Para funcione superiores

Anteriormente se creía que existían regiones específicas del cerebro para actividades específicas, por ejemplo, que existían zonas bien definidas para controlar las funciones como la memoria, el lenguaje, la atención, así como para funcione superiores como la conciencia y el aprendizaje. Actualmente, se sabe que la totalidad de las funciones cerebrales son el resultado de la actividad integrada y simultanea de la totalidad de nuestro cerebro.

En los años 90, Rizzolatti y colaboradores basados eEn los años 90, Rizzolatti y colaboradores basados en sus estudios anteriores, y en estudios con monos macacos, llegaron a la conclusión que un grupo de neuronas de la corteza cerebral, a las cuales llamaron neuronas espejo, proporcionaban una representación de las acciones, dentro del cerebro del mono, sin importar si éste era o no el agente responsable de la acción. Concluyeron que las neuronas espejo también son responsables de otro tipo de comportamientos como el reconocimiento, la imitación y posiblemente la empatía, responsable de que nos identifiquemos con los sentimientos de los demás.

A mediados del siglo pasado, el lingüista estadounidense Noam Chomsky, estableció una teoría para la explicación de la adquisición temprana del lenguaje en los niños. Propuso que el lenguaje obedecía a una serie de reglas innatas programadas en el cerebro del infante, algo así como a una especie de gramática universal, de carácter instintivo e independiente de la lengua materna, que permite que en poco tiempo, el niño domine su lengua materna, sea cual fuere. Este trabajo motivo al psicólogo estadounidense Steven Pinker a realizar estudios experimentales para fundamentar la teoría propuesta por Chomsky, lo cual plasmó en su libro “El Instinto del Lenguaje”, donde argumenta que el lenguaje no es solo un producto de la mente, sino todo un proceso evolutivo que involucra varias partes del organismo, como la laringe y los músculos costales que intervienen en la respiración, ambas controladas por el “núcleo ambiguo”, un grupo de neuronas de la corteza cerebral. En estudios realizados en distintos momentos, y con diferentes individuos, los psicólogos Joshua Greene, Michael Koenigs y Marc D. Hauser, llegaron a la conclusión de que existen zonas en la corteza cerebral que se encargan de la elaboración de juicios morales, los cuales varían de una persona a otra, dependiendo de la sensibilidad del individuo a emociones como la culpa, la compasión y la vergüenza, pero que en mayor o en menor grado, poseemos un sentido moral innato, como la aversión por el sufrimiento ajeno y el sentimiento de equidad.

Marc D. Hauser, de la Universidad de Harvard, postula al igual que Comsky, que el sentido moral es innato, lo cual analiza en su libro “Moral Minds”. Esta teoría explica la imposibilidad de resolver problemas morales empleando solamente la razón. Por su parte Antonio Damasio, en su libro Looking for Spinoza,

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