Schopenhauer, un esbozo del mundo como voluntad y representación
Enviado por Michel Belda • 21 de Noviembre de 2017 • Trabajo • 2.744 Palabras (11 Páginas) • 223 Visitas
Parte de un tema que no es estrictamente contemporáneo, pero es necesario para entender la asignatura y los contenidos que se darán. Tiene por objeto Kant y el idealismo alemán, sin ellos no podemos entender nada delo que nos venga después.
Postkantianos:
Kant como filósofo de la síntesis, pero también de las escisiones busca un término medio entre el escepticismo y el dogmatismo, pero luego le salen esas rupturas o quiebras entre su distinción de fenómeno-noúmeno, representación-cosaensí, etc. Surgieron escuelas postkantianas que le siguieron como lo es Reinhold, el cual trato de soslayar su concepto de representación.
Surgen numerosas críticas como lo serían las de Sturm en Drang (empuje y tormenta), las cuales son características del momento del romanticismo alemán al que pertenecen poetas y representantes como Goethe, Herder, Schiller o Jacobi (se oponen tanto a Kant como a Spinoza. Sostiene la existencia de las cosas en sí, ayudándonos de la intuición para acceder a ellas.
SCHULZE
El escándalo del momento refiere a que la cosa en sí se convierte en algo que no saben qué hacer con ello, no saben darle una explicación coherente. El que más pone el dedo en la llaga de este tema es Schulze, el cual critica incluso a Reinhold, pero se centra en Kant, echándole en cara el carácter inadmisible e ininteligible de la cosa en sí, criticando con ello la teoría del conocimiento kantiana. Schulze nos dice que Kant no nos ha salvado del espectro del escepticismo, ya que no ha sabido justificar el paso de la representación a la realidad. En su CRPura, Kant salva aquello que dice Hume de que estamos encerrados en nuestras ideas y no pueden salir al mundo exterior, aseverando que constituimos ese mundo externo y que participamos necesariamente de la cosa en sí, aunque éste último nos sea inaccesible e ininteligible. Lo que propone Schulze es que, o bien volvemos al dogmatismo anterior teniendo en cuenta el mundo exterior -dejando de lado la ruptura con lo de fuera-, o, volvemos al escepticismo humeano, siendo ésta última opción la que Schulze acoge, pero de modo más radical.
FICHTE
Fichte también es muy importante en este proceso, pues arranca sentando una alternativa a la filosofía kantiana, pero cogiendo /manteniendo elementos kantianos, los que le conviene en realidad. Cuando lo llamaron para dar clases de Kant a un alumno es cuando empezó a indagar más y le supone como una revelación -no tanto la CRPura como la CRPráctica-, de donde recoge los elementos para su idealismo.
Escribe un ensayo llamado “ciencia de toda revelación” que se atribuyó a Kant, pero se vio que no posteriormente, dio clases en Viena y ahí publica “Fundamentos de toda doctrina de la ciencia” editada en diversas ocasiones. Escribe después “Discursos a la nación alemana” y tiempo después se ve inmerso dentro del problema del momento del ateísmo, pues en un artículo identificaba a Dios como orden moral del mundo. Esto fue mal acogido, lo echaron de la universidad donde trabajaba y viajó a Berlín donde tuvo contacto con el romanticismo y escribió más cosas.
Algunos de los factores que influyeron en su pensamiento fueron el racionalismo, especialmente de Leibniz y Spinoza, la CRPráctica kantiana o la Revolución Francesa. Piensa que la filosofía de Kant es liberadora, que la libertad es la palabra que más llena a Fichte, teniendo en cuenta la Rev. Francesa y la CRPractica tratan sobre la libertad. Lo que más le llama es la “voluntad libre”. Tenemos pues una razón que va para dos lados: el conocer y el obrar. La CRPráctica es facultad de determinar a priori la voluntad, pues ha de haber algo que mueva la voluntad, que quiera algo. Puede determinarse por:
- Fundamentos racionales: la razón pura es la capacidad de determinar la voluntad, de llevarnos a querer algo sin tener en cuenta sentimientos, afectos, premios…, nada que tenga que ver con lo sensible. Razón pura: regula el obrar humano.
- Fundamentos materiales: depende de lo inferior de nosotros, de lo sensible, querer un mismo donut de chocolate y dejarnos meramente llevar hasta conseguirlo.
Hemos de obrar pues no por lo que nos apetece, sino por lo que es a priori que dictamina la razón que debe ser: EL DEBER. La moral es algo en Kant que no se deja de manera alguna afectar por lo sensible de nuestra naturaleza, es puramente racional.
La razón práctica nos permite llegar a aquello que va más allá de lo fenoménico y lo ininteligible: al mundo de lo no-fenoménico. En la CRPura prohíbe que vaya más allá de lo no-fenoménico, ha de obrar al margen de la experiencia y lo sensible. El interés que despierta a Fichte por tanto la CRPráctica es que tiene que ver directamente con lo humano, por lo que le interesa tenerlo en cuenta en su planteamiento. Para Fichte, esta razón práctica funciona de manera particular: dirá que el mundo existe única y exclusivamente para que obremos en él. El mundo lo genera la propia conciencia, existe para que nosotros obremos en él, seamos objeto de nuestra acción, y, se desarrolle/despliegue nuestra libertad. Así salvaguarda/soluciona la escisión entre fenómeno/cosa en sí, pues las elimina directamente.
Fichte tiene muy claro que, aunque no haya dado Kant solución, no podemos volver atrás, que el único camino es el del idealismo, pero, no subjetivo como el de Hume encerrado en nuestra propia mismidad sin poder salir al exterior, ni tampoco escoger el camino de volver a planteamientos realistas en los que se partía de que hay un mundo dado donde somos lanzados y somos meros sujetos pasivos que nos dejamos afectar por esas cosas en sí. Los objetos nos afectan con nuestros sentidos; ambas cosas ya no valen dice Fichte, porque ya no estamos en la época de los griegos, sino en la época de la libertad. Un mundo de cosas en sí ya hecho es un mundo en el que no podemos hacer nada, no hay lugar en él para la libertad. Nuestro autor busca salvar la libertad humana a como dé lugar.
Para dilucidar el intento de explicar la experiencia, su fundamento, habremos de saber quién manda en la relación objeto-sujeto. Frente a esto, dice Fichte que nosotros partimos de la experiencia -no la de las afecciones con los sentidos internos o externos, sino que es más amplio, abarca todo el saber. Ciencia, experiencia, saber, son más o menos equivalentes- planteándonos las escisiones de herencia que nos dejó Kant. Tenemos unos contenidos de conciencia, ¿de dónde derivan? Ese fundamento ha de estar fuera de la experiencia, solo puede estar en uno de los dos lados, del sujeto o del objeto. Dice que hay dos filosofías posibles: dogmatismo (realismo) o idealismo, pero para superar a Hume no podemos volver atrás, sino trabajar con lo que hasta ahora hemos sacado, tomando el idealismo (nada trascendental) sino más que nunca, idealismo pleno, el que abarca la objetividad total. El objeto se deriva de la conciencia, de la representación en su totalidad. Fichte dice que el camino a tomar es inargumentable, no se pueden dar argumentos a favor del idealismo ni del realismo. La filosofía se adapta dependiendo del tipo de persona que se sea. Realización de la libertad como aspiración: idealismo. Ha de ser opción libre de cada uno para que o bien opte por la servidumbre (dogmatismo) o por la libertad. Fichte se acoge al idealismo, y, a partir de este arranque, intentará demostrar que la realidad no tiene mayor fundamento que la libertad: la acción moral es el fundamento del ser. El alemán partirá de un planteamiento que será la búsqueda de un fundamento absoluto de la realidad para explicar luego todo lo relativo. Partimos de la realidad única a partir de la cual se explicará todo lo demás, una realidad absoluta donde poco a se irá explicando solo todo lo que vaya debajo de ella.
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