Lo feo, lo asumimos como todo objeto o ser grotesco, asqueroso y deforme que se encuentra fuera de los cánones de belleza establecida de armonía

La sombra de lo bello

Lo feo, lo asumimos como todo objeto o ser grotesco, asqueroso y deforme que se encuentra fuera de los cánones de belleza establecida de armonía y proporción. Y por supuesto todo lo contrario a lo bello. “… lo que nos causa placer, no toda especie de placeres, sino los que proviene de la vista y el oído…” fue según Platón una buena definición del mismo.

Cada persona, inconscientemente lleva consigo un modelo de belleza y fealdad, el cual se forma de acuerdo a los ideales, vivencias o bien patrones inculcados. Por lo que en una sociedad se pueden compartir los criterios o bien oponerse a los mismos.

De esta manera, podemos decir que existen ciertas influencias durante el proceso de evaluación, en cuanto a lo que provoca agrado o desagrado; que también afectan de forma social, política o estética a ciertos grupos sociales manipuladas por una cultura dominante, en la cual muchos individuos se rodean de cosas “más bellas” llegando incluso a negar sus orígenes, al inclinarse por tendencias liberales o contraculturas.

Sabemos también, que a lo largo de la historia las personas buscaron las definiciones y las distintas concepciones en cuanto lo bello se refiere. Un ejemplo de esto fue durante el renacimiento, cuando se pensaba que los productos ya no eran bellos por servir a dios, más bien eran bellos de forma esencial y productiva. Aunque el hombre inconscientemente termina sobreponiendo un elemento sobre otro, definiendo los polos opuestos, lo bello y lo feo.

Entonces, actualmente el mundo puede mostrarnos las distintas situaciones, que aplican en cuanto a este debate refiere, ya desde la estética en que el cuerpo humano es deformado para superar ciertas diferencias; la contradicción de monstruos llenos de ternura en el entretenimiento cautivando a los niños y adultos; el expresionismo y el arte contemporáneo en su máxima exhibición que fascina a los individuos; a atroces espectáculos resultado de conflictos armados, fenómenos naturales, y disputas ideológicas.

Ahora bien, según Umberto Eco "Los monstruos existen porque son parte de un plan divino y en las horribles características de esos mismos monstruos se revela el poder del creador". El nombre de la rosa. - Podemos asociar el bien y el mal con lo bello y lo feo, aunque de manera contraria; entendemos entonces que lo bello es la tentación y por tanto es el mal, mientras lo feo la voluntad del creador que algunas veces inspira piedad o solidaridad en los humanos representándose como la oportunidad de hacer el bien. Es algo que queda como interpretación desde el punto de vista religioso.

En el mundo influenciado por la globalización, el internet, las redes sociales parece que tanto la belleza como la fealdad se han uniformado, los cánones de belleza de uno y otro lado del mundo llegan a ser los mismos y aparentemente todos los seres humanos quieren lo mismo. Pero ¿A quién odia el hombre?, se preguntaba Nietzsche, el hombre odia la decadencia de su tipo y la asocia con la fealdad.

Angi Barrionuevo 1ro BGU “A”

11/11/2016

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