La familia como “El grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas”

LA FAMILIA.

La familia como “El grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas” [1], implica decir que existe una relación de sujetos, una interacción, comunicación, y trascendiendo este concepto a la humanidad; hay relaciones de sentimientos, de valores, de modos de vivir, personalidades (relaciones psíquicas). También estos viven en una sociedad; donde existen otras familias humanas, instituciones, ideologías, etc. A su vez ellos están determinados en cierta manera por sus circunstancias históricas; modo de producción y culturales. Los cuales todos en su conjunto, como factor, ejercen un papel fundamental en su forma de relacionarse, comportarse ante ciertas circunstancias y situaciones. Así el estudio de la familia, su interacción, los efectos en sus integrantes y su antesala, la relación de pareja. Se nos muestran como un tema complejo y extenso de analizar y sintetizar. Por otro lado, teniendo como objetivo: la objetividad, veracidad, legitimidad y la formación de conocimiento, analizaré desde la perspectiva científica de la historia y la psicología, el fenómeno de la familia. Los efectos contradictorios causados por las circunstancias históricas y su modo de producción, las cuales a su vez son introyectados por los sujetos que la habitan y retornadas a su sociedad de una forma alienada, y perjudicial para ellos mismos, su sociedad y sus futuras generaciones.

La familia como reflejo de su sociedad, y como célula de la misma. Es aquella  que le da vida a la sociedad. El construir una familia no es tarea fácil, ya que hay una parte social determinada que influye en esta construcción y una parte personal/artística que también ejerce su influjo en la creación de esta institución, en la cual toma un imperativo los conocimientos, la personalidad y madurez de aquellos sujetos humanos que pretendan ejercer esta faena con un propósito de su misma naturaleza de seres vivos y transcendental por su naturaleza social.  

La familia desde una visión científica de la historia, se nos presenta determinada por los modos de producción existentes en su época histórica, la cual a su vez determina las formas de relacionase y de valorar las cosas.

“El modo Primitivo, surge como conducta de los intereses colectivos, y desaparta los intereses individuales. Esto genera que esta moral se vea limitada y no se vean las responsabilidades propias por la colectividad y se tome con primordial necesidad la lucha entre comunidades. El modo Capitalista, donde existen la venta de fuerza de trabajo y la ley de la plusvalía (generar el extra que no se le paga al obrero). El ser humano se le ve como medio e instrumento de producción. El trabajo realizado se ve como ajeno o extraño e incluso hostil, ya que no le trae sino miseria, sufrimiento e incertidumbre. La ley del máximo beneficio, genera una moral propia o “amoralidad” que solo legitima o crea vías morales para la explotación del hombre por el hombre y las contradicciones sociales, justifica lo saqueos, la resignación, el fatalismo, la humildad y la pasividad. Difundiendo valores como: el culto al dinero, tendencia acumuladora, espíritu de egoísmo, hipocresía, cinismo e individualismo” [2]

Con lo anterior se puede afirmar que existe una forma de hacer las cosas en una época histórica, la cual se nos muestra como causa a priori de los fenómenos sociales y en su extensión de la modificación de los fenómenos naturales. Así el modo de producción capitalista, como uno de los modos más crueles que ha existido; basado en la explotación del hombre por el hombre. Se nos presenta como un ente contradictorio, ya que pretende difundir una ideología de felicidad ilimitada y de disfrute de la vida, la sofisticación (palabra de una metodología filosófica engañosa y falsa, por su naturaleza ideológica de élite) por medio de la acumulación y fantaseo económico.

De pasar de una aplicación de la mano del hombre; para el conocimiento, el dominio y la transformación de la naturaleza, y de su sociedad. A una era del progreso, de la modernización por medio de la cadena de producción, implantado por la sociedad imperialista occidental (fundada por Henry Ford), llevando los conocimiento científicos a un nivel superior, del que nuca se había podido alcanzar, en lo que  llevaba de la existencia humana, es decir, “pasar una manera manual y natural de hacer las cosas, a una manera mecánica industrial, también de la misma manera sustituir la mente humana por la computadora” [3] así no los comenta Fromm. Empero todo lo anterior se da a conocer y se muestra como un suceso natural. Por lo que se oculta la verdad, porque la realidad es que se genera conocimiento para pequeñas manos, las cuales en realidad lo aplican; para la miseria, la ignorancia y la mediocridad, social e individual del ser humano. Como consecuencia tenemos a un ser humano; pasivo en su actividad creadora, talentoso, sin embargo, para la mecanización de un proceso; llámese educación, comida, salud, industria, etc. Él es preparado y dirigido como engrane para una maquina física o ideal. En la cual, en lugar de cumplir esas falsas ilusiones de libertad y satisfacción de deseos, y necesidades humanas, es dirigido más bien a una melancolía e insatisfacción que lo llevan a la enfermedad y destrucción de su ser y de los otros.    

¿Qué función tiene la familia en este sistema de producción? “El poder de la familia reside en su función social mediadora. En toda sociedad explotadora, la familia refuerza el poder real de la clase dominante, proporcionando un esquema paradigmático fácilmente controlable para todas las instituciones sociales” [4] De esta manera la esencia de la familia burguesa toma una forma de modelo Familiar, es decir, como la máscara en el actor, y a su vez crea el telón para esta obra de teatro. Los actores -las demás familias- toman como modelo la familia burguesa; teniendo como fin u objetivo servir como ente ideal de la verdadera felicidad. Sin embargo, en esta se muestran valores como utilizar a sus integrantes con medios y no como fines, aclarar como medios de producción, no para la vida, sino para la producción material, la cual es ajena, y pertenece a la clase hegemónica.

Asimismo la mujer es considerada mercancía, como instrumento de producción material y no espiritual/cultural. Así la mujer termina vendiendo aquello que el otro enajenado desea satisfacer; su necesidad biológica, pasional y animal. Su cuerpo como mercancía, es decir, cae en la prostitución y la labor casera, dejando de lado sus aspiraciones intelectuales, y de naturaleza racional. En la actualidad cae en el profesionalismo laboral, donde su participación para crear conocimiento queda despedaza, como la de sus congéneres. Por la misógina ejercida por sus integrantes familiares, llámense hombre o mujeres, y la miseria económica, que las orilla a tomar la vía de satisfacer sus necesidades básicas humanas; la comida, la vestimenta, el calzado, la vivienda, etc. No teniendo la aspiración de otra cosa trascendental. Cabe mencionar que esta mujer en el núcleo familiar no tendrá aquella libertad anhelada, que le promete el sistema social; libertad financiera y goce de la vida, sino que vivirá en la represión, en la anulación de sus opiniones y argumentos, y se le verá como una ama de casa, la cual solo tiene poder ahí, de una manera física o ideal, esta última en la introyección de los hijos de la madre que tuvieron, y la reproducción en su futura relación. Aclararé que este poder que tienen en la casa con los demás integrantes, es primordial en la parte individual, para de la creación de la familia. Ya que funge como filtro de información para sus integrantes –los hijos- a los cuales les otorgan la educación. Entonces la madre tiene una jerarquía primordial en esta posición. Como ya mencioné les transmite los valores del sistema de producción y la ideología dominante, los guía a su destino; la melancolía y la destrucción de su ser. Por tanto, sus integrantes reproducen los valores aprendidos con sus parejas y después con sus futuras familias y sus futuros hijos, teniendo una manera nueva de hacerlo pero sin salir del ciclo primordial, la mediocridad.

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