Poemas.

Uno de mis mayores miedos es que llegue el día en el que ya no sepa de qué escribir. Esto, según como se lo mire, puede resultar una ventaja. Si no hay nada de qué escribir es que no hay nada que cambiar, y si no hay nada que cambiar, entonces el mundo finalmente es justo. Pero, al pensar en esto, descubro que siempre siempre habrá de qué escribir, porque la justicia es un bien utópico como el que más.

Pensar en esto puede ser un alivio pero, entonces viene el segundo temor: y si lo que escribo no me gusta o es aburrido… ¡Los riesgos de la escritura!, me digo.

Escribir no solo requiere un intenso trabajo sino la capacidad de renovación constante, porque es imprescindible ofrecer nuevas formas de ver las mismas cosas para reescribirnos y resignificarnos.

En este artículo presento algunos consejos para renovarnos cada día y alimentar nuestra creatividad. Los mismos han sido recopilados de diversas lecturas. Espero que les sean útiles.

Cuando la creatividad languidece

La creatividad es una fuente inagotable de ideas que se superponen y que nos llevan a componer obras artísticas más o menos interesantes. Pero a veces esa fuente se bloquea y aunque continuamos teniendo la capacidad de escribir y crear, de pronto sentimos que lo hemos dado todo de nosotros y que ya no hay nada que pueda surgir de nuestro interior.

Ayer hablábamos del bloqueo literario, una de las razones por las que la creatividad puede tambalearse, y nuestro arte tildarse. Para salir de esa situación es fundamental recrearnos, hacer cosas diferentes que nos ayuden a redescubrir nuestra pasión por la escritura. Si estamos apasionados y abocados a lo que hacemos, seguramente conseguiremos llegar a buen término con nuestro trabajo.

Algunos consejos para renovar tu escritura

Llevar una lista de las cosas que deseamos hacer puede ser de gran ayuda para ordenar nuestro trabajo y no perdernos en divagues, preocupándonos por lo que es importante a cada momento. Así, nuestro cerebro podrá serenarse y organizarse, y la creatividad fluir con más facilidad.

Tenemos que saber también que la inspiración no es algo que llega cuando nosotros lo deseamos, por lo que es necesario que siempre estemos preparados para atenderla. Por eso, llevar siempre con nosotros un pequeño anotadorcito o libretita, puede ser de gran ayuda.

¿No les ha pasado que una vez estaban en medio de algo y de pronto les surgió esa chispa y no tuvieron cómo plasmarla? La impotencia que se siente por no poder organizar esas ideas que parecen necesarias y auténticas es indescriptible. A mí me pasó muchas veces; y desde hace algún tiempo siempre llevo conmigo un cuadernito, para que no vuelva a ocurrirme.

El fin de la escritura

Escribir por escribir es la mejor forma de aprender a escribir, me dijeron una vez. Y creo

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