Que Es El Cristianismo
Enviado por Priss0101 • 4 de Noviembre de 2014 • 1.703 Palabras (7 Páginas) • 267 Visitas
¿Qué es el Cristianismo?
El cristianismo es una religión basada en las enseñanzas y milagros de Jesús, el cual es el Cristo. La palabra “cristo” significa el ungido. Cristo no es el apellido de Jesús. Jesús es el ungido de Dios el Padre el cual vino a este mundo, cumplió las leyes y profecías del Antiguo Testamento, murió en la cruz y se levantó físicamente de la muerte. Llevó a cabo muchos milagros los cuales fueron registrados en los Evangelios por los testigos. Él es tanto divino y humano en naturaleza. Por lo tanto, Él tiene dos naturalezas y es digno de adoración y a Él se le puede orar.
No es preciso justificar la importancia del pensamiento cristiano puesto que, junto con la filosofía griega, representa uno de los pilares de la cultura occidental. “La filosofía cristiana remite a una nueva etapa del pensamiento, a un nuevo capítulo en la Historia de la Filosofía, a una nueva forma de interpretar el mundo perfectamente diferenciado de la filosofía griega”. Sin embargo, no hay que olvidar que es dentro del área de influencia griega donde irrumpe el cristianismo. Por eso, es preciso analizar las relaciones entre cristianismo y filosofía. El cristianismo introduce doctrinas radicalmente nuevas, ajenas a lo dicho por los filósofos griegos. Una de ellas es la de la creación -que analizaremos más adelante-, otra la referencia esencial de su doctrina a la historia: el cristianismo pone en relación a Dios con la historia.
“La filosofía griega había puesto a Dios en relación con el cosmos, el universo, como inteligencia ordenadora (Anaxágoras, Platón), como motor y fin (Aristóteles), como razón cósmica (estoicismo). Si el cristianismo se hubiera limitado a proponer una teoría en la cual Dios fuese el origen del universo, seguramente se habría desdibujado, fundiéndose con otras corrientes del pensamiento antiguo. El cristianismo pone en relación a Dios con la historia en un doble sentido: 1. Dios es providente y se ocupa de los asuntos humanos y de la marcha de la historia. Esta no es la doctrina más definitiva ni exclusiva del cristianismo: los estoicos afirmaban que Dios es providente, aunque identificaban la providencia con el destino y Dios no era un ser personal sino la razón del universo. 2. El cristianismo anunciaba algo más sorprendente: Dios no sólo se ocupa providencialmente de la historia sino que Dios entra en ella, Dios se había hecho hombre en un lugar y en un momento bien determinado y preciso. Este hecho constituye el centro de la historia: toda la historia -desde la creación hasta el juicio final- adquiere significación y sentido a la luz de este hecho”. La noticia de que Dios se había hecho hombre y había muerto crucificado por los romanos nunca fue ni podía ser asimilado por la filosofía griega, que la criticó insistentemente por absurda y ridícula. Tal anuncio resultaba incompatible con la inmutabilidad divina, con su impasibilidad y perfección (¿cómo puede Dios ser afectado por sufrimientos y dolores?) y con su dignidad (¿cómo pudo encarnarse Dios precisamente en un personaje insignificante y oscuro?), además de que suponía en Dios una predilección inexplicable por una raza, un lugar del mundo habitado y un momento de la historia humana (¿por qué un judío y por qué en este momento de la historia?). “Tampoco las doctrinas religiosas ofrecían un precedente comparable. Es cierto que existían historias de dioses que habían sido descuartizados y después resucitados (Dionisos fue descuartizado por los Titanes y resucitado por Zeus) pero la diferencia era inmensa”- se trataba de atentados sufridos por tales dioses sin ellos quererlo mientras que en el cristianismo Dios decide y acepta su propio sacrificio; en segundo lugar, el cristianismo señalaba un momento histórico preciso, mientras que las creencias e historias no cristianas situaban tales hechos en un tiempo mítico, no en un momento histórico datable con precisión.
Dios habló a los hombres (es una religión revelada), primero a través de ciertos hombres del Antiguo Testamento, y después Él mismo, encarnado en Cristo. Esta circunstancia hará que la actitud ante la verdad sea diferente al de la filosofía griega. “La filosofía griega se había caracterizado por insistir en los límites del conocimiento humano; rara vez algún filósofo pretendió alcanzar la verdad absoluta y total”. El cristianismo proclama que posee la verdad revelada por Dios mismo, lo que choca con la actitud moderada de los filósofos. La filosofía griega, en tiempos del Imperio Romano, se caracteriza por la pluralidad de escuelas: platonismo, aristotelismo, estoicismo y epicureísmo. El diálogo entre estas escuelas sólo puede entenderse aceptando que ninguna de ellas posee la verdad absoluta y que todas se encuentran en un plano de igualdad. El cristianismo niega estos dos supuestos. Al ser de origen divino, la verdad cristiana es la verdad, situando su fundamento y criterios de justificación en un plano distinto y superior al de las escuelas filosóficas. Esta actitud molestaba a los filósofos, acostumbrados a discutir serenamente una teoría y a no morir fanáticamente por ella.
EL MONOTEÍSMO. La filosofía griega no había alcanzado nunca el monoteísmo en sentido estricto; los cristianos lo defendieron siempre, de forma radical. Desde un punto de vista racional es más defendible el monoteísmo que
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