Pedagogia Constructivista
Enviado por • 13 de Marzo de 2013 • 2.652 Palabras (11 Páginas) • 382 Visitas
INTRODUCCION.
Los argumentos que presento a continuación están marcados por mi propio camino que se inicia en mi formación como maestro, cuyo propósito general es promover el cambio educativo, particularmente en lo relacionado con promover la transformación en las prácticas pedagógicas como docente. Es en este ámbito donde la temática del constructivismo se hace presente, y fundamentalmente, la denominada pedagogía constructivista, como una alternativa posible para dicha transformación. En este contexto, la pregunta que surge es cómo se produce el traspaso de los hallazgos y aportes de la investigación al aula de clase.
Este interrogante me ha acompañado en las diferentes instancias de mi carrera. Por lo tanto, la estructura de esta reflexión se articula sobre las siguientes temáticas:
1. Aquellas referidas al mundo de la investigación en horizontes disciplinarios cuya intencionalidad está en generar explicaciones, hipótesis e interpretaciones sobre procesos de aprendizaje, en consecuencia, vinculados al aula de clase y a la labor docente, particularmente centrada en la relación entre epistemología y psicología, traída de la mano por la argumentación constructivista.
2. Las que interrogan a la praxis pedagógica de los maestros y a la construcción de saber pedagógico y de cómo en estos dos ámbitos se inscriben o llegan los resultados alcanzados en el mundo de la investigación sobre el aprendizaje.
En el presente tema hablare sobre; el constructivismo, que desde mi punto de vista es una corriente de la didáctica que se basa en la teoría del conocimiento constructivista. Postula la necesidad de entregar al alumno herramientas que le permitan crear sus propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo cual implica que sus ideas se modifiquen y siga aprendiendo. El constructivismo en el ámbito educativo propone un paradigma en donde el proceso de enseñanza-aprendizaje se percibe y se lleva a cabo como proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada por la persona que aprende (por el «sujeto»).
Se considera al alumno como poseedor de conocimientos que le pertenecen, en base a los cuales habrá de construir nuevos saberes. No pone la base genética y hereditaria en una posición superior o por encima de los saberes. Es decir, a partir de los conocimientos previos de los educandos, el docente guía para que los estudiantes logren construir conocimientos nuevos y significativos, siendo ellos los actores principales de su propio aprendizaje. Un sistema educativo que adopta el constructivismo como línea psicopedagógica se orienta a llevar a cabo un cambio educativo en todos los niveles.
DESARROLLO
LOS PROFESORES Y LA CONCEPCIÓN CONSTRUCTIVISTA
La concepción constructivista se debe de entender como un marco explicativo que parte de la concepción social y socializadora de la educación escolar e integra todo un conjunto de aportaciones de diversas teorías que tienen como denominador común los principios del constructivismo. Esta concepción de la educación, no hay que tomarla como un conjunto de recetas, sino más bien como un conjunto de postulados que permitan, dentro de lo posible, diagnosticar, establecer juicios y tomar decisiones sobre la enseñanza. Dentro de esta tarea, los principales responsables somos los profesores, por lo cual necesitamos para el desempeño de nuestras funciones asistirse de determinados referentes que justifiquen y fundamenten nuestra actuación, puesto que en nuestro trabajo manejamos situaciones de enseñanza/aprendizaje cuya valoración es dificultosa debido al gran número de variables y situaciones con las que se debe de contar. Es por eso que los profesores deben de contar con marcos explicativos que les permitan interpretar, analizar e intervenir en la realidad. Necesitamos estas teorías para poder contar con los referentes adecuados a la hora de poder contextualizar y priorizar metas y finalidades, planificar nuestras actuaciones, analizar nuestros desarrollos y, si hace falta, modificarlos para que se adecue a los resultados que se esperan. por todo esto, es de esperar, que dichas teorías serán adecuadas o bien en función de que puedan o no ofrecernos alguna explicación acerca de los interrogantes que se nos plantemos a lo largo de nuestra acción educativa, o bien en la medida en que dicha explicación nos permita articular diversas respuestas dentro de un marco coherente.
La educación escolar es un proyecto social que toma cuerpo y se desarrolla en una institución que también es social, la escuela. Esto obliga, por una parte, a realizar una lectura social de fenómenos como el aprendizaje, y por otra parte se necesita realizar una explicación de cómo afecta dicho aprendizaje al desarrollo humano, entendiéndolo como un proceso de enriquecimiento cultural personal. Por esto necesitamos teorías que no opongan cultura, aprendizaje, enseñanza y desarrollo, que no ignoren sus vinculaciones, sino que las integren en una explicación articulada y que además expliquen como todo ello se produce dentro del marco espacial de la escuela. Esto es lo que pretende la concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza.
Esta concepción del aprendizaje y de la enseñanza parte del hecho obvio de que la escuela hace accesible a sus alumnos aspectos de la cultura que son fundamentales para su desarrollo personal, entendiendo este desarrollo como un desarrollo global, lo que supone que se debe incluir tanto las capacidades de desarrollo personal, social, de relación interpersonal, motrices como las cognitivas. Esto significa concebir el aprendizaje no como una reproducción de la realidad, sino como una integración, modificación, establecimiento de relaciones y coordinación entre esquemas de conocimiento que ya se poseen, con una determinada estructura y organización, la cual variamos al establecer los nuevos nudos y relaciones, en cada aprendizaje que realizamos. Esta construcción si bien la realiza el alumno y es obra suya, necesita de un elemento externo al alumno que garantice que la construcción realizada por el alumno es la correcta y que de alguna manera “obligue” al alumno a realizarla. Este elemento externo al proceso pero de vital importancia para su consecución es el maestro, entendido como el orientador y el promotor de la construcción que debe de realizar el alumno. En definitiva la concepción constructivista asume que en la escuela los alumnos aprenden y se desarrollan en la medida en que pueden construir significados que estén de acuerdo con los contenidos que figuran en los curriculum escolares. Esta construcción implica, por un lado una aportación activa y global por parte del alumno y por otro una guía por parte del profesor que actúa de mediador
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