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Qué convicción tiene Platón acerca del verdadero conocimiento


Enviado por   •  15 de Octubre de 2013  •  Tutorial  •  5.572 Palabras (23 Páginas)  •  643 Visitas

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PERSPECTIVA FILOSÓFICO-PEDAGÓGICA

GUÍA Nº 1

IDEAS CENTRALES DEL PENSAMIENTO DE

PLATÓN

GRADOS DEL SER Y GRADOS DEL CONOCER

PROFESORA: MARISA ROGGE

ALUMNA: MABEL ARLEY

AÑO: 1º

PROFESORADO: DE MATEMÁTICA

Instituto del Profesorado “Ciudad de Mercedes”

2013

Actividades:

1. ATENDER A LA PROBLEMÁTICA DEL CONOCIMIENTO Y EXPLICAR:

¿Qué convicción tiene Platón acerca del verdadero conocimiento?

Platón tiene la convicción de que el verdadero saber no puede referirse a lo que cambia, sino a algo permanente; no a lo múltiple, sino a lo uno.

El verdadero conocimiento deberá ser de especie totalmente diferente del que proporcionan los sentidos; no vacilante y contradictorio, como el que la percepción suministra, sino constante, riguroso y permanente, como cuando, por ejemplo, se afirma que "2 más 2 es igual a 4": porque esto no es verdad ahora sino siempre y absolutamente.

El objeto de la ciencia, es decir del verdadero conocimiento, no puede ser lo sensible, siempre vacilante y cambiante, si no lo uniforme y permanente, que es lo único que puede realizar la exigencia de la ciencia.

Precisamente, Sócrates lo convenció de que hay conocimiento objetivo, válido para todos: el conocimiento que nos dan los conceptos, las definiciones, las esencias.

Describir el saber sensible e inteligible y señalar sus consecuencias

Hay un saber que se alcanza por medio de los sentidos, llamado conocimiento sensible; en realidad, no debiéramos llamarlo “conocimiento", sino meramente opinión o dóxa, porque es siempre vacilante, confuso, contradictorio: Ej. el remo fuera del agua nos parece recto, hundido en ella se nos muestra quebrado

Se encuentra en continuo devenir, (según enseñó Heráclito), a quien sigue Platón. Si nuestro saber se edificase sobre las cosas sensibles, la consecuencia entonces sería el RELATIVISMO,

Frente al cambio y a lo relativo, tras de lo cambiante y aparente, Platón busca lo inmutable y absoluto, lo verdaderamente real, es el saber inteligible, que es el que nos proporcionan las “ideas”. La consecuencia es, HACER POSIBLE LA CIENCIA Y LA MORAL

Como lo permanente e inmutable no se encuentra en el mundo de lo sensible, Platón postula otro mundo, el mundo de las "ideas" o mundo inteligible, o lugar "supraceleste", del que el mundo sensible no es más que copia o imitación.

La palabra "idea" (eidos),proviene de un verbo griego que significa "ver"; Literalmente, "idea" sería lo "visto", el "aspecto" que algo ofrece a la mirada , la "figura" de algo, su "semblante", por ejemplo, el aspecto o figura que presenta esto que está aquí, esta silla.

En Platón, la palabra alude, no al aspecto sensible, sino al "aspecto" intelectual o conceptual con que algo se presenta; a la inteligencia: por eso se dice que se trata del aspecto "inteligible", es decir, de la "esencia". Para Platón las ideas son algo real, las cosas verdaderas, metafísicamente reales,

Las ideas son idénticas, inmutables y perfectas. Por ende, cosas sensibles e ideas representan dos órdenes de cosas,

Por ello es también diferente nuestro modo de conocerlas; las cosas iguales se las conoce mediante los sentidos (y por ello cosas de este género se llaman cosas sensibles), en tanto que la “igualdad”, por ejemplo no se la ve, ni se la toca ni oye, ni la capta ninguno de los otros sentidos, sino que se la conoce mediante la razón, mediante la inteligencia por ello de la igualdad, de la belleza, la justicia, etc., se dice que son entes inteligibles.

¿Cómo se lleva a cabo el conocimiento?

Si bien cosas sensibles e ideas representan dos órdenes diferentes del ser, con todo hay entre ambos una relación, que Platón dice es una relación de semejanza o copia o imitación; relación que, al ver las cosas iguales, nos permite pensar en la igualdad, a la manera como, al ver el retrato de un amigo, nos acordamos del amigo, justamente porque hay similitud entre el retrato y él. Esto supone que de alguna manera ya conocíamos la igualdad; no podríamos pensar que dos cosas sensibles son iguales, si no supiésemos ya de alguna manera qué es la igualdad.

La igualdad, la belleza, la triangularidad son, respectivamente, el "modelo" que cada una de estas cosas "imita", y sólo su conocimiento "previo" permite reconocerlas como iguales, bellas o triangulares y como en este mundo sensible no se percibe la igualdad, la belleza ni la triangularidad, es preciso que el conocimiento de las ideas lo hayamos adquirido "antes" de venir a este mundo.

Platón explica a través de un mito cómo se lleva a cabo el conocimiento:

Antes de nacer, el alma del hombre habitó el mundo de las ideas, donde las contempló y conoció en su totalidad y pureza. Al venir a este mundo y a este cuerpo, atraviesa un río, el Leteo, el río del Olvido, y ese saber suyo de las ideas se olvida, si bien queda latente, de manera que ahora, con ocasión de las cosas sensibles que ve, lo va recordando más o menos oscuramente: al ver leños iguales, "recordamos" la igualdad, al ver cosas bellas recordamos la Belleza, etc. "Aprender no es sino recordar" (Fedón72)

No obstante, conviene tener claramente presente que tales referencias a una vida anterior, el Leteo, etc., en parte no son propiamente "explicaciones", sino "mitos", es decir, "relatos" donde lo predominante es lo poético o figurativo, y no lo conceptual; se trata de alegorías, de símbolos, que no es preciso, naturalmente, tomar al pie de la letra. El hecho es que recurrió a este concepto de la pre-existencia del alma.

Lo que interesa es la afirmación de que existe un conocimiento independiente del conocimiento sensible, al que llama conocimiento a priori. Este conocimiento y la forma en que se alcanza, Platón lo explica a través de la Alegoría de la Caverna.

Sobre la ladera de una montaña, se abre la entrada de una caverna, dentro de ella hay hombres que están sentados y encadenados, de tal manera que no pueden ni siquiera girar sus cabezas o inclinarlas, sino que se ven obligados a mirar solamente la pared o tapia que tienen a su frente, en el fondo de la caverna.

A sus espaldas, y hacia arriba, subiendo la pendiente de la caverna, hay una especie de pared, detrás de la cual corre un camino por el que marchan hombres llevando sobre sus cabezas objetos artificiales

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