Pensamiento Filosofico Azteca
Enviado por irvingvinalay • 30 de Octubre de 2013 • 585 Palabras (3 Páginas) • 7.979 Visitas
Comentario del Pensamiento Filosófico Azteca
Bueno primero que todo esta fue una gran civilización en el periodo post-clásico. En este comentario hablamos sobre la Filosofía azteca, pues en sus planteamientos abarcan toda una concepción científica, racional de lo divino y de lo abstracto. También de los causales que marcan el devenir en la Naturaleza, de los problemas del hombre en el conocimiento terrestre de lo real ( que viene siendo la teoría del Conocimiento), de cuáles son los valores y elementos que configuran al hombre como tal y que promueven el encuentro con uno mismo (Antropología y Filosofía Moral), etc. Su concepción de la Divinidad es muy parecida a la de casi todas las antiguas civilizaciones: hay una deidad que rige sus trabajos, su mística: Huitzilopochtli. Según sus tradiciones, desde las lejanas tierras de Aztlán, sus sacerdotes habrían trasladado la estatua de este Dios, en un peregrinar de más de 150 años. Como todo en la Naturaleza se manifiesta en relación con su opuesto, y la mente humana no puede concebir el uno sin el dos, fue llamado Ometeotl, Dios de la dualidad, que se desdobla en un principio masculino, Ometecutli (Señor Dos), y otro femenino Omecihuatl (Señora Dos), Padre y Madre de todos los seres vivos, que viven en el lugar de la dualidad, el «sitio de nueve divisiones» (los nueve planos de conciencia que dividen la existencia manifestada).
Su pensamiento filosófico está impregnado de poesía y misticismo. Piensan que todos los caminos del hombre se hallan en el seno de lo divino, incluso este lugar, dicen, de corrupción y de tristeza, la Tierra.
Dos son los Dioses que marcan con su vida y hazañas los trabajos que debe realizar el alma para asemejarse más a lo divino, y no volver más a esta tierra:
Huitzilopochtli es la senda de la Guerra mágica, de la Conquista interior. Quetzalcoatl (Serpiente emplumada) es la senda de la Sabiduría y de la purificación del alma.
Huitzilopochtli nace en la Montaña de la Serpiente. Es engendrado por una pluma blanca o una piedra preciosa depositada en el seno de Coatlicue (la de falda de serpientes). Nada más nacer es acosado por sus familiares enemigos, en número de 400 –referencias a la multiplicidad y a la materia, representada generalmente con el número 4–, a los que debe vencer con armas mágicas, dispersar y destruir, incorporando a sus atavíos las armas de los vencidos. Finalmente se yergue victorioso sobre la Montaña de la Serpiente y allí proclama su culto. Representa al Hombre que debe vencerse a sí mismo y superar los múltiples enemigos interiores que tratan de arrebatarle su conciencia y su condición divina.
Quetzalcoatl es un mítico rey de Tula, que en una legendaria Edad de Oro gobernaba con justicia a sus súbditos desde el interior de su palacio templo con columnas de serpiente. «Nunca se le veía en público, sino que vivía en silencio en las sombras de su templo».
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