La inmortalidad del amor
Enviado por Yéssamyn Flo Hz • 27 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 3.060 Palabras (13 Páginas) • 397 Visitas
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Colegio de Imagen Pública
Narrativa y Contenido
Profesora Amaranta Reyes
Ensayo “La inmortalidad del amor” a partir de “Vera” de Villiers de L'Isle Adam
Yéssamyn Flores Hernández
2ndo B
▪ Tema: La inmortalidad del amor.
▪Hipótesis: El amor es una ilusión que no termina con la vida; si el amor es real, la mente buscará la forma de vencer a la muerte.
▪Introducción: Auguste Villiers de l'Isle-Adam Jean-Marie Mathias Philippe Auguste, Conde de Villiers de l'Isle-Adam; Saint-Brieuc, 1838-París, 1889 fue un escritor francés. Autor de cuentos considerados como obras maestras del género, que presentan una novedosa síntesis de cuento filosófico, relato de terror, ciencia ficción y esoterismo en el movimiento simbolista.
Sabemos que el texto de Villiers es un texto fantástico, ya que nos habla de volver de la muerte, con el canal directo del amor. El cuento se desarrolla en la época del Romanticismo, la cual, se caracteriza por la libertad de las emociones y los sentimientos, era un movimiento revolucionario contra el racionalismo, dando lugar a los temas del “corazón”. Por esto mismo, podemos conocer la tendencia de esa época; lo que podríamos juzgar nosotros como algo banal, o simplemente descalificar por no ser un texto de realidad “probable”, en aquellos días se valoraba mucho más el deseo (humano) de vencer a la muerte.
Generalizando, la tendencia de hoy en día se centra en lo que está calificado como probable o no probable. Los grandes descubrimientos y el avance de la tecnología nos hacen creer cada vez menos en una espiritualidad, inclusive, nos hace creer menos en el amor, siendo una época claramente racional. Todo aquello en lo que creemos, es dictado por científicos, o personas que dedican su vida a la búsqueda de la “verdad” ¿de dónde somos? ¿a dónde vamos? ¿qué hay después de la muerte? Como humanos, nos es difícil entender el significado de la “nada”, no podemos conocer la muerte, no sabemos qué sinifica. La pérdida de credibilidad en la iglesia y en las diversas religiones nos hace carentes de fé. La narración de Villiers nos hace estar en contacto con nuestras pulsaciones sentimentales e inclusive sensoriales. Buscar una salida a la muerte por el lado del amor, es un tema el cual siempre se encontrará vigente.
▪Breve Resumen: El cuento de Villiers de L'Isle Adam, “Vera” escrito en 1854, nos narra la historia del conde D´Athol, quien en un penumbroso escenario, se encuentra de luto. Su mujer ha muerto, la mujer La muerte había llegado súbitamente. La última noche, su bienamada se había deslizado en placeres tan profndos, se había perdido en exquisitos abrazos, que su corazón, roto por el goce, desfalleció.[1] La que ama se desvaneció con un último suspiro, empapada de placeres carnales su alma dejó la tierra, y a su esposo con ella.
El conde recuerda con ternura la primera vez que la vio, así como vivencias con ella; pasionales, arrebatadas y frenéticas, aunque sin duda de amor verdadero.
. Despidió a todos sus sirvientes, excepto a su mayordomo, diciéndole que él y la duquesa permanecerían aislados un tiempo.
Así pasaron los días y el conde seguía actuando como si la duquesa estuviera presente: leía sus poesías favoritas, sirviendo dos tazas de té o conversando con ella. Todo venía (al parecer) de la cabeza del conde, ya que sus respuesta femeninas venían de él, de no ser porque el mayordomo también observaba ciertos rasgos de vida en el castillo.
Trancurrió así un año. Fue el collar de ópalo, el cual extrañaba también a su dueña, el que brillaba de una forma diferente en su noche de aniversario. El cuarto de Vera y todo lo que había dejado allí hizo que su esencia en muerte se sintiera atraída por ella, deseando estar ahí una vez más. La condesa logró llegar hasta él, porque ambos así lo deseaban. No contemplaban la muerte como un obstáculo o un fin, simplemente se hallaron, siendo uno con el otro. Transcurrieron las horas, todo como en vida hasta que el conde por un instante “despertó”, dándose cuenta de que en realidad la condesa estaba muerta. Como si un hechizo se rompiera, la condesa se desvanceció junto con todos los elementos que simbolizaban vida y luz. El code se percató de lo que había hecho y arrepentido, gritó por una solución, algo que lo llevara a ella nuevamente, y en forma de respuesta, apareció la llave de la tumba.
▪Desarrollo:
Con la premisa inicial, nos hemos contextualizado a la época del Romanticismo en la que esta historia fue escrita. No es mi intencón poner en juicio si este relato, pudiera llegar a ser real o no (muchos contemporáneos pensarían que se trató únicamente de una alucinación del personaje), sino de entender qué es lo que el autor desea compartirnos y con qué podemos quedarnos de la lectura en un proceso hermenéutico aunque sea más de un siglo después.
Comencemos pues, con la definición de hermenéutica. En un contexto contemporáneo, se dice que la hermenéutica es interpretar[2]. La problemática de interpretación ha existido con el hombre desde que éste intenta comunicar. La ausencia de contexto, de visión en la expresión corporal, el tono o la mirada, dan todavía una mayor dificultad para poder entender al otro. (Comunicación escrita, literatura). Y si hablamos de interpretación, hablamos de un proceso individual a partir de nuestro contextohistórico-social.
El cuento “Vera” nos hace poner en práctica las tres secciones de ejecución de la Hermenéutica como relaciona Gadamer, en su libro Verdad y Método: Elucidación de la cuestión de la verdad desde la experiencia del arte, La expansión de la verdad a la comprensión en las ciencias del espíritu y El lenguaje como hilo conductor del giro ontológico de la hermenéutica.
- Elucidación de la cuestión de la verdad desde la experiencia del arte.
Y allí, al fin, evidente, ante sus ojos, hecha de voluntad y de recuerdo, apoyada en el codo, sobre la almohada de encaje, […] al fin, la condesa Vera le contemplaba todavía un poco adormecida.[3]
Las obras de arte siempre presentan problemas hermenéuticos. Así como cualquier modo de expresión narrativo, el cuento nos hace entrar a un proceso hermenéutico. Privado de todo valor veritativo, el arte se configura como un medio de apariencias opuesto al mundo del conocimiento y la ciencia.[4] Para poder entrar a la realidad de Vera, debemos despojarnos de toda idea científica en relación a nuestro contexto contemporáneo.
- La expansión de la verdad a la comprensión en las ciencias del espíritu.
Él, de pie, soñador, con el único sentimiento de una desesperada ternura, había permanecido allí todo el día.[5]
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