La evaluación según su funcionalidad
Enviado por • 17 de Junio de 2014 • Síntesis • 2.286 Palabras (10 Páginas) • 511 Visitas
Subárea: Evaluación para la mejora
Casanova, A. (1998). La evaluación educativa. Educación básica. SEP. México. pp. 77-85
La evaluación según su funcionalidad
• Las funciones que se asignan o se pueden asignar a la evaluación son diversas. Algunos autores distinguen un buen número de finalidades que es posible alcanzar mediante su aplicación, y de acuerdo con ellas determinan para la evaluación funciones tales como la predictiva, de regulación, formativa, prospectiva, de control de calidad, descriptiva, de verificación, de desarrollo, etc.
• No obstante, aquí nos vamos a centrar solamente en las dos funciones principales de la evaluación: la sumativa y la formativa, descritas en su momento por considerar que las otras distinciones que se hacen resultan, en definitiva, aplicaciones concretas de una de estas dos.
• Cabe aclarar, incluso, que en las aplicaciones prácticas de las dos funciones que abordamos a la evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, se dan interferencias entre ambas, pues es realmente difícil separar las actuaciones en la vida de modo estricto, para saber y distinguir netamente cuándo estamos persiguiendo una finalidad u otra.
• Conviene, a pesar de ello, hacer la distinción clara entre las dos funciones, porque hay situaciones en las que se aplican en su sentido más estricto y con todas las consecuencias que en todas las fases tiene cada una de ellas, por un lado, y porque la selección de una u otra para aplicar en la enseñanza es determinante de todo el proceso interno de funcionamiento que se organice en las aulas.
Función sumativa de la evaluación
• La funcionalidad sumativa de la evaluación resulta apropiada para la valoración de productos o procesos que se consideran terminados, con realizaciones o consecuciones concretas y valorables. Su finalidad es determinar el valor de ese producto final (sea un objeto o un grado de aprendizaje), decidir si el resultado es positivo o negativo, si es válido para lo que se ha hecho o resulta inútil y hay que desecharlo.
• No se pretende mejorar nada con esta evaluación de forma inmediata, sino valorar definitivamente. Se aplica en un momento concreto, final, cuando es preciso tomar una decisión en algún sentido.
• Como puede comprobarse, no es la evaluación adecuada para aplicar al desarrollo de procesos, sino que es la apropiada para la valoración de resultados finales.
• Los aprendizajes no se suman unos a otros: se reorganizan unos con otros, se apoyan, reestructuran el saber y el hacer del sujeto, conforman el ser que es cuando ha aprendido a serlo.
Función formativa de la evaluación
• La evaluación con funcionalidad formativa se utiliza en la valoración de procesos y supone, la obtención rigurosa de datos a lo largo de ese mismo proceso, de modo que en todo momento se posea el conocimiento apropiado de la situación evaluada que permita tomar las decisiones necesarias de forma inmediata. Su finalidad, consecuentemente y como indica su propia denominación, es mejorar o perfeccionar el proceso que se evalúa.
• Este planteamiento implica que hay que realizar la evaluación a lo largo del proceso, de forma paralela y simultánea a la actividad que se lleva a cabo y que se está valorando nunca situada exclusivamente al final, como mera comprobación de resultados.
• Este ajuste de procesos puede darse por un rasgo importante que interviene en la misma definición de evaluación formativa: su carácter de continuidad. Es decir, la evaluación formativa debe ser continua para poder llevar a cabo su función.
Subárea: Evaluación para la mejora
Bibliografía: SEP (2006). El proceso de evaluación: significado e implicaciones. SEP. México. pp. 18-24, 25-27
1. “Desarrollo, aprendizaje y evaluación en la escuela infantil”. Entrevista con Francesco Tonucci.
¿Qué es lo que los niños deben obtener en la escuela infantil?
• Todos sabemos que durante los primeros años de la vida tiene lugar en el niño un esfuerzo evolutivo de una dimensión tal que no tendrá igual en toda su vida posterior. Es en estos años cuando se construyen los fundamentos en que se apoyará todo el desarrollo, cognitivo, social, afectivo de toda la vida.
• El niño realiza en los primeros años de su vida, todos los aprendizajes futuros, por importantes que sean deben considerarse de un significado y esfuerzo menores. Aprender a leer y escribir sería banal si todo aquello que lo sustenta como prerrequisito o como motivación está débilmente fundado.
• En la escuela infantil los niños deberían aprender a estar juntos, a convivir con sus compañeros, a compartir experiencias y emociones, a expresarse por medio del lenguaje que cada uno prefiera, a observar la realidad, a asombrarse frente a las cosas nuevas, a buscar respuestas, a escuchar, a trabajar juntos. Se trata de poner a cada uno en situación de decir lo que piensa de cada cosa que se discute, en la certeza de que cada uno piensa algo y de que vale la pena que todos lo sepan.
2. El sentido de la evaluación
¿Quién tiene el valor para evaluar la creatividad de un niño? ¿Quién lo tiene para medir la capacidad del niño de sentir afecto por sus amigos o demostrar interés en un juego?
• Deberíamos rechazar con decisión una valoración del dibujo infantil que diga, por ejemplo, que el pequeño debe pasar en un cierto periodo de la representación frontal de la figura humana a una representación de perfil, o de la transparencia a la opacidad en la representación de las ropas, o del desorden y la sobreposición de figuras a la perspectiva en la representación del espacio.
• El riesgo más grande de la evaluación es el de restringir nuestra atención a unas cuantas formas de lenguaje y a unas cuantas competencias, escogiendo aquellas que se consideran más importantes para la trayectoria escolar del niño. De esta manera se enfatizan algunas competencias y otras son subestimadas. Estas últimas tenderían a ser subestimadas también por los niños y por sus propias familias e irían disminuyendo hasta desaparecer. Ésta es una grave responsabilidad de la escuela.
• Esta discriminación ocurre porque, por un lado, se piensa que la escuela infantil debe preparar para la escuela primaria (es por esto que se le ha llamado “preescolar” en muchos lugares del mundo) y que por lo tanto debe preocuparse del aprendizaje de aquellas competencias que la escuela primaria deberá desarrollar (como la lectura, la escritura, el razonamiento lógico o las matemáticas). De ahí se desprende su alta valoración.
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