La orientación para la prevención y el desarrollo humano

La orientación para la prevención y el desarrollo humano

La orientación para la prevención y el desarrollo humano es un área en la que se incluyen un conjunto de conocimientos y propuestas que pueden recibir diversas denominaciones como la orientación personal, habilidades de vida, educación psicológica, etc. Debido a que las áreas: orientación académica y profesional, proceso de enseñanza y aprendizaje, atención a la diversidad y, prevención y desarrollo, tienen contenidos establecidos por la tradición, y existen contenidos de la orientación que no quedan englobados en las tres áreas antes mencionadas, es necesario conocer de qué se trata la orientación para la prevención y el desarrollo humano.

Álvarez y Bisquerra (2012) definen al desarrollo como un proceso que introduce cambios importantes con carácter permanente y que no se deben a factores estrictamente madurativos. Este desarrollo incluye crecimiento, maduración y aprendizaje. Por lo que es lógico que la orientación se proponga el desarrollo humano como una vía de acción para proporcionar la ayuda más apropiada.

Asimismo, Martín (2009) ha señalado que la orientación y la educación están íntimamente relacionadas, ya que la orientación le brinda al sujeto el sistema de reflexiones que lo prepara y lo capacita para analizar información sobre las diferentes opciones que tiene y que lo conduce a la auto-orientación. Menciona también, que la orientación educativa es un proceso de asesoramiento y ayuda profesional psicoeducativa de un especialista hacia los alumnos y sus agencias de socialización para acompañarlos en su crecimiento personal para la vida en función de la búsqueda de solución a las problemáticas y el desarrollo adecuado de la personalidad.

Es así, que el desarrollo personal es una de las finalidades de la orientación y de la educación en general. Este desarrollo personal se refiere al logro de la madurez del individuo y de un autoconcepto positivo (Álvarez y Bisquerra, 2012). Es decir, se asume que la unidad del individuo exige una intervención globalizada por lo que los objetivos de la educación han de ir más allá de la simple instrucción mediante un proceso integrador en el que participen todos los componentes de la comunidad educativa y del medio en el que se desarrolla el individuo.

Por otro lado, a partir de los años setenta se pone énfasis en la prevención debido que surge la convicción de que para ciertos problemas, como la drogadicción y embarazos no deseados, la mejor solución es la prevención, de esta manera prevención y desarrollo se interrelacionan en las propuestas concretas de intervención.

En cambio, las habilidades para la vida, se refieren a la utilización de comportamientos apropiados y responsables de solución de problemas relacionados con asuntos familiares, del trabajo, de la comunidad y del tiempo libre (Álvarez y Bisquerra, 2012). Por lo que, son un referente importante en la prevención y desarrollo en orientación, ya que un programa de desarrollo de habilidades de vida pretende proporcionar las competencias necesarias para la solución de este tipo de problemas.

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