Las Reglas del Método Sociológico– Émile Durkheim

Las Reglas del Método Sociológico – Émile Durkheim

Émile Durkheim estableció formalmente la sociología como disciplina académica. Alineado fuertemente al positivismo de Comte, propuso que los hechos sociales se deben tratar como cosas, proposición que constituye la base misma de su método.

Para él, tratar los hechos sociales como cosas no implica rebajarlos, sino más bien reivindicar para ellos un grado de realidad por lo menos igual al que todo el mundo le reconoce a las cosas. Los hechos sociales, tomados desde una perspectiva objetiva, deben ser el objeto de estudio de los sociólogos.

¿Qué es una cosa?

Es todo objeto de conocimiento que no es naturalmente penetrable para la inteligencia, todo aquello de lo que no podemos darnos una idea adecuada por un simple procedimiento de análisis mental.

Los hechos sociales consisten en maneras de actuar o de pensar, y son reconocibles por la particularidad de que son susceptibles de ejercer sobre las conciencias individuales una influencia coercitiva. Están dotados de un poder coercitivo o imperativo, es decir, una presión que ejercen sobre los hombres, tan interiorizada que no puede sentirse. Esta presión nos empuja a actuar de una determinada manera. Las formas colectivas de obrar o de pensar tienen una realidad exterior a los individuos que, en cada momento concreto, se adaptan a ella; el individuo las encuentra completamente formadas y por consiguiente está muy obligado a tenerlas en cuenta y le es tanto más difícil modificarlas.

Tratar los hechos sociales como cosas es abordar su estudio siendo conscientes del hecho de que se ignora en absoluto lo que ellos son, y que sus características así como las causas desconocidas de las que dependen, no se pueden descubrir por la introspección.

Así, para Durkheim, la conciencia no sería más capaz de conocer los hechos sociales que de conocer su propia vida. Aun cuando se trata simplemente de nuestros actos privados, no somos capaces de conocer los motivos que nos impulsan y por lo tanto, tampoco podemos tener la capacidad de discernir con claridad las causas, mucho más complejas, de las cuales proceden los actos colectivos, en los cuales cada individuo no participa más que en una mínima parte.

Los hechos sociales también presentan un carácter de generalidad e independencia, por lo que están presentes en todos o casi todos los miembros de una sociedad, atravesando como un plano a cada uno de los individuos (como consecuencia de su carácter colectivo). Desde esta perspectiva todas las facetas mayores de un grupo humano como su lengua, su religión, su moral y sus costumbres, son hechos sociales.

Es preciso aclarar que los hechos sociales tienen su sustrato en la sociedad (lo social contiene la conciencia colectiva que se concreta en una conciencia individual) y que su exterioridad permite diferenciarse de los fenómenos psíquicos, en tanto que estos tienen otro sustrato, no evolucionan en el mismo medio y no dependen de las mismas condiciones.

...