SECUESTRO DE INFANTES

SECUESTRO DE INFANTES

La historia se centra principalmente en Xavier y Ximena, un matrimonio estable que se caracterizaba por tener un escudo familiar que habían hecho juntos entrelazando las “X” de sus nombres. Roxana era la hija mayor, tenía la edad de 9 años y el pequeño Max 4 años. Ximena era doctora, jefa de laboratorios en el Hospital Primario Oriente, y Xavier era abogado fiscal y contaba con su propio despacho. Ximena trabajaba medio turno los sábados y solía ir de compras acompañada por el pequeño Max. Un sábado después de salir del trabajo fue a una tienda de autoservicio, llevaba a Max en el carrito y con mal humor buscaba sin éxito alguno un frasco de aceitunas negras pues su esposo tendría reunión de amigos en su casa. Al ver a una empleada del lugar la siguió para preguntarle sobre las aceitunas, pero la empleada estaba ocupada con un cliente mas, al revisar su lista decidió dirigirse al departamento de pescados y mariscos, vigilando de reojo a la empleada, al ordenar un kilo de salmón se dio cuenta de que la empleada se había esfumado. Al volver por su hijo el carrito permanecía en el mismo lugar pero el niño no. Ximena pensó que quizá en niño se había bajado por su propia iniciativa, comenzó a buscarlo con calma, pero cuando se dio cuenta de que el tiempo transcurría y Max no aparecía sintió un presentimiento atroz que comenzó a oscurecer su claridad de juicio. No podía calmarse, preguntaba a las personas que pasaban cerca pero nadie lo había mirado. Vocearon al pequeño en las cajas pero no hubo respuesta. Ximena comenzó a correr por los pasillos gritando y llorando con desesperación, la gente se entero de lo ocurrido y la ayudaban a buscar al niño. La policía llego, cerraron puertas, Xavier recibió un mensaje en su localizador una hora después, el mensaje decía: “Ven al centro comercial frente al sanatorio, es urgente”, firmaba su esposa. Al llegar a la tienda Xavier miro un gran número de policías y compañeros del trabajo de Ximena. Xavier pregunto lo que pasaba y no podía creerlo, al preguntar si Max se había perdido el mandante le respondió que se lo habían robado. Los primero días fueron terribles, dormían junto al teléfono en espera de que los secuestradores llamaran pidiendo rescate. Xavier y Ximena hicieron pausa en su trabajo y se dedicaron a buscar a Max, Roxana parecía asustada porque miraba a sus padres desmoronarse, Roxana era dulce e inteligente, una noche escribió: Papa, mama: me duele verlos tan preocupados. Yo también tengo miedo, pero se que vamos a encontrar a Max. Ustedes me han dicho que nada malo puede pasarle a la gente buena. El es bueno y nosotros también. Los quiero mucho. Mi corazón está roto. Los amo. No lo olviden.

La nota tenía el dibujo de un corazón sangrando. Xavier beso el papel y lo guardo en su cartera. Xavier y Ximena no recibían llamada alguna de los secuestradores pero a las 3 semanas el comandante les hablo para informarles que habían encontrado un lugar donde tenían niños robados, Ximena esperanzada pregunto a Xavier si había noticias de Max pero él respondió que no, mas sin embargo habían encontrado a otros niños. Al llegar a la estación policíaca, el comandante les dijo que habían encontrado un centro ceremonial de una secta en donde había 12 niños y 17 jóvenes. El comandante también les hablo de un centro narcótico donde habían encontrado secuestrados a varios menores de edad, los cuales eran expuestos a experimentos con el fin de hacerlos más inteligentes, algunos de los niños eran enviados por sus padres a ese sitio creyendo que se trataba de un sofisticado colegio. A todos los encontrados se les había amputado unos o más dedos de las manos en los ritos ceremoniales. Habían dado con ese lugar gracias a la denuncia que unos padres habían hecho al no poder sacar a su hijo de ese sitio pues la gente que trabajaba allí se negaba a regresárselo. Ximena y Xavier mostraron a los niños una fotografía de Max pero ninguno lo reconoció. Pidió al comandante leer la declaración de los padres que habían hecho la denuncia y aunque era algo confidencial, el comandante también era padre y comprendía por lo que estaban pasando, así que dejo los papeles sobre la mesa y salió de la oficina para que Xavier pudiera leerlos.

EDUCACION FRAUDULENTA

La declaración testimonial de Ángel Castillo hablaba de su hijo Ulises de 6 años, lo inquieto que era y las constantes notas que la directora le enviaba pues les era imposible controlarlo, se negaba a realizar los ejercicios tradicionales y ocasionaba continuo desorden en el aula. Un día al asistir a la escuela de Ulises se dieron cuenta del mal trato que le daban a los niños allí, entonces decidieron sacar a su hijo de esa escuela. Al tiempo vieron un anuncio en el periódico que decía: “Ofrecemos servicios especiales para niños sobresalientes”. Al ir al sitio ese, se encontraron con un lugar impresionante, recibieron información de que la escuela se encontraba a las afueras de la ciudad y era llamado campamento, deseaban conocer el lugar pero solo podían hacerlo por medio de fotografías. Les informaron también del alto costo que la escuela tenía y que los niños solo asistían a su casa los domingos, pues toda la semana estaban sujetos a estudios físicos y psicológicos. Los padres aceptaron que Ulises asistiera a esa escuela, pero probarían primero 3 meses. Al tiempo cuando por fin lograron ver Ulises notaban que parecía confundido, temeroso y fatigado, pero al mismo tiempo se notaba a alegre y miraban en los grandes cambios en el así que decidieron continuar con el programa. Pero la mama de Ulises no estaba contenta con lo que pasaba con su hijo, pues miraba que se comportaba agresivo, distante y no convivía con los demás niños. Después le hizo ver a su esposo lo mismo y decidieron sacar a su hijo de la escuela pero el psiquiatra no quería devolverle al niño y después de tanto insistir y amenazarlo termino accediendo, vieron al niño diferente y evidentemente le habían hecho consumir algún tipo de droga. A partir de ahí se encargaron de perseguir al psiquiatra, Lucio Malangón.

LOS NIÑOS PIDEN POCO

El padre Gonzalo Gamio mando a llamar a Xavier Félix, preguntándole que si hace cuanto no veía a su hija, habían pasado ya 4 años, la madre de Xavier se hacía cargo de Roxana, Ximena había fallecido, mejor dicho se había suicidado, pues en una ocasión cuando encontraron en Chihuahua a un pequeño muerte y este era idéntico a su hijo, Ximena no soporto el impacto y al anochecer, antes de dormir se tomo un frasco entero de pastillas y durmió junto a Xavier, pero Xavier no imagino que al amanecer Ximena ya no despertaría, la verdad era demasiado dolorosa, así que prefirió decirle a Roxana que había sufrido un accidente. El padre Gonzalo aconsejo a Xavier diciéndole que lo mejor era volver a la

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