Meditaciones Del Quijote
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Acta Poetica 29 (2)
OTOÑO
2008
Apuntes para pensar las Meditaciones del Quijote de José Ortega y Gasset con el psicoanálisis
Cristina Múgica Rodríguez
Partiendo de un estudio sobre Ortega y Gasset y el psicoanálisis, este trabajo pretende apuntar vínculos entre las Meditaciones del Quijote y el pensamiento
psicoanalítico y bordar en torno a la noción de amor intellectualis, a la dicotomía entre la latencia y la patencia, a la perspectiva y la construcción de la realidad, a la estética, el concepto y el sentido, a la cultura, a la novela realista y a las dimensiones trágicas y cómicas del héroe.
Palabras clave: Ortega y Gasset, psicoanálisis, filosofía, obra cervantina.
Based on a book about Ortega y Gasset and pychoanalysis, these notes are intended as an exploration of Meditaciones del Quijote in relation to freudian
and lacanian thought. The notions by Ortega considered in this paper are: amor intellectualis, latency and the manifest, perspective and construction
of reality, aesthetics, the concept and the sense, culture, the realistic novel, and the tragic and comic aspects of heroism.
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Acta Poetica 29 (2)
OTOÑO
2008
Cristina Múgica Rodríguez
Instituto de Investigaciones Filológicas, unam
Apuntes para pensar las Meditaciones del Quijote
de José Ortega y Gasset con el psicoanálisis
Nota introductoria
En su libro Ortega y el psicoanálisis (1997), Carlos Enrique García Lara trabaja sobre la relación con el pensamiento psicoanalítico
de quien promoviera y prologara la primera traducción
de las obras completas de Sigmund Freud al español. El presente trabajo es un intento por encontrar en las Meditaciones
del Quijote vínculos con las teorías psicoanalíticas freudianas y lacanianas para pensar de otra manera lo que Ortega y Gasset elabora en relación con la importante obra cervantina.
A lo largo de mis lecturas, encuentro en las Meditaciones del Quijote (1914) diversos temas que, si bien se desprenden de y se conjugan en torno al Quijote, también se dispersan o disgregan;
se agrupan y concatenan para reacomodarse de distintas
maneras. De este modo, he partido de las consideraciones de Ortega relativas al objeto de las meditaciones, esto es, del Quijote como objeto estético, tal como aparecen en el prólogo “Lector...”. Posteriormente, he intentado seguir en la “Meditación
preliminar” la pregunta por el ser de las cosas, la dicotomía
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entre patencia y latencia; los planteamientos sobre la construcción
de la realidad y la perspectiva, la alétheia o revelación, la contraposición entre experiencia de los sentidos y cultura, el arte mediterráneo, el concepto y el amor intellectualis. Finalmente,
me asomo a las ideas sobre la novela realista y su carácter tragicómico, el héroe y la autenticidad presentes en la “Meditación primera”.
Dado el carácter exploratorio de este trabajo, me he permitido
anotar algunas resonancias que, desprendidas de mi principal
objeto de estudio, remiten a la propia novela cervantina y, en ocasiones, a otros autores.
Referencias a Freud en la obra de Ortega y Gasset
Ortega y Gasset se refiere explícitamente a Freud en algunos trabajos. En el artículo “Psicoanálisis, ciencia problemática” (1911), cuestiona el carácter científico de la disciplina inaugurada
por el psiquiatra vienés. De esta manera, ubicando el pensamiento freudiano en el terreno de la verosimilitud, afirma que estas doctrinas resultan, “más que falsas, no verdaderas, pero científicamente sugestivas” (Ortega y Gasset, “Psicoanálisis,
ciencia problemática”, 218). El filósofo agrega que las ideas de Freud plantean un tema de discusión psicológica o, mejor, lógica y que el vienés “se planta de un salto, si no en la metafísica, en los confines metafísicos de la psicología” (220). Advierte finalmente que el pensamiento freudiano carece de fórmulas matemáticas para establecer conexiones entre series de variaciones fenoménicas. Por otra parte, en este mismo trabajo,
Ortega aborda brevemente algunos de los hallazgos de Freud en relación con los estudios sobre la histeria, la noción de expulsión o remoción (Verdrängung), lo inconsciente, el pensamiento por asociaciones, los lapsus, el síntoma y los recuerdos
encubridores.
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En 1920, en el apartado “La psicología de cascabel” del ensayo
El Quijote en la escuela, Ortega se refiere a las tesis del vienés en relación con los traumas de infancia y la presencia de ésta última en el psiquismo adulto; propone una pedagogía que eduque
la vitalidad espontánea, “analizándola en sus componentes, hallando métodos para aumentarla, equilibrarla y corregir sus deformaciones”,
en vez de ejercer represión sobre la vida pulsional de los niños (Ortega y Gasset, El Quijote en la escuela, 301).
En 1922, Ortega y Gasset, en el “Prólogo” a las Obras completas
de Freud, a propósito de la Interpretación de los sueños afirma:
Su libro sobre la vida de los sueños es una de las producciones
más interesantes del pensamiento contemporáneo. En él desarrolla Freud la idea de que nuestra conciencia fabrica constantemente
símbolos de la sexualidad, a la vez de una pureza sublime y de una inmaterialidad platónica (Ortega y Gasset, “Prólogo”, 302).
Finalmente, en el artículo “Vitalidad, alma, espíritu” de 1924, Ortega establece una distancia radical con el psicoanálisis a partir de su concepción integral de la vida psíquica:
Creo que en el sistema de Freud hay algunas ideas útiles y claras:
pero su conjunto me es poco afín. Para no hablar de cuestiones
particulares, indicaré sólo que la psicología de Freud tiende a hacer de la vida psíquica un proceso mecánico, bien que de un mecanismo mental y no físico. Ahora bien: yo creo superada en principio por la ciencia actual esa propensión mecanicista,
y me parece más fecunda una teoría psicológica que no atomiza la conciencia explicándola como mero resultado de asociaciones y disociaciones entre elementos sueltos (Ortega y Gasset, Vitalidad, alma y espíritu, 452).
Ahora bien, más allá de las referencias directas a Freud, García
Lara lee a lo largo de su libro importantes coincidencias
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entre el filósofo y el fundador del psicoanálisis en cuanto a la división constitutiva del sujeto, al problema de la verdad en los terrenos epistémico, ontológico y ético y a la consideración del deseo como motor del psiquismo. Estas nociones aparecen
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