Las mujeres de Galeano
Enviado por Ricardo Boggero • 1 de Octubre de 2015 • Ensayo • 857 Palabras (4 Páginas) • 799 Visitas
LAS MUJERES DE GALEANO
Fiel a su estilo, Eduardo Galeano fue sin lugar a dudas un gran narrador de las diversas realidades en las que se vio envuelto, dotado de una característica mirada crítica y a través de sus escritos, proveyó de voz a aquellas causas silenciadas, oyó los gritos desesperanzados de pueblos atormentados por la indiferencia de sus dirigentes e iluminó a quienes la crónica relego a las sombras del olvido.
Este es el caso de su obra póstuma, un compendio de relatos acerca de la vida de diferentes personajes, todas ellas mujeres, actrices de reparto de un film llamado historia, algunas de las cuales han ganado protagonismo en vida y otras, sin embargo, tristemente años después de ser ejecutadas, en vista de esto, se propuso dedicarles a cada una de ellas, una carilla de su libro, como si fuera ésta, una puerta de entrada a un mundo desconocido en el cual cada anverso y reverso de las hojas expresará sus vivencias y devenires.
Es así como fue concebido el último libro de Eduardo Galeano, adquiriendo aquella luz que por años les fue negada a sus protagonistas, ya sea por encontrarlas culpables de herejía, locura o subversión, o simplemente por el hecho de ser tan solo eso… “Mujeres”.
Cierto es que la historia la escriben los que ganan, aunque también podemos afirmar que el acto de ganar o perder es una mera apreciación subjetiva del escritor, de hecho quien podría negar que Sherezade no resulto triunfante, cada noche que su agonía se extendía hasta el siguiente día y que decir de Las Madres de Plaza de Mayo, símbolo da la lucha pacífica por los derechos humanos o el caso de Juana de Arco quien luego de muchos años ganó el reconocimiento de aquellos por los que luchó, su Patria y su Iglesia.
De los tres ejemplos anteriores podemos observar como Galeano va describiendo los motivos por los cual cada mujer va ganando terreno en un campo que “per se” les fue negado, conscientes de un final anunciado, desafían las leyes del soberano y mediante la narrativa, la paz o la revolución se enfrentan a un juicio despiadado, donde los hombres, son juez y parte de aquel tribunal que imparte justicia.
Sherezade, hallada culpable de traición por propiedad transitiva, cada noche debió ingeniárselas para evitar su condena y así fue como saldó su pena con un nuevo cuento que jamás acabaría, pero que daría al rey un motivo para mantenerla con vida, “…del miedo de morir nació la maestría de narrar”
Las Madres de Plaza de Mayo, aquel batallón de mujeres, armadas con pañuelos blancos en sus cabezas y marchando en forma circular, que en medio de la más cruel dictadura se revelaron al sistema, y demostraron que la mayor de las fortalezas no reside en la violencia, en el alto mando de las fuerzas armadas, ni mucho menos en el género, sino en aquel sentimiento verdadero que ningún Proceso de Reorganización Nacional podría hacer “desaparecer”… el amor de madre.
Juana de Arco, se le imputaron cargos por blasfemadora de dios, mentirosa y errante de fe, encomendada por dios luchó por la libertad de su pueblo, pero cuando su cuerpo se vistió en llamas, ni su patria, ni su fe, apelaron la condena, no sino después de mucho tiempo, cuando al fin se la reconoció como emblema de Francia y símbolo de la Cristiandad, aunque infelizmente los homenajes, como las disculpan, siempre lleguen tarde…
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