Requiem A La Ortografia
Enviado por oreana16 • 30 de Septiembre de 2012 • 894 Palabras (4 Páginas) • 344 Visitas
Escrito por Evelyn Cristina Arreaza Páez
el día 23 de enero de 2002
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“Ortografía, o no a la ortografía; Barrera Linares o García Márquez; hacerse el tonto o presumir de intelectual experto en el manejo del idioma castellano. He ahí el dilema.”
Cualquiera diría que esto lo escribió un Shakespeare latinoamericano de la era moderna, pero no; estas sencillas pero exageradas palabras las ha escrito una confesa semiadicta a la lectura, pero a la vez cibernauta interesada en las novedades de/en cualquier área del conocimiento. ¿De dónde las sacó? ¿Cómo se le ocurrió escribirlas? ¿Acaso alguien le metió ideas extrañas en la cabeza? ¿O fue una rareza hospedada en una página de Internet? Pues, para salir de dudas, nadie mejor que ella para, como se dice en criollo, echarles el cuento de lo que le pasaba por la mente cuando pensó en esas palabras que, obviamente, no salieron de los labios de Hamlet, sino de su propio puño y letra. Empecemos, pues, que la historia parece buena.
Como se dice en los cuentos infantiles, había una vez una señora de trato amable y cordial, que por suerte es profesora universitaria, y que dicta una materia bastante importante pero generalmente menospreciada: Castellano Instrumental. En el desarrollo de una clase, facilitó a sus alumnos la copia de un artículo que apareció en un periódico de circulación nacional, y que fue escrito por el señor escritor Luis Barrera Linares como una crítica abierta y ocurrente a lo expresado por su colega en las letras, y Premio Nobel de Literatura, el colombiano Gabriel García Márquez (alias “el Gabo”) durante un importante evento de carácter internacional. Nada más leerlo, al principio durante la clase, y luego en la tranquilidad de su hogar, a nuestra amiga en cuestión le ha dado un ataque de risa bárbaro; gracias a Dios no lo manifestó en clase, pero en su casa fue una carcajada a rienda suelta. ¿Y qué sería lo que le provocaría tal reacción? Ni que fuera un chiste, mucho menos alguna de las más recientes ideas presidenciales. Nos dimos a la tarea de averiguar qué fue lo que pasó, o mejor dicho, qué decía el artículo para que ella se pusiera así; lo que no nos esperábamos era que también nosotros reaccionaríamos igual. Ya les diremos por qué.
Resulta y acontece que, para empezar, dicho artículo parece la transcripción fiel y exacta de una conversación entre dos compadres provenientes de la zona oriental de Venezuela; uno puede hasta imaginárselos sobre un botecito pesquero con su red y todo lo demás, conversando sobre el tema y viendo el atardecer diluyéndose sobre el mar. Hasta ahí todo va bien, ¿no? Pero, a medida que uno oye el cuento, nos podemos dar cuenta de que es un tema de esos que pica y se extiende; es la gran
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