ONTOLOGIA DEL LENGUAJE
Enviado por Lordip • 15 de Septiembre de 2014 • 10.655 Palabras (43 Páginas) • 391 Visitas
“La Ontología del Lenguaje” De
RAFAEL ECHEVARRIA.
Elaborado por:
DIEGO ISAIAS PAEZ DURAN. “Lo que doy es mi mayor riqueza”
INILID 2010.
SOBRE EL LENGUAJE HUMANO.
El lenguaje, es un fenómeno social, los seres humanos viven en lenguaje como resultado de la interacción con otros seres humanos. Es un dominio consensual, entendido como un sistema de coordinación de signos, gestos, sonidos, etc., que son lo que interpretamos como lenguaje.
Las cosas se constituyen en su definición lingüística, porque en él adquieren una entidad lingüística que nosotros creamos. Sólo los seres humanos crean estas distinciones, que observado desde alguien que no reconoce esa emisión de sonidos, constituye una danza de intercambio de sonidos cuando la oye. Hay en la naturaleza, más seres que coordinan acciones a través de actos lingüísticos, pero ¿cual es la diferencia? La cantidad de gestos consensuales y la capacidad para crear nuevos es el recurso que poseemos los seres humanos, y el poder hablar sobre el mismo. Esta capacidad es lo que llamamos reflexión y es la base de la razón humana.
Y a qué obedece el surgimiento de esta capacidad lingüística en los seres humanos, ¿por qué? , quizá como lo afirma Carlos Valenzuela, los glúteos de les hembras, que abultados como en ningún otro prímate, podrían haber facilitado el erguirse al mejorar nuestra oportunidad de equilibrio, también así, permitiendo pelvis más anchas que evolutivamente dieron espacio para cabezas más grandes con capacidades de guardar cerebros más voluminosos con capacidades neuronales mejores y disposición para desarrollar el lenguaje. Lenguaje que surge no solo de la disposición biológica, sino también de la interacción social.
Esta interacción social, el ubicar a un individuo donde se desarrolla crea unas particularidades propias, que también lo son de la comunidad de donde deriva, así la caracterización de un individuo adquiere una cultura como es porque es de una comunidad de la que forma parte como individuo. Pero también el individuo crea este sistema. Y ¿cómo sucede esto? El ser observadores de nosotros mismos y de los demás y podemos hacer elecciones diferentes por tener oportunidades de acción distintas. Los seres humanos dentro del marco lingüístico en que viven, gracias a la capacidad de reflexión, se pueden desprender de las limitaciones en que viven y derivar a posibilidades distintas.
El liderazgo encuentra así su génesis, si hay oportunidades que he creado a través del lenguaje para generar posibilidades distintas, puedo intervenir para diseñar el entorno social, y para diseñar otros individuos.¿Qué limita esta creación?
Mi entorno, las condiciones históricas en las que me desarrollo, puedo proyectar futuro, transformarlo. En sociología, esto se reconoce como el principio de adaptación, el hombre cambia el medio en el que vive y se transforma a si mismo. La ontología del lenguaje, encuentra aquí el campo fértil para lograr para mi, su mayor expresión. Si el ser, no es una entidad inmutable, sino un devenir, cambio, trasformación, las posibilidades humanas se expanden. La ontología del lenguaje nos ofrece competencia para generar, para crear, para hacernos cargo y responsables de nuestras vidas.
El lenguaje nos confiere poder, poder de diseñar, de cambiar nuestras propias limitaciones. De revisar nuestras historias conversacionales, si hemos elegido como condición inherente al ser humano la búsqueda de sentido de nuestras vidas, donde otros sistemas que calificamos como religión, política, filosófica, etc., ya no nos facilitan respuestas para las crisis que afrontamos, la Ontología del lenguaje nos posibilita el ir más allá de lo establecido creando un espacio para la transformación presente y futura.
LOS ACTOS LINGUISTICOS BASICOS.
El lenguaje es acción. No es solo un sistema de descripción coordinado entre los seres humanos de una cultura en particular, las acciones independientemente del contexto histórico en que se desarrollan coinciden en los mismos tipos de acciones. Al hablar los seres humanos hacemos afirmaciones, declaraciones, peticiones y todo tipo de actos lingüísticos. No importa el idioma.
Cuando el mundo conduce a la palabra, hablamos de afirmaciones, hacemos descripciones, de cómo creemos que las cosas son de nuestro contexto histórico, de nuestras distinciones, que compartimos con otros seres humanos y nos brindan una oportunidad de coordinar a través del lenguaje sobre nuestras creencias sobre como son las cosas. Planteado de esta forma el acto lingüístico de las afirmaciones, podemos inferir que quien afirma algo, se hace cargo de su veracidad, y que ellas se relacionan con el mundo de los hechos. Son verdaderas o falsas dependiendo del sí admiten corroboración.
Las declaraciones, son un acto lingüístico generador de realidades, las palabras transforman al mundo. A través de ellas se puede construir un mundo diferente, ¿cómo?, cuando se tiene el poder, poder de hacerla cumplir y tener validez.
Citemos algunas declaraciones, la declaración del NO, un individuo a través de ella asienta su independencia, su legitimidad. Nuestra dignidad se vincula íntimamente con esta declaración, si nuestras consideraciones nos empujan a decir No, y no lo hacemos nuestro respeto por sí mismo y el que tendrán los demás, se compromete.
El sí, la aceptación es otra declaración, impone la responsabilidad, el compromiso y la coherencia con lo que hemos dicho.
La declaración de ignorancia, no sé, para mí, particularmente poderosa, me abre la infinita oportunidad de aprender.
La declaración de gratitud, es reconocimiento de la satisfacción que me brinda algo, como individuo me provee de bienestar y me apoya en la construcción de las relaciones con los demás.
La declaración del perdón, es un acto lingüístico que reviste varias posiciones, quien lo ofrece, perdón; o dentro de nuestro contexto histórico quien lo pide, pido perdón, subordinándolo a otro; quien lo puede otorgar, te perdono, y el perdón donde se asumen ambos roles. El perdón es para mí una fuerza liberadora e inspiradora, tanto para quien lo ofrece, como, para quien lo otorga, prisionero soy cuando no acepto en mi vida esa expresión
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