La niña de la caja de fosforos

La niña de los fósforos

En este cuento Hans Christian Andersen nos revela la historia de la una niña que tenía que salir a la calle a vender sus cajas de fósforos sin importan el frio del día y la noche , no podía regresar a su casa porque no había vendido nada y su padre le pegaría; lo más significativo de este cuento resulta ser cuando la niña encendía un cerillo para poder calentar sus manos ella en su inocencia se imaginaba lo que quizás siempre quiso o algunas vez anhelo, encendió tres cerillos; al tercer cerillo, sin saber que estaba muriendo a causa de la bajas temperaturas que estaba soportando imagino que estaba con su anciana abuelita,  se apresuró en encenderlos todos para pedirle a su abuela que la llevara con ella ya no sintió frio, hambre ni miedo. Se encontraban en la mansión de Dios Nuestro Señor.

Estaba el cadáver de la niña sentada con sus fósforos, la gente decía ¡Quiso calentarse! Sin saber que la pequeña en su imaginación vivió sus mejores momentos gracias a los fósforos.

Estamos por vivir la mejor época del año el nacimiento de Nuestro Señor Jesús, un tiempo de paz, alegría, amor hagamos que esta Navidad tenga un verdadero valor y sentido brindemos la mano al necesitado, demos agua al sediento, pan al hambriento, vistamos al desnudo ayudemos de corazón no esperemos dar y recibir, una sonrisa un gracias con eso démoslo por bien pagados, no es necesario el dinero con un abrazo un te quiero haremos felices a muchas personas, no sabemos hasta cuando estaremos entre los mortales y si nos toca partir que sea como la niña de los fósforos que veamos que nos están esperando con los brazos abiertos para poder disfrutar de todo en la mansión de Dios Nuestro Señor…

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