Los Dialogos De Platon

Apología de Sócrates

Es uno de los diálogos que escribe Platón sobre su maestro Sócrates. Es el medio de defensa que pronuncio Sócrates en juicio para defenderse ante los tribunales de Atenas cuando se le acusaba de corromper a la juventud y no creer en los Dioses acusación principalmente hecha por Melito Anito y Licón, Sócrates en su defensa inicia diciendo que los que lo acusan ciudadanos atenienses mienten y pide al jurado lo juzguen por sus habilidades oratorias también afirmando que él no lleva un discurso ya preparado que todo lo que dirá es la verdad y lo que valla naciendo en su cabeza. Sócrates en medio de su defensa acusa a Melito y le hace diversos cuestionamientos en donde simplemente deja a este en variadas ocasiones con un si como respuesta.

Siguió con su defensa diciendo que si él sabía lo que es según ellos era lo bueno y lo malo para que el haría algo que lo perjudicara tratando de defenderse en todo momento sobre acusaciones falsas, Sócrates dice al jurado que sus mentes ya han sido envenenadas por sus enemigos aunque estos no puedan probar lo que dicen porque solo son calumnias, en su misma defensa Sócrates dice que todos los problemas que surgieron fueron por la visita que habían hecho al oráculo Querefón su amigo de la infancia quien pregunto que quien era el hombre más sabio o quien era más sabio que Sócrates y el oráculo respondió que no había hombre más sabio que Sócrates desde ahí dice Sócrates empezaron las cuestiones en su cabeza del porqué de esta respuesta y dice también que Querefón ya ha muerto pero que su hermano ahí testigo puede dar fe de lo que él está diciendo.

Desde entonces Sócrates se dedicó a probar si el oráculo mentía en lo que estaba diciendo primero fue con los sabios según el más sabio de los ciudadanos atenienses y descubrió que en realidad ese hombre al que todos creían sabio y en realidad no lo era. Desde ese momento empezó a ganar enemigos este hombre y sus amigos fue ahí donde también empezó a creer que era el más sabio que aquel hombre porque decía que podría ser que ninguno de los dos supiera nada sobre lo que es bello y lo que es bueno solo que aquel hombre sabio creía saberlo todo y el que no se consideraba sabio estaba consciente de que no sabía nada o casi nada.

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