Marcos evangelio

Mc 1, 3 Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.

“La voz que se escucha en el desierto es la de Juan el Bautista quien viene anunciando la llegada de Jesús, va anunciando en su andar la llegada del mesías, que el tiempo ha llegado y para recibirlo se necesita de un corazón dispuesto a recibirlo, es decir que se pide una conversión hacia lo que Dios pide, una renuncia al pecado y hacia todo aquello que nos aleja de Dios.

Hoy día tenemos la misión de continuar el  profetismo  así como el de Juan el Bautista ya que por medio de nuestro Bautismo Dios nos invita a ser profetas que anuncien una constante conversión para poder recibir a Dios en nuestras vidas por medio de nuestro testimonio de vida”.

Mc 1, 8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.

“Juan sigue haciéndose presente, continúa su anuncio de la llegada del mesías, el reconoce que su función de él es abrir camino para la llegada de Jesús. Ser bautizado por Jesús es un acto de conversión que implica no un mero acto cultual que se vive en ese tiempo sino es aceptar que Jesús es Hijo de Dios y reconocerlo como Mesías, que es enviado por el Padre y que estoy dispuesto a renacer a una vida nueva por medio del bautismo, que voy dejarme abrazar por el espíritu Santo para que cada día Dios haga su obra en mí y a la vez voy a ser capaz de aceptar ser su seguidor como discípulo suyo en cada momento de mi vida”.

Mc 1, 16-17   Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.

“Es un texto vocacional donde Jesús da comienza lo que será su ministerio público que durará un periodo de tres años, el comienza a dejarse ver entre las personas de la comunidad y a su paso va llamando a los que él quiere, no hay más explicación para cada llamado que va realizando. Los primeros discípulos a quienes busca es a Simón y Andrés quienes los invita a ser pescadores de hombres, siendo ellos pescadores se sienten atraídos a esa invitación.

Jesús nos habla en cada instante de nuestra vida, nos deja una invitación constante a que lo sigamos desde nuestra realidad, llamado que siempre va a implicar una cierta renuncia de nuestra realidad, es abandonarnos a lo que él nos pide, Simón y Andrés no tuvieron miedo y sin titubear dejan todo lo que tenían en ese momento de su vida (sus redes, su barca, su familia) sabían que no se iban arrepentir de la decisión que estaban tomando, que esa invitación que Jesús les estaba haciendo llenaría y les daría sentido a toda su vida”.

Mc 2,5-7  Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: ¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?»

“Hoy en día las única persona que están autorizadas para hacer esta acción, perdonar los pecados, son los sacerdotes, lo cual se ve reflejado en el momento de la confesión. Pero en ese tiempo era inconcebible que un ser humano fuera capaz de perdonar los pecados, el único capaz era Dios.

Jesús va  anunciando la llegada del reino de Dios por medio de signos claros, pero aun así a las personas (sobre todo aquellas de altos niveles) no lo reconocen como hijo de Dios, como el mesias esperado, es por eso que piensan que es algún charlatan o que pudiera ser algún profeta, pero nunca que sea el Dios mismo. Falta fe en Dios, aun viendo no creen, su fe tan limitada no les permite ver con claridad más alla de sus tradiciones, aun cuando en su interior pudieran sentir esa duda de que la sola presencia de Jesús puede sanar cualquier enfermedad, del alma y del cuerpo”.

Mc 2,16 Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: ¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?

“Jesús quiere mostrar  a las personas que le acompañan como la maravilla del amor del Padre, ese amor que permite ver a todos como hijos de Dios, no hay diferencia de ningún tipo, ama de manera gratuita. Dios siempre tiene los brazos abiertos para todas las personas el mismo lo decia en su caminar: no necesitan médico los sanos sino los enfermos, aquellas personas que más necesitan de comprensión, ayuda, misericordia, esas personas que sentían  una gran necesidad interior de que alguién les diga que a pesar de la vida que llevan Dios cree en ellos y los ama, palabras que puedan resultar mágicas en la vida de una persona, frases que puede cambiar vidas de manera radical”.

Mc 2,24.27 Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito? Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.

“Cuándo la vida se torna tan reglamentaria y todas aquellas normas que fueron creadas para dar orden a la manera de vivir se vuelven medios que obstaculizan al ser humano desarrollarse y crecer como personas han perdido esa finalidad para las cuales fueron creadas.

Los Judios era tanta la observancia a sus tradiciones que se les olvidaba que eran personas, sus propios hermanos los que estaban de por medio, el corazón se les empezó hacer de piedra, ya no importaba el sufrimiento ajeno sino el cumplimiento de la ley. Jesús mismo lo expresa, no he venido abolir leyes sino a darle cumplimiento pero dandole sentido a cada una, antepone el amor y la misericordia de aquella persona que debe ser reflejo de la propia presencia de Dios a cualquier legislación”.

MARCOS 3, 1-2

Otro día entró Jesús en la Sinagoga y se encontró con un hombre que tenía la mano paralizada. Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jesús en día sábado. Con esto tendrían motivo para acusarlo.

Muchas veces juzgamos a otras personas por sus actos y esperamos que cometa un error para dañarlo, sin entender que a pesar que debemos comportarnos de una forma, solo si es necesario salvar o ayudar al prójimo para su bien es necesario romper las normas algunas veces.

MARCOS 3, 9 -10

Jesús mando a sus discípulos que tuvieran lista una barca, para que toda aquella gente no lo atropellase. Pues al verlo sanar a tantos, todas las personas que sufrían de algún mal se le echaban en cima para tocarlo.

Las personas en ocasiones nos acercamos a los demás por interés, es decir, cuando observamos que sus actividades o acciones tienen una importancia material para el mundo material, al igual que solo cuando alguien se encuentra mal o está en peligro de muerte es que se acercan a dios pidiendo la sanación o salvación.

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