La Vida Y La Muerte
Enviado por karelemy • 5 de Marzo de 2014 • 1.356 Palabras (6 Páginas) • 188 Visitas
“LA VIDA Y LA MUERTE”
Sólo merecen vivir los que no tienen miedo a morir.
Douglas MacArthur
El tema de la vida y de la muerte parece ser de interés general, aunque son pocos los que lo afrontan, por lo que no vendría mal incluir una discusión sobre este asunto. El único problema es que prácticamente cualquier cosa que se diga sobre este tema probablemente está mal. Pero esto no quiere decir que no se deba hablar de ello, por el contrario nos debemos de cuestionar sobre la vida y la muerte.
¿Vida?, ¿Muerte? Dos términos que podemos decir separados pero que pensándolo bien no puede estar uno sin el otro. Para empezar definámoslos, según el diccionario de la Real Academia Española: la vida es la fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee, es decir que, es el producto de nuestras acciones y decisiones, lo que hacemos y nos mantiene; y la muerte por el contrario, se define como: la cesación o término de la vida. Entonces dejémoslo claro, la vida es nuestro paso por el mundo que conocemos y la muerte en lo que esta culmina, nos hagamos hacia el lado que sea la muerte siempre llegará.
Cito a Daisaku Ikeda: -Nadie puede escapar de la muerte. La cesación de la vida es tan segura como la certeza de que la noche sigue al día, el invierno viene después del otoño, y la vejez llega cuando la juventud queda atrás. La gente toma precauciones para evadir el sufrimiento y no verse en apuros durante el invierno o en la vejez; pero pocas personas se preparan para la muerte, que adviene indefectiblemente-.
Y esto es absolutamente cierto ¿nos preparamos para la muerte? Es decir ¿somos tan generosos como para dejar todo ‘’arreglado’’ para cuando ya no estemos? Pensémoslo por un momento… yo creo que más bien somos, podría decir, hasta egoístas pues no nos preparamos para este momento aun sabiendo que hagamos lo que hagamos llegarà. Sin importar si nuestra vida fue buena, mala, regular, nada de esto tiene alguna validez para evitar “la muerte”.
El ciclo por el cual todos pasamos: nacemos, nos desarrollamos y morimos. Pero no siempre es igual, hay otro ciclo en la muerte, que es que los viejos morirán antes que los jóvenes. Los padres y las madres morirán antes que sus hijos. Los padres verán sus hijos crecer, los educarán y dejarán esta vida terrenal cuando estos estén casados y lo más probable con hijos. Esto es como debería ser, pero no siempre es así.
No soy capaz de decir cuál de las dos es más importante porque apenas he comenzado a saber que hay en la vida, he aprendido que todos tenemos un objetivo, ser felices y depende únicamente de nosotros si lo logramos o no. Pero y la ¿muerte? A muchos nos aterra la muerte pues no sabemos que hay en ella, ¿es acaso como nos lo dice la religión? Entraremos en el paraíso si es que en vida fuimos buenos cristianos, a decir verdad la idea de la paz y el descanso eterno es muy reconfortante. Pero ¿si no? ¿Qué pasa con los que obramos mal? Así es, son muchas las interrogantes y no las podemos responder pues no ha habido alguien que volviera de la muerte y nos dijera como le fue, o algún hecho científico que nos lo explique, ni siquiera nos lo pueden enseñar en la escuela, por lo tanto somos nosotros los que debemos de enfrentar el hecho, con valor, quizá hasta con emoción, pues es algo no conocido por nosotros, pero no puedo ser tan optimista, al menos yo no soy tan aventurera como para imaginar enfrascarme en ese viaje sin temor.
Bien lo dice el filósofo Gastón Leandro Caballero: - La muerte es la posibilidad más propia. La posibilidad intransferible: nadie puede morir por mí. La muerte es la posibilidad que habita todas mis posibilidades. La muerte existe porque existe el Dasein1.
Ahora bien hablemos más de la vida, esa condición en la que nos encontramos, y que cada quien ha forjado, le ha dado el rumbo que ha querido y que depende de nosotros, me refiero a que somos dueños de nuestro destino y solo está en nuestras manos el modo en que nos comportamos, si lo hacemos bien o mal, únicamente nosotros sabemos
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