Meditaciones Metafísica - René Descartes
Enviado por vaniaville • 19 de Junio de 2014 • 504 Palabras (3 Páginas) • 499 Visitas
Para René Descartes la idea principal de su libro “Meditaciones Metafísicas” es la de dudar de todas las cosas, más aún en las cosas materiales. Los sentidos nos engañan, por ende no hay que confiar en ellos plenamente. Nos relata a un Dios que todo lo ve y todo lo puede, el cual a su vez, tiene un genio maligno que nos engaña a nosotros y a nuestros sentidos.
En la primera meditación, sobre las cosas que pueden ponerse en duda, se dan razones para cuestionar toda certeza sobre algo. Descartes empieza el relato poniendo en duda los sentidos, se da cuenta que todo lo que ha aprendido lo ha hecho a través de éstos y también afirma; “Tales sentidos, me engañaban” (Descartes, R., 1986, p.8) ya que no son una fuente confiable del saber, no se logra un conocimiento metafísico a través de ellos, y además, si pueden engañarte una vez, pueden hacerlo siempre. Luego, se plantea una revocación radical del saber, es decir, todo lo que antes era cierto pasa a ser falso, se desmoronan todas las antiguas percepciones y pensamientos. Se reconoce el error. “De todas a las que había dado crédito en otro tiempo como verdaderas, no hay una sola de la que no pueda dudar” (Descartes, R., 1986, p.10)
La segunda meditación sigue con la misma idea y luego de haber desmoronado todo pensamiento antiguo, Descartes busca la forma de volver a levantarlos con otros fundamentos. El autor plantea que si hay duda sobre la existencia de algo, es porque eso no existe. Quiere encontrar la verdad absoluta. Se propone la idea de alejarse de todo lo que le cause duda y así encontrar algo verdadero o “Hasta saber que nada cierto hay en el mundo” (Descartes, R., 1986, p.12) Es así como llega hasta las funciones del alma, porque el cuerpo tiene que ver con los sentidos y como ya sabemos, los sentidos no son una fuente de saber para el autor. Descartes concluye que si piensa, existe y ésta pasa a ser su primera verdad, para luego afirmar que “Soy cosa verdadera” (Descartes, R., 1986, p.14) puesto que puede pensar, dudar, afirmar, negar y todo esto, gracias a su alma. El cuerpo pasa a segundo plano, las cosas corpóreas son mejor conocidas, pero es el alma la que ocupa al cuerpo para interactuar con el mundo material.
La tercera y última meditación habla sobre la existencia de un Dios, que sería el único que podría lograr la unión cuerpo-alma y la demostración de ésta; Descartes se pregunta por un Dios engañador, Dios hace que nos confundamos y pongamos en duda las cosas. Plantea que “Son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente” (Descartes, R, 1968, p.18) el problema es que no podemos percibir de esta forma la existencia de Dios, por ende una posibilidad de tener internalizada esta idea es que el mismo Dios o ser superior nos haya metido la idea en la cabeza, entonces no dependería de los sentidos, ni de la razón.
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