La Voluntad
Enviado por milenalia15 • 30 de Octubre de 2013 • 3.158 Palabras (13 Páginas) • 267 Visitas
La voluntad como la fuerza irracional
de la naturaleza humana
El trabajo publicado inicialmente por Ruiz Sánchez y Sánchez Cano, titulado "Psicoterapia por la personalidad", excelente por cierto, ha servido de marco y aportado las ideas para el título de éste trabajo, agradeciendo las revisiones y aportaciones para el mismo. Atentamente.
Tradicionalmente se había postulado desde la filosofía, lo moral y la religión, que el hombre se gobernaba por las decisiones de su conciencia, habitualmente en una reflexión racional. Pues bien, Freud con el Psicoanálisis cuestionó éste modelo de persona y argumentó que la actividad mental depende principalmente de la actividad del inconsciente. Los conflictos surgen de tendencias en oposición. Por un lado los impulsos sexuales/agresivos y por el otro las defensas construidas contra la gratificación consciente de estos impulsos.
Como los conflictos han sido aprendidos a partir de la relación del niño con sus padres o adultos significativos, tienden a repetirse a lo largo de la vida con otras personas significativas.
Las personas poseen una tendencia al equilibrio, una especie de impulso hacia el crecimiento, la salud y el ajuste. Existen una serie de condiciones que impiden y bloquean esta tendencia, el aprendizaje de un concepto negativo de sí mismo, es quizás una de las condiciones bloqueadoras más importantes. Un concepto equivocado o negativo de sí mismo deriva de experiencias de desaprobación o ambivalencia hacia el sujeto en las etapas tempranas de su vida.
El sujeto se encuentra con una gran dificultad para actualizar, entender y comprender su experiencia interna de manera consciente. Ha aprendido unas condiciones de valoración externas impuestas por los medios familiares, educativos y de socialización. Lo que el individuo siente y piensa no corresponde muchas veces con su realidad externa. De este modo puede sentir en su yo interno, en privado consigo mismo de manera consciente y más a menudo inconscientemente, sentimientos que inhibe en público, generando incongruencias entre el auto concepto regido por las condiciones de valoración externa y la experiencia sentida, lo que puede provocar psicopatologías.
En el enfoque Gestáltico del ser, se propone que el sujeto tiende a completar su existencia, a manera de una autorrealización. Esta tendencia puede verse impedida por criterios de valoración psicosocial, produciendo una negación de necesidades y deseos personales, impidiendo que la "Gestalt" (la totalidad del ser) no se complete. Estos deseos y necesidades no reconocidas continúan actuando de fondo, produciendo síntomas y malestar. La toma de conciencia "Del aquí y el ahora" puede significar para el sujeto distintos tipos de valoración: por un lado la valoración de la actualidad, no en el refugio del pasado o en la ilusión del futuro, otro tipo sería en la valoración de la conciencia y la aceptación de la experiencia, el sujeto es resultado de su experiencia sensorial y emocional, evitando las interpretaciones en el extremo racional, y por último la valoración de la responsabilidad e integridad, donde cada cual es responsable de su conducta por ilógica o extrema que parezca.
La naturaleza humana también debe entenderse como sujeciones a procesos de condicionamiento o aprendizaje, que rigen no solo la conducta manifiesta, sino la conducta subjetiva o interna, como los procesos cognitivos y del lenguaje. Es decir, la conducta centrada en el control de la misma, en función de sus consecuencias más inmediatas o contingentes.
La mayor parte del sufrimiento humano deriva de creencias irracionales, supuestos o significados personales adquiridos en la experiencia. La mente humana construye la realidad tanto externa como subjetiva, el sujeto en interacción con su medio físico y socio-histórico-cultural construye su propia experiencia de manera progresiva y evolutiva, donde las fuerzas de poder imponen sus criterios de lo que debe entenderse por tal o cual cosa.
Entender la conducta es un problema de carácter social y científico. El origen del gran número de los problemas humanos, también parte del hecho de que los intereses sociales, económicos y científicos están entrelazados. En un intento por comprender la conducta, se suelen mezclar grandes dosis de ideología, que generalmente van encaminadas a perpetuar los actos de poder.
El hombre tiene que encarar una muy amplia diversidad de eventualidades y ansiedades, sus conocimientos y su información detallados suelen complementarse con un conjunto de creencias categóricas, ya sean científicas, políticas o religiosas. Requerimos lo que llamamos "explicaciones" para todo lo que ocurre alrededor de nosotros, esperando que se ajusten en un esquema coherente. "Nuestros sistemas de creencias son aquellos que, la mente como estructura biológica, está destinada a construir" Chomsky 1967.
En un articulo publicado por José Antonio Marina, filósofo, El crisol de las neuronas (España) dice; ¿Somos lo que contiene nuestro cerebro? , Podría contestar afirmativamente y negativamente, el cerebro es un órgano de producción simbólica. Y un símbolo remite siempre a algo que está afuera del símbolo. ¿Está la tabla de multiplicar dentro de la calculadora? , No exactamente. Nuestra identidad personal tiene un fundamento fisiológico, del que dependen nuestras características físicas e intelectuales. Pero a partir de ese nivel básico debemos estudiar la personalidad humana. Nacemos con algunos rasgos determinados, que abren unas posibilidades y cierran otras. Es el aspecto mas fijo de la personalidad. Nuestra experiencia biográfica va determinando, reestructurando mediante el aprendizaje y la actividad, algunas de estas posibilidades. A la suma de temperamento y memoria lo llamo carácter. Es en parte adquirido, pero es difícil de cambiar. Sobre estos dos niveles se construye la personalidad, que es lo que un sujeto hace con las capacidades temperamentales y caracterológicas. En este nivel intervienen las valoraciones, los proyectos, los modelos culturales, los propios modelos.
Por ejemplo, supongamos que una persona es violenta e iracunda, pero se siente avergonzada por ese carácter y se esfuerza por cambiarlo. ¿Cuál es su identidad personal?, ¿Lo que es, lo que desearía ser o la interacción entre ambas? Creo que la opción más acertada es la tercera. Así pues, somos lo que contiene nuestro cerebro, pero el cerebro hace referencia a cosas que están contenidas en él: como los proyectos, las expectativas, los modelos, advierte J. Antonio Marina.
En realidad a los hombres nos cuesta trabajo distinguir entre lo que vemos y lo que quisiéramos
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