Las Riquezas De Este Mundo

Las riquezas de este mundo

En este capítulo se nos plantea de entrada el cuestionamiento de cómo podríamos nosotros etiquetar a los animales, como lo hacemos de manera natural con los humanos, como se podría saber si son ricos o pobres, yo podría decir que no se puede ya que a los animales no les interesa en lo mínimo lo que otro animal tiene, y creo yo que es en sí donde se maraca la gran diferencia entre animales y humanos puesto que a nosotros si nos interesa lo que los demás tienen.

También se nos menciona la forma en que nos fuimos civilizando y desarrollando mediante, evolucionábamos como en nuestra forma de buscar cobijo, de como de una simple necesidad de protección se convirtió se convierte en una serie de requisitos específicos de lo que queremos.

Per que claro que por más deshumanos que parezcamos con nuestra muy apreciada civilización, no la cambiaríamos ni retrasaríamos por nada del mundo, pues las comodidades que nos ofrece son muy satisfactorias. Y son necesarias para saciar nuestras complejas necesidades recién adquiridas, aunque desde que a algún progresista de la sociedad se le ocurrió que todo lo que nos rodeaba tenía que ser de alguien, empezaron las divisiones de lo “tuyo” y lo “mío”

Se hiso menos accesible para todos, el disfrute por igual de las comodidades, y no solo eso sino que ha sido la causa de que existan los más grandes motivos de riñas y descontentos en la sociedad, aunque hay una característica curiosa de la separación de los bienes y la distribución de los mismos, la cual atiende que entre los integrantes de un grupo la repartición de los bienes es igual pero, pero para los que no lo son es totalmente imposible siquiera cuestionar su razón de ser.

Pero desde mi punto de vista, yo considero de lo más positivo tener el sentido de propiedad pues podría decirse que es la manera en que vemos reflejado nuestro esfuerzo y tenemos lo que merecemos, porque creo que si se distribuyera todo de manera igual, habría varios que no lo merecieran.

Se nos plantea que desde que existió, el dinero todos pensamos en comprar y vender que nada de lo que creemos en estos tiempos será con el simple fin de que exista si no con el de lucrar con ello y que se sepa que es nuestro, pues de todo lo que tocamos creemos ser dueños, y es donde pudiéramos cuestionar si vale la pena ser dueños de algo, ya que a los hombres no nos gusta mucho trabajar pero desde que existe la economía y queremos tener todo y no caer en la tan temida pobreza nos dedicamos a eso a trabajar para acumular lo que nos pueda dar un buen lugar en el estatus social, pero desde tiempos muy antiguos el trabajar no ha sido más bien considerado como un castigo ya que graciosamente se dice que es tan malo que te pagan por hacerlo.

Aunque en algunos lugares se trabaja poco y se tiene mucho tiempo para descansar, son los más criticados por las sociedades y calificados como pobres podría decirse, en la sociedad secretamente se les envidia pues ya quisiéramos varios ser dueños de nuestro tiempo , pero no nos atrevemos a imitarlos por miedo a que los demás nos miren hacia abajo.

En la antigüedad también se utilizaron a personas que, cubrirán necesidades y caprichos de los poderosos, a dichos individuos se les conoció como esclavos y luego como siervos, que cumplían con las normas impuesto por su amo o terrateniente. Pero había otra clase de personas las que se encontraban a la mitad, los burgueses que no eran esclavos pero tampoco dueños de algo más que de sí mismos, aunque tenían que someterse a os mandatos de sus padres

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