RESUMEN DEL TEXTO Y AUTOR

RESUMEN DEL TEXTO Y AUTOR

El autor de este fragmento de la obra “El hombre unidimensional”, es Herbert Marcuse, nacido en Berlín el 19 de julio de 1898, quien fue un filósofo y sociólogo, a su vez que uno de los primeros miembros de la primera generación de la Escuela de Frankfurt. Participó en la revolución alemana de noviembre de 1918. Fue un gran admirador de Heidegger, pero al mismo tiempo criticaba su individualismo y enfoque ahistórico. Con posterioridad a la guerra, fue el miembro más políticamente explícito e izquierdista de la Escuela de Frankfurt, debido a su dedicación a aplicar políticas de emancipación, como la liberación de la mujer o las ideologías juveniles a la primera Teoría Crítica. Empieza a ser consciente de las principales limitaciones prácticas de la primera escuela de Frankfurt, y de la necesidad de perfilar las tesis sobre cultura y sociedad, identificándose a sí mismo como marxista, socialista y hegeliano. Su muerte llegó el 26 de julio de 1979 provocada por un ataque cerebrovascular.

En lo referido a su obra, “El hombre unidimensional”, se trata de una Teoría Crítica (doctrina de la Escuela de Frankfurt) una corriente al margen de las estructuras establecidas en la sociedad moderna. Nuestro fragmento comienza explicando el concepto “unidimensional”, cómo está presente en la sociedad del momento, su antes y su después. Aplicándolo posteriormente a una visión política que nos hace ver cómo a través de este nuevo modelo, se desemboca en sociedades más represivas y controladas. Después, el autor, pasa a desarrollar su teoría crítica donde explica que el desenvolvimiento de la sociedad acaba cayendo en lo mismo nombrado anteriormente, en una reducción de la libertad (sociedades coartadas), lo cual englobaría la etapa histórica de la sociedad industrial. Termina concluyendo pues, con que a pesar de esto aún se conserva la esperanza en la soberanía popular y lo que representa el modelo unidimensional.

ANÁLISIS FORMAL DEL TEXTO

a) Análisis sintáctico.

La obra, “El hombre unidimensional”, se trata de un ensayo crítico sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada, aunque el texto que se va a analizar es solo un fragmento de éste, concretamente al último apartado de conclusiones del ensayo completo escrito por Marcuse. El autor describe un hecho, en este caso sociedad unidimensional emitiendo un juicio propio sobre ella y sus consecuencias. El fragmento está dirigido fundamentalmente a un público especializado de ámbito académico y de investigación social, aunque podría servir también como análisis para el ámbito político.

Ahora bien, si analizamos la estructura del texto, podemos clasificarlo en dos: Si nos fijamos en la estructura externa veremos que se trata de un ensayo escrito en prosa el cual consta de múltiples párrafos (25). Pero, sin embargo, estos párrafos no se corresponden con la estructura interna del fragmento, si descomponemos el texto por su contenido, podemos ver que se compone de cuatro partes:

La primera, es una parte conceptual en la que el autor nos introduce el término “unidimensional” aplicado al ámbito de la sociedad. Nos muestra como lo racional (que venía a representar la razón científica y lo empírico) y lo irracional (que representaba la ‘poética’ o el campo de la imaginación) que anteriormente se consideraban opuestos, debido al nuevo modelo unidimensional pasan a ser dos conceptos interdependientes. La imaginación pasa a formar parte de lo racional gracias a la tecnología. Esto enlaza con la segunda parte, la cual se plantea desde un punto de vista político, es decir, aplica dicho concepto a un ámbito de realidad. Nos explica cómo el resultado de esa conexión entre razón e imaginación, caemos en sociedades más opresivas, pero de forma ‘disimulada’, es decir de tal forma que la sociedad en realidad cree poseer más libertad cuando es totalmente lo contrario. Con la excusa de la producción y el reparto de necesidades, se justifica el control social a través de la racionalidad o instrumentación tecnológica. Claro está, que control se ejerce de manera diversa dependiendo del grado de desarrollo de cada sociedad, unas son más controlables que otras. En tercer lugar y para mí parte central del fragmento, Marcuse, expone su teoría crítica centrada en la expansión de la sociedad unidimensional, lo que en la época se refería a la sociedad industrial. Nos describe que a causa de haber entrado en ese modelo de sociedad, caemos en unos aspectos negativos tales como “la irracionalidad creciente de la totalidad, necesidad de expansión agresiva, amenaza constante de guerra, la explotación intensificada, la deshumanización”, lo que nos hace ir en busca de unas alternativas de mejora que serían “la utilización planificada de los recursos para la satisfacción de las necesidades vitales con un mínimo de esfuerzo, la transformación del ocio en tiempo libre, la pacificación de la lucha por la existencia”. No obstante, nos dice el texto que “los hechos y las alternativas son como fragmentos que nos encajan […] su realización sólo puede estar en la práctica que responda a la teoría y, en el presente, la práctica no da tal respuesta”. Es aquí entonces cuando interviene la conquista de la tecnología que según el autor provoca a su vez “la conquista del hombre por el hombre, y esta conquista reduce la libertad que es un a propi necesario para la libertad”. Todo ello por consecuencia nos lleva a la conclusión más rotunda del texto, la restricción de la libertad. La comunidad cree que al poner en funcionamiento ciertas opciones, mejora su situación ante dichos aspectos negativos cuando en realidad resulta más dañino aún ya que cohíbe su libertad. Además, como señala el texto, las posibilidades unidas que están siendo realizadas mediante las instituciones anulan su ‘potencial liberador’ (proceso que afecta a los medios y fines). Nos dice que la dominación en su estado más desarrollado actúa como administración, lo que para el autor es la forma más absoluta de dominación.

Por último, la cuarta parte, la cual podemos considerar más bien una conclusión. Marcuse, afirma que la sociedad aun conserva la ilusión de la soberanía popular, es decir, la confianza en el pueblo. Dice que el pueblo es la base del cambio social, sin embargo, ahora pasa a ser la base de la cohesión social reflejo de una sociedad igualitaria, y todo ello encierra una nueva estratificación de la sociedad industrializada. Pero esto, al fin y al cabo, intenta encerrar u ocultar a aquello que en el texto son nombrados como “los explotados y perseguidos de otras razas y colores, los parados y los que no pueden ser empleados” o sea, aquellos que de algún modo podríamos decir que se quedan fuera de la sociedad o son marginados.

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