Modesta proposición (opinión impopular)

Mi modesta proposición.

No sé si la población noble de este país, se haya percatado en uno de sus tantos viajes turísticos y vacacionales, o a través de sus redes sociales utilizando por medio de su rol de influencer, los hashtags #NOSESTANMATANDO o #EDUCACIONPORLAVIDA; que existe un territorio que no la está pasando sabroso como ellos, que no se ajustan al mismo modelo de vida que ellos tienen y que no producen el mismo capital o no son sus propios jefes, para merecer una calidad de vida para que tan siquiera obtengan una educación privada que por el solo hecho de su presencia en la institución, cuesta mal contadamente 5 millones de pesos.

Sí se han dado cuenta de esa barbarie y esa falta de humildad, no los felicito. Esta es una falta de respeto con el oxígeno, hurtan y reclaman más de este, regalado (como raro). Convivir con personas que no tienen la capacidad, ni la potestad de por lo menos saber 4 idiomas, ni tampoco conocer lo básico del dinero difícil, como el tan honrado mercado del trading.

En este caso, hablaremos del departamento del Putumayo, ubicado geográficamente al suroeste del país, en la región Amazónica, limitando al norte con Cauca y Caquetá, y al sur por el río Putumayo, que lo separa de la República de Ecuador, provincia de Sucumbíos y Perú. Al occidente limita con el departamento de Nariño y al suroriente con el departamento de Amazonas. Este territorio produce grandes oportunidades para esta respectiva clase, la nobleza; y el debido estado de mano firme, corazón contento. Y entre las tantas que nos ofrece esta gente, sí es así que se puede llamar, es la del olvido estatal. Por supuesto, a esta estirpe de gringos baratos llamados indígenas, también se les produce garantías, el gremio elitista no va a ser tan miserable y arrogante como para dejar a estos burgos, que aparte de solo tener una tierra y sabiduría para trabajarla, que es servible solo para sembrar coca; también les decidiéramos despojar eso. Suficiente nos ceden con haberles arrebatado la esperanza de que las cosas algún día iban a cambiar.

Esa parte del país, (como muchas otras), solo sirve para eso, para mantener a los de corazón contento, que cada 4 años, para su fortuna, van a apiadarse de ellos, a saludarlos desde la ventana, a regalarles una remesa, y a jugar con ellos. Y culminando esos meses utópicos y de ensueño, se marchan y vuelven a repetir la misma historia, con distintos discursos, 4 años más adelante. Estando las cosas, en el mismo sitio.

Esa falta de capacidad intelectual, los delimita. Delimita, a tal punto que nunca podrán clasificar a ese puesto de representación y voz tan anhelado. Un hecho descarnado y con el fin de sintetizar la problemática del departamento, radica en que desde el 2002 hasta la actualidad, se han creado y 8 batallones del ejército para seguridad democrática, y ni una sola universidad para garantizar la debida educación, que un territorio debería tener y debería haber una inversión sumamente sustancial para esta causa tan colectiva y ciudadana.

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