apasionante, una vida donde cada día haya que descubrir cosas totalmente nuevas y que le abran el espacio tan restringido en el que vive. En el caso de la película “El imaginario mundo del Doctor Parnassus” se quiere demostrar que el viaje al mundo imaginario no es algo superficial ya que nos hace sentir como de verdad queremos ser y con un sentimiento mágico mucho más atractivo que el del mundo real. De hecho en una parte de la película Tony (personaje que se integra al circo del Dr. Parnassus) rediseña este teatro que tenía el Dr. con su hija, dejando el escenario con colores blancos y negros, y donde se mostraban personajes que representaban distintos tipos de pecados y tentaciones como Eva con una manzana, una mujer muy gorda que cae en la gula y un niño negro que le tira aire a los ricos. Todo esto lo representó así porque era la mejor manera de atraer la atención del público ya que las personas generalmente tienden a sentirse más atraídas por la naturalidad de lo real y los errores que cometemos, en vez de entusiasmarse más por lo mágico y placentero del mundo imaginario. Cuando iban entrando mujeres a este mundo imaginario en la película, salían totalmente encantadas, sin duda alguna que este mundo les pudo abrir la mente, donde vieron ríos que se convertían en serpiente, miles de colores que no estaban acostumbradas a ver en objetos de afuera, sintieron olores que las hacían estar felices, etc. Simplemente era para esas mujeres un paraíso esto del mundo imaginario.

En segundo término la imaginación nos da habilidades para el arte y la creación ya que transformamos el pensamiento en imágenes intentando poder expresar nuestros sentimientos más profundos. Generalmente los artistas y pintores están constantemente imaginando cosas nuevas y queriendo expresarlas. Ocurre distinto cuando una persona tiene ganas de expresar algo a través de una pintura, o de lo que sea y le cuesta desarrollar su capacidad de crear cosas nuevas en su mente utilizando la imaginación, lo más probable es que se frustre sin tener ganas de hacerlo. Esto mismo ocurre al sentarse y querer escribir una obra, un ensayo, hacer una carta, o en realidad hacer cualquier cosa. Si no desarrollamos la imaginación nos desilusionamos ya que sentimos que nuestra mente está en un espacio cuadrado donde no se nos ocurre nada y hay muchos límites siendo exactamente igual a nuestro mundo real.

La tercera observación que reafirma que la imaginación es capaz de entregarnos felicidad tiene que ver con que gracias a esta hemos podido tener las cosas materiales que se han ido creando con el tiempo y que nos han traído beneficios tanto necesarios como satisfactorios. ¿A qué se debe esto? Todas las ciencias han sido subyacentes de la imaginación y es un elemento fundamental en la creación de estas, ya que es capaz de inspirar a una persona a pensar en ideas de donde nacen grandes teorías y que luego son aplicadas en la práctica. Aunque la imaginación se ve puesta en condiciones que vienen de la realidad restringiéndose de cierto modo, esta llega a ser la forma más concurrida por el hombre para llegar a distintos tipos de descubrimientos. Es así como la imaginación es la vía más grande de la actividad humana y la principal fuente del desarrollo humano aportándonos así a la sociedad. Para terminar con este argumento citaré a Albert Einstein

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