Metaciencia Y Ciencia (Una Nueva Perspectiva)
Enviado por owlcity • 1 de Septiembre de 2014 • 1.848 Palabras (8 Páginas) • 331 Visitas
Metaciencia y Ciencia (Una Nueva Perspectiva)
Hace tiempo que reflexiono sobre la naturaleza de una serie de estudios que he venido realizando y publicando durante los últimos años. En realidad, sería conveniente precisar que ya se han editado algunos (entre dos y tres ISI papers, según se vea), mientras otros están en prensa o recientemente remitidos a una revistas científicas. No se trata de vanidad, sin embargo debo indicar que muchos colegas que han acudido a conferencias en donde exponía la metodología y resultados obtenidos quedaron muy sorprendidos. Tal hecho no debe confundirse con un alarde de “chulería” (por no hablar de un ataque de vanidad). Simplemente, no se trata de estudios científicos al uso. Tras rascarme las neuronas más de lo debido, no se me ha “escurrido” otro término que el vocablo de metaciencia. Sinceramente, no creo que haber topado con la expresión más apropiada, por cuanto metaciencia equivaldría a un constructo que va más allá de la ciencia, como lo es la metafísica a la física. Palabro tan sencillo de formular debía ya habérsele ocurrido a otras mentes tan cortas como la mía. En consecuencia he buscado en Internet y efectivamente allí se encontraba, como os muestro en un par de ejemplos extraídos de las primeras páginas de Google en español, al introducir la palabrita de marras. A día de hoy, 23 de mayo de 2009, unos 3,300 documentos de la Web albergaban el “palabro”, mientras que en suahili, metascience lo hacía en 54,900 (siempre nos ganan por goleada). Ahora bien, en la mayoría de los casos se trataba de vino viejo en nuevas botellas, y para ser sincero, “creo” que ese no es mi caso. Básicamente, entiendo provisionalmente como metaciencia (sin pretender sentar cátedra alguna) al análisis del objeto de estudio de tal forma comprenda el binomio observador-observado a la hora de producir ciencia, que no filosofía, al menos como propósito principal. Veamos de qué hablo. Os advierto que en este post, solo incluiré los principios, relegando tanto el método como los resultados obtenidos y esperables para otra entrega, que se denominara “Análisis Metacientíficos”.
De hecho, incluso existe una revista que lleva como título tal vocablo “metascience”. Sin embargo, sus objetos de estudio coinciden con los que os expondré más abajo en castellano (español en Iberoamérica), como podéis analizar seguidamente.
Metascience is a review journal which publishes high quality, comprehensive reviews of books in the fields of history and philosophy of science, and science and technology studies. Metascience specializes in innovative approaches including – beyond standard reviews – essay reviews, non-anglophone reviews, discipline survey reviews and ’round-tables’ in which up to four reviewers provide independent essay reviews of one book. The coverage includes short descriptive notices of books which are not reviewed at length. The reviews published in Metascience are accessible to a wide cross-section of the science studies community.
Lo que me imaginaba, una nueva forma de denominar los estudios sobre historia, filosofía y sociología de las ciencias y la tecnología. ¡Más de lo mismo!, como veréis al final del post. Como nos gustan los palabros, con vistas a ocultar que no proponemos nada nuevo aunque pretendamos que el lector así lo crea. A pesar de todo no albergo dudas de que este sea el caso, sin que con ello quiera decir que otros chiflados hagan uso del término de forma algo más original. Lamentablemente, no conozco sus posibles contribuciones al conocimiento. Como me gustaría leer algo novedoso.
Vayamos pues con una definición iniciática, sin más pretensiones que intentar que comprendáis de qué hablo antes de continuar con la desiderata. Podríamos pues decir que la metaciencia consiste en:
(…) estudios científicos en el contexto de una disciplina determinada, cuyo objeto de estudio es contribuir al progreso de tal disciplina partiendo del sistema observador-observador observado, en lugar de soslayar al primero. Y al hacerlo puede ocurrir que las conclusiones sean parcial o radicalmente diferentes de lo que los investigadores aportamos a la hora de comprender, formalizar y teorizar sobre la materia bajo análisis. Más aún, todo lo que concierna al observador pasa a ser indagado haciendo uso del propio método(s) científico(s), es decir, apelando a la replicabilidad de los resaltados, análisis matemáticos, etc. Por tanto, el producto final será de interés a la disciplina, con “independencia” de que, indirectamente, puedan extraerse conclusiones de otra índole.
Por tanto, el vocablo metaciencia puede ser aplicado a cada una de las ramas de la ciencia, pudiendo hablarse de metabiología, metaedafología, metaclimatología, pero……… por razones históricamente obvias no podríamos hacer lo mismo con la “metafísica”.
Honestamente, cuando comencé a elaborar este tipo de análisis partiendo de la edafología, y con vistas a analizar la estructura de sus clasificaciones (taxonomías) y representaciones espaciales de los recursos edáficos (cartografías) me dejé llevar por la intuición. Como ya os mostraré en el post de “análisis metacientíficos”, se trataba de una necesidad (ante la rabia e impotencia que sufría por el ataque de ciertos colegas) más que de esnobismo. Y por suerte todo salió a la perfección (eso creo).
¿Por qué el observador?
Soy de los investigadores que consideran que la ciencia es un constructo social. Una sociedad o civilización con distintos valores y sistemas de creencias, posiblemente, atesoraría otra forma de entender la ciencia, incluidos principios, criterios para diferenciarla de otros modos de creencias, protocolos, etc. Si las civilizaciones maya o egipcia, por citar tan solo dos ejemplos, hubieran progresado sin mayores
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