Marx Y La Religión
Enviado por Kromerona • 29 de Marzo de 2015 • 1.505 Palabras (7 Páginas) • 599 Visitas
Análisis sobre Marx y la religión
Daniela De la Cruz Romero
“La angustia religiosa es al mismo tiempo la expresión del dolor real y la protesta contra él. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo descorazonado, tal como lo es el espíritu de una situación sin espíritu. Es el opio del pueblo” (Marx, acerca de la crítica de la filosofía del derecho de Hegel 1969a: 304).
Este ensayo examina a Karl Marx y su concepción de la religión como un narcótico social. En su crítica de la religión y la filosofía como un materialista influenciado por Feuerbach tenía la firme posición de que la realidad ultima es material.
La religión, entonces, se establece en la revelación divina y de la lógica deductiva no se halla nada, dado que todas esas creencias teológicas se fundamentan y sustentan en la fe que en última instancia son meras supersticiones.
Si la gente quiere conocer el mundo realmente tal y como aparece en la conciencia inmediata, comprenderlo, analizarlo, debe primeramente renunciar a todas esas creencias metafísicas porque en ultimas tienen un efecto narcótico mental. Como un narcótico, la gente ve en la religión como lo es en el caso de los consumidores, una forma de escape y salvación que no encuentra en este mundo, que de un modo símil los comúnmente denominados “adictos” pueden ser “fanáticos”. Sin embargo esta comodidad es en realidad una vana ilusión .el progreso no se puede establecer y lograr en la humanidad hasta que toda ella haya descartado la droga – como los efectos provocados por la superstición de la religión, es Marx uno de los activistas que procura este gran cambio social.
El fundamento de la crítica religiosa es: el hombre hace la religión y no ya, la religión hace el hombre; y es que verdaderamente la religión es la conciencia y el sentimiento de sí que posee este hombre, el cual no ha alcanzado hasta ahora ese despertar, pleno dominio y desarrollo de sí mismo ya que simplemente es una criatura oprimida, pero el hombre no es algo abstracto fuera del mundo , quien dice el “ el hombre” de manera inmediata se está expresando “ el mundo del hombre”, el estado de la sociedad .
Este estado y esta sociedad producen lo que a mi manera de ver es la conciencia absurda del mundo, la religión obscurece la visión del hombre frente a su mundo, la religión es la teoría general de este mundo , su resumen enciclopédico , su lógica en forma popular, su exaltación , su sanción moral , su solemne complemento , su consuelo y justificación universal . Es la realización fantástica del ser humano, porque el ser humano no tiene una verdadera realidad, es una realidad ajena tal y como lo podría concebir Nietzsche una dualidad que establece un mundo verdadero y otro aparente, escapando de este el único que nos queda.
La lucha contra la religión, es pues directamente, la lucha contra aquel mundo cuyo aroma espiritual es la religión.
Marx tomo de Feuerbach el materialismo y el ateísmo. Como el sostenía que la negación de Dios es indispensable para la construcción de un verdadero humanismo (visto desde una perspectiva nietzscheana esta figura más que humanismo aparece como vitalismo) y que Dios no es sino fruto de la alienación del propio hombre quien cree en otra vida irreal, fantástica, ideal y anhelada.
Marx le reconoce a Feuerbach el mérito de haber disuelto “el mundo religioso en su base profana”, pero el critica no haber explicado suficientemente por qué el hombre crea la religión, es el hecho de que la base profana se separe y asigne así misma un reino independiente en las nubes, todo esto sólo puede explicarse mediante el intimo desgarramiento y contradicción interna de esta base profana.”
Por ello Marx en su escrito sobre la tesis de Feuerbach expresa lo que piensa en cuanto lo que a sus ojos es la alienación:
“Feuerbach arranca de la auto enajenación religiosa, del desdoblamiento del mundo, en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su cometido consiste en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base terrenal. No advierte que, después de haber finalizado esta labor queda por hacer lo principal. En efecto el que la base terrenal se separe de sí misma y se plasme en las nubes como reino independiente, solamente puede explicarse por el propio desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal consigo misma. Por lo tanto,
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