Resumen Paradoja James Hunter

LA PARADOJA

La historia empieza acerca de una persona llamada John el cual siempre lo ha perseguido el nombre de Simeón, que decide ir a un monasterio al norte de Michigan; dejando su empresa abandonada a su suerte de la cual era director.

Simeón provenía de los versículos del segundo Evangelio de San Lucas, que significa “hombre justo y piadoso y el Espíritu Santo estaba sobre él”. Curiosamente siempre que leían un versículo escogían el de Simeón.

Años después John empezó a tener sueños extraños, acerca de que un mal lo perseguía por un cementerio y el corría para salvar su vida, hasta que enfrente de un crucifijo de cemento sale un hombre de negro y lo toma por el hombro y le dice: “Encuentra a Simeón y escúchalo”.

Rachel esposa de John estaba de acuerdo de que todas esas coincidencias significaban algo pero para él no.

Ellos tuvieron que adoptar un hijo y llamarlo como su padre, John; ya que tuvieron problema de fertilidad y por lo cual llegaron a hacer eso. Un año después afortunadamente se embarazó Rachel teniendo a una niña llamada Sarah.

Cuando su hijo cumplió 14 años, John tenía todo lo que había soñado, un buen trabajo del cual ganaba muy bien, una casa en la ribera del lago Erie, salía de vacaciones con su familia, etc. Pero su vida empezó a caer. Rachel le había comentado que ella ya no se sentía a gusto estando con él, su hijo John empezaba a desobedecer y a comportarse grosero, había perdido también la comunicación con su hija, la empresa donde él es el director empezaba a tener conflictos, el equipo de Béisbol el cual él entrenaba tenía conflictos con los integrantes.

Con todo lo que le venía sucediendo a John empezaba a convertirse en una persona triste y apesadumbrada. Rachel al ver lo que le sucedía a su esposo decide aconsejarlo que fuera a hablar con el pastor de su iglesia. Él le propuso ir a un retiro en un monasterio llamado John of the Cross a la Península de Michigan. John decide ir por miedo de no perder a su esposa.

Rachel lo lleva hasta el monasterio, una vez llegando allí ella se despidió de él y partió. Sin ganas de entrar a la recepción lo hace, una vez estando allí lo recibe el padre Peter. John pide una habitación individual pero desgraciadamente solo había 3 habitaciones las cuales ya estaban ocupadas por lo que tenía que compartir la tercera con un pastor.

John hizo varias preguntas acerca de lo que tendría que hacer esos días que estuviera en el monasterio, como orar y tomar clases. Una de las respuestas que más le interesaba saber era si ahí se encontraba Len Hoffman uno de los mejores ejecutivos de una revista. El cual efectivamente se encontraba ahí; John pidió al padre Peter que lo dejara hablar con él pero le comentó que él daría una plática de liderazgo al otro día a las cinco y media de la mañana y el cual tenía que estar presente, así que decide irse a dormir; cuando el caminaba el padre Peter le dijo: “Por cierto John, a Len se le ha asignado el nombre de hermano Simeón”.

John pasmado, se puso a pensar mientras caminaba a su cuarto, si ese era el famoso Simeón que tenía que escuchar y qué cosas le tenía que decir.

Al otro día temprano sonó su despertador y se dio cuenta que su compañero de cuarto ya estaba listo y conversaron muy poco. Después se alistó y fue a la ceremonia, ahí estaban todos orando pero él se preguntaba cual de todos ellos era Len. Terminando la ceremonia decide ir a la biblioteca y buscar en internet más acerca de Len, encontrando un artículo de años atrás, narrando su vida y hasta que se convirtió en un excelente empresario, ya que podía levantar empresas y convertirlas para que tuvieran futuro. Otro artículo que encontró fue acerca de la desaparición de Len, ya que un año después del fallecimiento de su esposa, él desapareció y decayó, rumores decían que se encontraba en una secta, pero que ni sus hijos daban paradero de él.

Después de la misa de 7:30 John decide ir a su cuarto por un jersey, al entrar escuchó a alguien en el cuarto de aseo, preguntó si era su compañero de cuarto pero equivocadamente éste le contestó diciendo que no que su nombre era Simeón y que intentaba arreglar una tubería. John sorprendido lo saludó y en su mente pasaron los artículos que él había leído. Vio en sus ojos azules una mirada de juventud, espíritu y energía.

John le pide a Simeón que se reunieran todos los días, si es posible desayunar juntos, él le tenía que contar algunas cosas de le habían estado pasando y quería que lo aconsejara. Simeón le dijo que necesitaba un permiso para hacerlo pero que por mientras antes de las 5:30 am para la oración podían platicar.

John se dirigió a su clase de las nueve que daba Simeón, y se sentó con su compañero de cuarto. Simeón les dijo que todos ellos se iban a conocer ya que de todos se podría aprender experiencias de liderazgo. Después les pidió presentarse brevemente y decir el por qué estaban allí en el monasterio. Hasta que llegó su turno Simeón le preguntó lo que había dicho su compañero anterior pero él no había puesto atención ya que estaba pensando qué decir, y pidió una disculpa. Él replicó que para ser un buen líder necesitan saber escuchar.

Simeón se la pasó hablando acerca del liderazgo con cada uno de los participantes, primeramente definiendo los términos de poder y autoridad. Llegando a que ellos entendieran mejor lo que era tener una autoridad y no un poder.

John cada vez se sentía mejor con las actividades de todo el día, aunque era muy cansado; también empezó a llevarse mejor con su compañero de cuarto. En su tiempo libre leían libros, caminaban por el lago, etc.

En la siguiente clase de Simeón, les puso una actividad a los participantes; pensar en una persona de la cual haya tenido autoridad hacia ellos y escribir una lista con las características de esa persona, elegir cinco de ellas y compartirlas con una persona; después de eso Simeón dio a conocer en la pizarra las diez características similares de los participantes, John estaba sorprendido de la similitud.

En la siguiente clase Simeón habló sobre el liderazgo y las relaciones humanas, sino existen las relaciones humanas se irá acabando poco a poco con el liderazgo. Una buena relación con los clientes, proveedores, empleados y propietarios es seguro que un negocio funcione. John empezó a pensar acerca de todas las actividades que tenía como líder: entrenador, director, esposo, padre y unidas a su estilo de liderazgo le daban aturdimiento.

Antes de la ceremonia de las cinco y media John se reunió con Simeón y éste le preguntó que qué había aprendido, John le respondió que todo tipo cosas y lo interesante de la plática de la autoridad. Simeón le

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