¿La Tecnología A Nuestro Servicio O Nuestrpo Servicio A La Tecnología?
Enviado por 9212 • 27 de Septiembre de 2012 • 1.585 Palabras (7 Páginas) • 623 Visitas
¿La tecnología nuestro servicio o nuestro servicio a la tecnología?
Seudónimo: Alejandro César.
Hoy en día basta con detenernos un momento y ponernos a mirar un poco a nuestros alrededores para poder notar que, sin dudas, estamos en los días de la tecnología; una era donde la tecnología es un factor indispensable en nuestras vidas cotidianas. Vivimos y convivimos con ella, desde que abrimos los ojos por las mañanas hasta que volvemos a cerrarlos por las noches antes de dormir. De hecho, el gran problema que tenemos hoy en nuestra sociedad, es que la tecnología está tan arraigada a nuestras vidas que casi todo el desarrollo de nuestras actividades diarias depende en un cien por ciento de ella. Incluso a veces, no podemos entender a aquellas personas que deciden llevar una vida saludable y natural, apartado de todo lo que nosotros, creemos, es la comodidad. Tal vez sea que esta realidad en que vivimos, nos impulsa a volvernos más superficiales cada día, y año tras años nos seduce más la idea de un mundo más fácil. Claro que para aquel que puede y tiene la posibilidad; pero para aquellos que no la tienen, no les queda otra cosa que añorar algo que saben que nunca tendrán.
En estos tiempos modernos, inevitablemente la tecnología ya forma parte de nosotros; poco a poco la hemos metido en nuestras vidas y nuestros hogares, y por hacerle ese lugar que necesita, hemos desplazado los verdaderos valores, las verdaderas costumbres que conforman una familia. Pero tampoco podemos negar que tiene muchas cosas muy buenas y atractivas; después de todo, como lo dijo Aristóteles, la ciencia tiene las raíces amargas, pero muy dulces los frutos. De hecho son muchas las personas que pueden afirmar que la tecnología les ha salvado la vida. Y tampoco se puede negar que la tecnología siempre ha sido una herramienta muy útil en las manos del hombre. Realmente hemos logrado cosas que jamás hubiéramos imaginado. Pero, a todo esto, ¿alguna vez nos ponemos a pensar cuándo fue exactamente que logramos que la tecnología esté a nuestros servicios?, ¿no será que mejor nosotros estamos a su servicio?, ¿hicimos de la tecnología nuestro fuerte para esta nueva era o es que realmente nos hemos vuelto esclavos de ella?
La tecnología ha hecho en nuestras sociedades muchas y muy grandes cosas con el correr de los años y ha llegado a lugares donde los seres humanos nunca podríamos haber llegado. Favorece de muchas maneras a quienes la utilizan, incluso, podría decirse que “nos facilita” la vida a muchos. Y ha ayudado y ayuda a resolver cosas que el ser humano por sí solo no podría resolver, como develar los distintos misterios que mueven al mundo, entender la funcionalidad del cuerpo humano, la naturaleza, el planeta, incluso el universo. Pero no debemos olvidar que también muchos de los problemas que surgen hoy en día, no solo en lo ambiental sino también en lo social, es generada justamente por la tecnología; por el modo en que se la obtiene y el uso que se le da. Porque hoy en día solo importa tener lo último en tecnología y no importa cómo se la obtiene.
Hasta las necesidades esenciales han cambiado, pues si antes el hombre trabajaba días enteros para lograr subsistir en una vida digna, hoy hace lo mismo pero para obtener lo último en tecnología. Por un momento relativamente corto, pues pronto se creará algo nuevo que deberá volver a comprar para seguir a la moda; encerrándose a sí mismo en un círculo vicioso que no termina nunca: comprar lo que es nuevo hoy y ahorrar para comprar lo que será nuevo mañana, y mientras se encuentra encerrado en esto, no se da cuenta de que las máquinas los van dominando y suplantando. Podría decirse que hoy en día el hombre trabaja por obtener eso que en definitiva le va arrebatando su lugar día a día.
¿Pero cómo juzgar a alguien que no tiene conciencia de lo que hace?, porque quizá no sea su culpa después de todo. El ser humano ha llegado a un punto en la etapa de la evolución que no pudo llegar ni una otra criatura sobre la tierra. Pero justamente esas mismas capacidades que lo hacen algo único como individuo, son también sus más grandes desafíos. Como si fuera un juego de la propia naturaleza y todo ese don del que fue dotado fuera además una carga extra sobre su espalda que, a veces, se puede convertir en su propio peor enemigo. Teniendo siempre que enfrentar, las huellas de su propia evolución, habiendo sido prácticamente esclavo de sí mismo, a lo largo de toda su historia. Pues un hombre tiene el derecho de saber, saber que utiliza para crear
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