La Libertad Humana

La Libertad Humana

Dr. Jesús García López

Abstract

La libertad es un derecho sagrado que todos poseemos, es una condición que permite al hombre ser independiente y nos permite tomar nuestras propias decisiones sin dañar a otros, intentando encontrar el bien por encima de los pensamientos y las acciones inmediatas.

La Libertad Humana

        Lo primero que quiero resaltar son las definiciones de libertad que posiblemente tengamos a la mano, y que la lectura nos trae, y sobre todo haciendo énfasis en la definición de Aristóteles: Se denomina libre al que no es esclavo o no está sometido al dominio de otro, sino que es dueño y señor de sí y de sus actos; y en ese sentido, él afirma “el hombre libre es causa de sí mismo”. Al respecto, y aunque muchos crean que la libertad basada en ésta definición no exista, me parece que si podemos afirmar que en determinadas ocasiones si existe, y que nosotros si somos dueños de sí mismos y que en ese sentido, somos libres.

        Para varias personas la libertad es la capacidad que tiene el hombre de auto determinarse, la capacidad de la persona mediante la cual la voluntad puede optar entre querer y no querer, que en estricto sentido, no podría entonces negarse que existe una forma de ser libres, aun cuando Kant en sus definiciones menciona que “no hay libertad alguna sino que todo en el mundo ocurre solamente según leyes de la naturaleza”.

        El ser humano realiza miles de elecciones cada día. Algunas son trascendentales; algunas acertadas, otras equivocadas. Lo cierto es el hecho de que las elecciones que hacemos son una parte importante en nuestras vidas, podría decirse que la libertad es la capacidad de hacer o no una cosa, y de hacerla de una manera u otra. Es evidente que alguien libre es alguien que elige. Sin embargo, también podemos decir que hay elecciones libre y elecciones que no lo son. Por ejemplo, cuando elegimos entre un número limitado de opciones, esa elección no es libre. No hay libertad si unos ladrones asaltan a punta de navaja a una persona, que elige entre aceptar sus exigencias o sufrir las consecuencias de negarse, pero que no cuenta con más opciones.

Debemos tener en cuenta que poder elegir entre muchas posibilidades no es poder elegir entre distintas opciones. La diferencia está en el conocimiento. No es libre quien escoge entre posibilidades cuyas consecuencias no conoce. Toda acción conlleva una consecuencia, por lo que al elegir una posibilidad también elegimos sus consecuencias. El conocimiento de nuestras opciones es esencial en una elección libre, en nuestra libertad.

Después de elegir con libertad tenemos la capacidad de llevar a cabo la elección tomada. Es evidente que de nada sirve elegir si no tenemos “libertad de acción”, es decir, si no podemos realizar aquello que hemos elegido. Siendo estos los requisitos para una elección libre, es hora de estimar si se cumplen: ¿es la libertad de la que gozamos verdadera, o es una ilusión? La verdad es que estamos limitados en la sociedad y en el conocimiento. No contemplamos todas las opciones posibles pues la sociedad nos condiciona; no tenemos total conciencia de las opciones contempladas, porque tenemos algo de ignorancia; no tenemos la fuerza o capacidad necesaria para continuar lo que con libertad hemos elegido. Así lo afirman también las posturas de Santo Tomás.

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