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ocapital de 200,000 soles, 75% de los mismos fue desembolsado por Marcos González y un 25% por Gisela, quien reunió fondos de sus ahorros y de los de su familia. Marcos, puso como condición que Gisela manejara el negocio directamente.

Por una serie de coincidencias, ese mismo año 2008, Gisela tuvo conocimiento de una planta industrial cuyo propietario, el señor Fernando Angola había puesto en venta. Esta planta reunía las condiciones adecuadas para la segunda etapa de fabricación de los hornos. Por ello, Gisela decidió aprovechar la ocasión y comprarla de inmediato, aunque durante el año 2009 sólo se utilizará como almacén de los hornos importados. El importe total de la planta fue de S/.200,000. El 30 de Diciembre de 2008, se pagó S/.150,000 al contado, y Gisela se comprometió a pagar la diferencia el 30 de Junio de 2009. De los S/.200,000 Gisela estimaba que S/.165,000 correspondían al costo del edificio y S/.35,000 al costo del terreno. Gisela pensaba asimismo que la planta estaría en condiciones satisfactorias de utilización durante unos veinte años.

El mismo día, 30 de Diciembre de 2008 Gisela compró también el mobiliario que juzgó indispensable para el trabajo. Pagó por dicho mobiliario S/.10,000 al contado. Marcos y Gisela decidieron también que para hacer frente a eventuales dificultades de tesorería en la etapa inicial, sería conveniente gestionar un préstamo bancario de S/.20, 000 que firmaron el 30 de diciembre de 2008.

El 31 de diciembre de 2008, Gisela y Marcos tuvieron una reunión para discutir la situación de la sociedad. Gisela aportó como información financiera además de los hechos mencionados anteriormente, un resumen de los movimientos de efectivo, correspondiente a los últimos meses de 2008, tal como se muestra en el Anexo 1. También señaló que en aquel momento existía en almacén 30 hornos, cuyo precio de costo de importación (todo incluido) era de S/.600 por unidad; de este importe total que ascendió a S/.18, 000 se debían S/. 9,000 al proveedor. No se había vendido todavía ningún horno.

Cuando Marcos vio la información que Gisela presentó, la juzgó insuficiente. Manifestó que necesitaba el Balance de la sociedad al 31 de diciembre de 2008. Le pidió a Gisela que le entregara esto en dos días, porque tenía previsto un viaje. Y le comentó también que volverían a conversar una vez visto el balance.

Gisela no tenía conocimiento alguno de contabilidad, tema que consideraba difícil el inútil. Es más recordaba los comentarios de algún amigo que tenía su propia empresa y que contrataba a un contador por horas, para elaborar los balances anuales que se deben presentar al Fisco; siempre se quejaba de la pérdida de tiempo que suponía la Contabilidad. Sin embargo; estimó oportuno no manifestar esta opinión a Marcos, e ingeniárselas de alguna forma para suministrarle la información solicitada. Entre sus antiguos papeles de estudiante, encontró una nota titulada “El Balance y el Estado de Ganancias y Pérdidas”, que leyó cuidadosamente pensando que le podría ayudar a resolver su problema.

Gisela preparó el Balance al 31 de Diciembre de 2008, que fue aprobado por Marcos.

El año 2009 pasó muy rápidamente. Gisela se involucró íntegramente en el negocio impulsando las ventas y fortaleciendo la relación con los clientes. No prestó mayor atención a la contabilización de sus operaciones, labor a la que por

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