La época En La Que Vivimos

La época en la que vivimos está caracterizada por una sociedad en decadencia. Y lo que está decayendo es la cultura y son los valores, ya que una rotunda indiferencia hacia todo está desvaneciendo los últimos indicios de sentido común que alguna vez estuvieron presentes en el ser humano. Estamos pasando de un hombre que pone en primer lugar a su familia y al cumplimiento de sus ideales hacia uno al que lo único que le importa es el placer, la diversión y el carpe diem.

Pero tal vez me estoy limitando. Actualmente somos mucho más en número de lo que éramos antes y del mismo modo a lo que se refiere en conocimiento y avances tecnológicos. A lo que voy, es que en esta sociedad hay realidades diferentes. Todo depende de la situación socio-económica de cada uno.

Las diferencias sociales siguen siendo las mismas: pobres, clase media y clase alta. El pobre quiere salir de su pobreza, alcanzando un poder adquisitivo medio-estable, el de la clase media quiere alcanzar la riqueza y el de la clase alta quiere mantener su privilegiado puesto. Son tipos de vida muy distintas, pero en las tres podemos encontrar el mal común de la sociedad actual, el individualismo y la indiferencia. – Todo sea por mi bien –

Cada uno va por su camino… Me recuerda a un videojuego que jugué en mi niñez. Aquella realidad virtual era off-line, y por lo tanto yo no tenía relación real con más nadie que con el juego. Dentro de él, mi personaje podía entablar conversaciones con NPC’S (non player characters), o bien, personajes irreales. El único motivo por el que entablaba esas conversaciones era porque necesitaba seguir avanzando. Realmente no me interesaban en lo más mínimo esos cuerpos vacíos, compuestos de datos. Y algo parecido es lo que hacemos hoy en día al relacionarnos con las demás personas: una vez que obtenemos lo que queremos de esa persona, ya no nos interesa. Y de solidaridad, ni hablar. – Si no cuesta dinero, está bien, ayudaré. Si tengo que poner la mano en mi bolsillo, lo pienso dos veces –

La sociedad está enferma. Pero el problema mayor es que uno de los síntomas de los que padece le hace pensar que los buenos valores son la enfermedad. El ejemplo más común es la escuela. ¿Cuántas veces se reprime al responsable y dedicado como si fuera el villano de la historia? ¿Cuántas veces, por contribuir en buenas causas, se reciben críticas negativas y desaprobación? Es irónico y falto de sentido, inadmisible.

Para continuar quiero creer que la incomunicación es otro fenómeno que, de los que están ocurriendo en nuestra sociedad y en el hombre del siglo XXI, es digno de mención y de crítica. No consigo comprender como es que dos personas sentadas en una misma mesa se construyan una “pared” separándose una de otra, con sus celulares, cortando toda comunicación. Se supone que si te vas a sentar con alguien en un bar, es para compartir un café, charlar, divertirse,

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