La Interdisciplinariedad En La Educación De La Cultura Histórica. Su Importancia En La Formación Política.
Enviado por ticop37 • 11 de Junio de 2013 • 3.587 Palabras (15 Páginas) • 558 Visitas
Título:
Autora: MSc. Marlene Milagros Soriano Roque
Profesora Auxiliar, Universidad de La Habana
marsorroq@yahoo.es
La interdisciplinariedad en la educación de la cultura histórica en Cuba.
MSc. Marlene Milagros Soriano Roque
Resumen: El trabajo argumenta la necesidad de profundizar en la educación desde una perspectiva interdisciplinaria, donde aporten sus saberes las diferentes ciencias que estudian, cada una desde su objeto, la formación de hombres y mujeres integrales. Como parte de ello, la cultura histórica tiene una gran significación en la formación política como medio de preservar y desarrollar un modelo económico, político y social más justo y humano.
Palabras claves: interdisciplinariedad, educación, cultura histórica.
Los conceptos de cultura histórica, interdisciplinariedad y educación.
Los conceptos de “cultura política”, “cultura científica”, “cultura artística” “cultura del debate”, etc., se pueden integrar en el de “cultura histórica”. Este es un concepto de la filosofía política, que resulta de la comprensión interdisciplinaria de la cultura y la historia como totalidades. Puede entenderse la cultura histórica como una categoría que refleja un cambio en la visión del hombre y su mundo, hacia una concepción de la red compleja de relaciones de la sociedad, la cultura y la historia. En el debate académico y político sobre la dirección que debería tomar la educación de la cultura histórica y sobre los métodos que debería emplear, se manifiesta la relación entre la sociedad, la política y la cultura, como una realidad que exige un tratamiento interdisciplinario, actualizándose el concepto de sociedad como formación histórica, socio-económica y como formación socio-cultural .
La filosofía política no puede analizar formas aisladas o particulares de la cultura, ésta es tarea de psicólogos, historiadores, etnólogos, economistas, teólogos, y otros especialistas de las ciencias particulares. Sin embargo, sí puede, con ayuda de todas esas ciencias, desarrollar un concepto sintético y general, de la cultura histórica, que capte la unidad del proceso creador del sujeto histórico, en su doble condición de ser individual y social y que además refleje el carácter axiológico de dicho concepto. La cultura histórica es en sí misma un valor y como tal hay que descubrirlo, trasmitirlo, educarlo. Puede parecer un término redundante pues cultura e historia se condicionan mutuamente. Pero con él se quiere significar la necesidad de un concepto para entender, cambiar y/o preservar la sociedad, como misión básica de todas las formas ideológicas y de praxis, especialmente la política.
“Por cultura histórica se entiende la herencia social, es la manera en que los seres humanos solucionan problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común” . La cultura histórica como valor es de naturaleza multidimensional , al integrar en un todo, hechos, personalidades, costumbres, ideas, sentimientos, etc., creados por cada pueblo en sus singulares circunstancias históricas. Por eso la cultura histórica conforma el patrimonio que representa la evolución de los modos de hacer, de ser y pensar, que caracterizan a cada pueblo, que se hereda y desarrolla generación tras generación como su identidad.
La cultura histórica no se limita pues, a la enseñanza o desarrollo de la historia como ciencia, ni se refiere solo a la historia del pensamiento o del imaginario popular, sino a la memoria colectiva como un elemento de la identidad cultural, con todos sus componentes materiales y espirituales. Con este concepto la cultura y la historia adquieren un sentido abarcador en el que se conjugan, de forma compleja, los diversos elementos de la identidad cultural. Según Jörn Rüsen: “La 'cultura histórica' contempla las diferentes estrategias de la investigación científico-académica, de la creación artística, de la lucha política por el poder, de la educación escolar y extraescolar, del ocio y de otros procedimientos de memoria histórica pública, como concreciones y expresiones de una única potencia mental. De este modo, la 'cultura histórica' sintetiza la universidad, el museo, la escuela, la administración, los medios, y otras instituciones culturales como conjunto de lugares de la memoria colectiva, e integra las funciones de la enseñanza, del entretenimiento, de la legitimación, de la crítica, de la distracción, de la ilustración y de otras maneras de memorar, en la unidad global de la memoria histórica” .
Entender la cultura histórica como un valor, permite analizarla a la luz de una axiología realmente integral y abarcadora, que fundamente la complejidad de este fenómeno en la variedad de sus manifestaciones, en su carácter objetivo-subjetivo, general-particular, esencial- fenoménico, necesario-casual, al tiempo que se aprovechen las teorías aportadas por cada una de las disciplinas, que estudian desde diferentes ángulos la cultura y la historia. Con la finalidad de una integralidad en el análisis interdisciplinario que nos acerque más a la formación política deseada.
Los procesos formativos y desarrolladores, que en la educación formal y no formal, recibe el individuo, a través del idioma, el arte, la ciencia, la técnica y demás manifestaciones de la cultura, son el medio socializador que lo va transformando de ser biológico en un ser social dotado de conciencia, es decir, sensipensante, portador de valores universales como dignidad, justicia, libertad, amor, belleza, verdad, patriotismo, solidaridad, entre muchos otros que es capaz de adquirir y trasmitir a lo largo de su vida gracias a la formación de una cultura histórica.
En este sentido la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba fijó en su objetivo de trabajo No. 61: promover a escala masiva, mediante el trabajo integrado de las instituciones culturales, medios de comunicación, artistas e intelectuales, etc. el fomento de valores éticos y estéticos, así como erradicar la chabacanería y mal gusto que atenten contra la dignidad de las personas. En otro de sus objetivos, el No. 64, se plantea la necesidad de perfeccionar la enseñanza y divulgación de la historia nacional, de América y Universal para mayor comprensión de los procesos que rigen el desarrollo de la humanidad y muy ligado a esto en el objetivo No. 65 se llama a desarrollar las investigaciones sociales y sociopolíticas y hacer un mayor uso de sus resultados para la toma de decisiones y trabajar especialmente en la conceptualización de los fundamentos teóricos del modelo económico y social .
Estos objetivos y otros trazados por
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