La Voluntad
Enviado por princhipesca8 • 11 de Mayo de 2012 • 430 Palabras (2 Páginas) • 2.297 Visitas
1.2. La voluntad
Tenemos, pues, que uno de los elementos que intervienen en la toma de decisiones es la voluntad, entendida como el deseo de hacer algo.
¿Pero cómo se expresa la voluntad en la práctica?
Las acciones que realizamos pueden ser clasificadas en tres formas:
• voluntarias
• contravoluntarias
• no voluntarias
Clasificación de las acciones
Acciones voluntarias
Las acciones son voluntarias cuando existe el deseo de llevarlas a cabo, es decir, su principio de realización se encuentra en la persona que las ejecuta, en su voluntad o deseo.
Acciones contravoluntarias
Las acciones contravoluntarias son aquellas que se hacen sin desearlo, es decir, de manera forzada. Detrás de ellas existe un agente que obliga a su realización, es decir, un condicionamiento.
Acciones no voluntarias
No se puede decir que las acciones no voluntarias sean deseadas, sin embargo tampoco son despreciadas. En algunos casos son una combinación de lo voluntario y lo contravoluntario, mientras que en otros no parecen mezcla sino acciones defectuosas, a las que les falta algo para ser plenamente libres.
Imagina que un amigo te cuenta que una madre abandonó a sus hijos. Te preguntarás entonces: ¿se fue para iniciar “una nueva vida” con otra pareja y con otros hijos?, ¿la situación económica tan precaria la obligó a buscar trabajo en un lugar distante?, ¿sufrió una enfermedad que la llevó a la muerte?
Si quiso separarse de sus hijos para tener una nueva vida, lo hizo voluntariamente. Si las circunstancias la forzaron a irse, entonces fue contravoluntario. Si murió, su partida y el abandono de sus hijos fue no voluntario.
Hasta ahora podemos concluir que la libertad, en una dimensión plena, implica la intervención de la voluntad o deseo y la inteligencia. Por ello, cuando llevamos a cabo ciertas acciones sin dimensionar las posibles consecuencias, somos libres únicamente en apariencia.
La inteligencia nos permite tomar en cuenta las determinaciones que nos rodean y ser conscientes de las consecuencias que acarrearán nuestros actos, para así tomar las mejores decisiones para nosotros y para quienes nos rodean.
Cabe resaltar que el grado de libertad no nos exime de la responsabilidad. El estado de ignorancia en el que nos encontremos puede llevarnos a actuar ciegamente, pero es nuestra obligación hacernos cargo de las consecuencias. Piensa en una persona que, en estado de ebriedad, atropella a alguien más. Si bien puede alegar que no era consciente de sus actos, sí es responsable de haber ingerido el alcohol que lo llevó a provocar dicho accidente.
Así como la ignorancia, hay muchos factores que obstaculizan el uso pleno de la libertad. Te invitamos a leer el documento Los obstáculos de la libertad, para conocer algunos más.
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